La Asamblea Nacional debiera ser la principal tribuna para el debate de las distintas corrientes del pensamiento político que hacen vida en la Patria de Simón Bolívar. No obstante, con la llegada de la Revolución Bolivariana a Miraflores, los partidos que integran esa porción de nuestro pensamiento político se vendieron al mejor postor, en su caso particular, al imperio norteamericano. Se trata de una facción política, totalmente dependiente (en lo económico y lo ideológico) de los dictámenes que, desde el propio pentágono, las agencias de inteligencia norteamericanas les lanzan, ya sea a través de sus medios de comunicación o directamente desde la embajada yanqui en nuestro país.
Pensar que, al oposicionismo apátrida le importa el destino de los venezolanos/venezolanas y, en definitiva la Patria, sería como suponer que a los nazis sionistas les importa el destino de sus incómodos vecinos: el digno pueblo palestino, a quienes despojaron de su territorio. De igual manera, pensar que el oposicionismo apátrida se plantea llevar candidatos/candidatas a la Asamblea Nacional para reivindicar esa instancia legislativa, reivindicar su papel como agente contralor de los demás poderes públicos, sería una ingenuidad que raya en lo pendejo, no hay otro término para definir mejor lo que sería. Los propios apátridas se han encargado de advertir el papel que cumplirían en el seno de la Asamblea Nacional. A tal efecto, en artículos previos mencionábamos la opinión sobria de Oswaldo Álvarez Paz, para quien el oposicionismo debe participar para sacar a Chávez, a eso limita su intención. Ésta, que pareciera, una opinión desorbitada, propia de los efectos que el alcohol produce en quien lo consume en demasía, ha quedado refrendada por alguien que no se caracteriza por ser tomador, al menos públicamente: Luis Ignacio Planas, presidente del Partido Popular, lo que en la cuarta república conocimos como Copei, ustedes saben se cambian el nombre para aprovecharse de la mala memoria que solíamos tener los venezolanos/venezolanas, no se dan cuenta que esos son cuentos pasados de moda, y hoy la memoria colectiva ha despertado, enjuiciando sus prácticas políticas; motivo por el cual, de las quince (15) elecciones que hemos participado en estos 11 años de Revolución Bolivariana, apenas una (1), la de la Reforma Constitucional pudieron ganar, y por mínima diferencia.
Pues bien, este personaje ha ratificado lo expresado por Álvarez Paz como deseo manifiesto a ejecutar, si sus afines llegaran a la Asamblea Nacional, leamos: “Luis Ignacio Planas, presidente nacional del partido popular Copei, ayer estuvo de visita en Anzoátegui, como parte de la gira que está realizando por todo el territorio nacional, en apoyo a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para la campaña electoral. En rueda de prensa, el líder político enfatizó que…“Es necesario que el 26 de septiembre se dé un paso adelante, que las personas salgan a votar. La gente está cansada.*Los problemas de hace 11 años se han incrementado”…Indicó que la idea de que la oposición llegue a la Asamblea Nacional (AN) no sólo es lograr que el Presidente de la República “salga de poder”… “Tenemos que recuperar los espacios perdidos y lograr controlar el gasto público”, enfatizó Planas.” (El Norte, Barcelona, 3 de septiembre de 2010). Como podemos apreciar, la agenda opositora a la Asamblea Nacional se circunscribe a: 1) desalojar a Chávez del poder, 2) recuperar espacios perdidos y 3) controlar el gasto público. Estos tres puntos, bien merecen nuestros comentarios, ya que los mismos confluyen hacia un solo objetivo: utilizar la Asamblea Nacional como un escenario para propiciar la desestabilización del país.
Después de la torta que pusieron en el anterior proceso electoral legislativo, en que se retiraron “ique” para deslegitimar la Asamblea Nacional, al fin de cuentas terminaron convencidos/convencidas que fue un garrafal error haber metido la pata de esa manera tan burda, de los objetivos planteados por Planas es el único que parece coherente y democrático. Los dos restantes, están enmarcado en la agenda oculta que los organismos de inteligencia del imperio les han dictaminado como condición esencial para el envío de los dólares. Desalojar a Chávez de Miraflores, así como hicieron sus pares de Honduras, es un objetivo obsesivo para el imperio, reemplazarlo por un títere que les garantice el acceso a las fuentes de energía que tiene en abundancia nuestra Patria y a bajos costos. El tercer objetivo, expresado por Planas, es una perla que merece que nuestro pueblo la analice con detenimiento, en especial, el pueblo opositor, ese que se beneficia diariamente de la medicina cubana, en los ambulatorios de Barrio Adentro, los CDI o SRI; ese pueblo opositor que compra en Mercal, Pdval y ahora en los Bicentenarios; o que almuerza en las Areperas Socialistas; ese pueblo opositor que tiene su pensión asignada por el Seguro Social; que tiene sus hijos/hijas, ante la imposibilidad de pagar una universidad privada, estudiando en la Unefa o en la UBV u otra institución universitaria pública; ese pueblo opositor que labora en los ministerios del poder popular o en otras instituciones públicas, creadas por la Revolución Bolivariana, en fin, aquellos/aquellas opositores a quienes han llegado los efectos benefactores de este Gobierno Revolucionario. “Lograr controlar el gasto público…”, tremendo golpe lanza Planas al pueblo venezolano; para esa oposición, la fabulosa inversión que ha hecho este Gobierno Revolucionario en los hombres y mujeres que formamos esta Patria, ellos lo llaman “gasto”.
Al llegar el Camarada Presidente, Hugo Chávez, al gobierno; el decreto de eliminación del IVSS estaba elaborado y esperando la firma del difunto, ex presidente Rafael Caldera, no es cierto Teodoro?, tú despacho debió haberlo revisado. Con la eliminación del IVSS, desaparecían las pensiones de jubilación, ese “gasto” se eliminaba del presupuesto de la Nación, y conste que, en aquellos años, eran unas míseras pensiones que no alcanzaban el salario mínimo, en muchísimos casos. Planas propone como parte de la agenda a desarrollar por el oposicionismo desde la Asamblea Nacional, controlar el “gasto” público, he de suponer que ante la imposibilidad de eliminar el IVSS, propondrán una reforma de Ley, que restrinja el acceso a la pensión; ya sea aumentando los años de jubilación o propiciando los fondos de pensiones privados, que era lo que tenía planteado hacer el difunto Caldera y su ministro Teodoro Petkoff al eliminar el IVSS. Recordemos, que la oposición representa los intereses de la burguesía, los empresarios.
Como parte de la reducción del “gasto” público, el oposicionismo torpedeará toda tentativa revolucionaria de aumento del presupuesto de las universidades revolucionarias que amplían el acceso al estudio de los jóvenes de escasos recursos económicos: la Unefa, la UBV, la Misión Sucre, las universidades politécnicas, colegios universitarios, en fin, todas aquellas instituciones universitarias que han abierto sus puertas a la juventud venezolana, haciendo posible que el derecho al estudio sea una realidad en la Venezuela Bolivariana y no una restricción, como pasaba en la cuarta república.
Las misiones del área de la salud, serán un objetivo clave a escamotear, desde la Asamblea Nacional, por parte del oposicionismo apátrida. Solicitudes de recursos que haga el Ejecutivo Revolucionario, serán sometidas al escrutinio oposicionista quien pondrá su mayor énfasis en que no se aprueben recursos para la vital misión de garantizar la salud al pueblo venezolano. Esto, según Planas, constituye un “gasto” muy oneroso que debe ser eliminado, dejando al pueblo a merced de sus aliados burgueses y pequeño burgueses de las clínicas privadas.
Los alimentos, es otra pieza clave dentro del organigrama oposicionista a desmontar, la Misión Alimentación es una competencia desfavorable a las empresas del grupo Polar y otras, Lorencito exigirá a sus partidarios/partidarias, atentar desde el escenario de la Asamblea Nacional, contra esa importantísima Misión, que tantos beneficios ofrece al pueblo venezolano, llámese opositor, llámese revolucionario.
Controlar el “gasto” público, para esa oposición apátrida no es más que una estratagema para sabotear, desde la Asamblea Nacional, las políticas sociales del Gobierno Revolucionario dirigidas a la atención de nuestros compatriotas más desasistido y urgidos de ayuda oficial, contra ellos/ellas se dirige esa política del oposicionismo apátrida, enmarcada en las caducas recetas del fondo monetario internacional. Tal para cual…
Nada bueno nos traerá esta participación de los agentes del imperio en la Asamblea Nacional, de todos/todas dependerá que no lleguen los representantes del diablo a esa importante institución del Estado Bolivariano, nuestro voto es fundamental para que el funcionamiento del órgano promulgador de leyes de nuestra República no se paralice, el 26 no podemos dejar a merced de la burguesía la Asamblea Nacional, es esencial llenarla de verdaderas/verdaderos representantes populares, los propuestos por el Psuv y el PCV. Llenemos de pueblo la Asamblea, todos/todas a votar!!!
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