Es el momento de focalizar el liderazgo en nuestro país y aplicarlo en nuestro contexto democrático para lograr minorizar la división proyectada desde puntos opositores y seguir beneficiándose a través del Estado. Por eso, los partidos políticos no apoyan, ni lo harán a los estudiantes universitarios, menos los que estudian en colegio jesuitas.
Simplemente no hay conciencia del discurso político y el lenguaje utilizado. Muchos, no están seguros de lo que expresan, la palabra no refleja su eficacia y hay un enfrascamiento hacia la violencia e interpretación de la realidad. El tema de la inseguridad se convierte en un gazapo porque aman el voto de quienes lo propician. Y solo utilizan las cifras como un escape contextual. Estamos convocando el miedo como una argumentación seria frente a una sociedad avasallada y cansada por la metamorfosis de mucha gente.
Es menester abrir el debate interno, lograr un consenso y avanzar en los procedimientos jurídicos, con el fin de tener una competencia política sana., no es cuestión de cifras, sino de trabajo mancomunado hasta lograr enmarcarnos en el discurso político., que es la manera como resguardar y defender nuestra soberanía nacional para no ser débiles en la libertad deseada. Llegó el momento de oír al verdadero pueblo. Es necesario acercarlo al poder, hoy en manos de débiles dirigentes, algunos de ellos con mucho tiempo en el parlamento nacional y, solo se motivan por intereses particulares.
Hay algo por la cual no se protesta en nuestro país: las reformas necesarias para lograr el interes económico necesario y preparar ideológicamente a los partidarios del régimen. Aquí, el poder esta en las urnas y el pueblo. No, en los invasores y constructores de rancherías que dañan nuestra identidad nacional y los promotores de la anarquía y delincuencia en todos sus niveles, desde los cuerpos policiales hasta el ciudadano civil.
Es menester, consolidar trabajos comunitarios en conjunto. Avanzar en las negociaciones comerciales y abaratar la escasez de productos en los mercados agrícolas. Abrir factorías y fijar precedentes jurídicos en todas las instancias.
La oposición venezolana debe luchar más por su país, dejarse de polémicas y no activar niveles de agitación ciudadana, el camino es avanzar en los predios de una democracia activa de carácter revolucionario, porque, estamos sujetos a grandes cambios sociales que determinan nuestra constitucionalidad. Y nos garantizan la funcionalidad del Estado bajo un criterio conjunto de todos los factores de poder ciudadano,
Es deber del Estado, garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Acá, los homicidios va en contra de militares y civiles, reflejando una gran debilidad del país. A los militares se les atraca y humilla. A los civiles se les presiona y asesinan, es alarmante los índices de inseguridad en el Estado Venezolano. Alguien debe asumir éstas debilidades jurídicas, ya basta de impunidad. Los estudiantes y los ciudadanos debemos protestar por la aplicación de las leyes y el bienestar social. No por andradejerias.
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