O en la televisión un holograma lo representa los domingos por la mañana para que la amargura opositora perdure, a pesar del levantarse tarde, los huevos fritos con tocineta o las arepitas con perico. Esa clase media opositora consagrada a sufrir, que magistralmente evoca Earle Herrera en su artículo “El duro empeño de ser infeliz” (Aporrea 02/05/11).
Con a la distancia y categoría de un perro ladrándole a la luna y destreza zombi en película de muertos vivos, Petkoff se cree que pelea con Chávez. Le critica las cadenas y olvida las fastidiosas “Conversaciones en Familia” de Caldera y alabar las “charlas junto al fuego” del Presidente Roosevelt.
Petkoff reprocha a Chávez el “uso abusivo de la Televisión” pero en su rencorosa senilidad olvida el golpe mediático de Abril 2002 y las 14 mil cuñas anti-Chávez del paro petrolero. Luego, bofetada audiovisual para su cara dura, la estación interrumpe el programa para anuncios publicitarios de tarjetas de crédito, aguas saborizadas, un salón de belleza, zapatos de mujer, almohadas (“gánate a mamá con una”), servicios de Internet y perfumadores de ambiente…
Petkoff abre la segunda parte diciendo que ¡la Milicia Bolivariana no existe! Se trata, según él, de reclutas disfrazados. Me vienen a la mente los 200 milicianos y milicianos y milicianas, sólo una parte del total, que salieron de San Antonio de Los Altos para conmemorar el 13 de Abril. Una vez liquidada la milicia a fuerza de adjetivos, Petkoff trata de justificarse, por enésima vez, del despojo que sufrieron los trabajadores con la nueva forma de calcular prestaciones instaurada cuando Caldera. Pero apenas empieza a justificarse cuando lo cortan para pasar un micro institucional que felicita a “LOS TRABAJADORES QUE AMAN SU TRABAJO” (sic) y cuñas de toallas sanitarias, y servicios de Internet.
Vuelve Petkoff a la carga con felicitaciones para la “heroica” huelga de hambre de algunos a enfermeros, y regaños para los sindicatos que no los acompañaron. El aumento del salario mínimo (que se da todos los años desde 1999) sería una victoria de ese grupito. Luego Petkoff entrevista al sindicalero adeco Urbieta quien dice que este gobierno se dice “obrerista” pero no defiende “los intereses sindicales”…
Termina el programa, alguien apaga el holograma y Petkoff desaparece de la pantalla. Apagamos el televisor desayunamos y nos preparamos para la marcha del 1º de Mayo. Unas horas más tarde, Chávez le habla al pueblo en la Avenida Bolívar y gana las elecciones de 2012.
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