Reforma a la Ley del Trabajo

Pudimos escuchar con beneplácito este domingo cuando el Presidente Chávez manifestó que había rectificado en cuanto a su propuesta inicial de reducir la jornada laboral a seis horas diarias, situación que desde su inicio no compartíamos porque esto acarrearía mayores costos, al tener una empresa de tres jornadas de trabajo diaria, la necesidad de incrementarla a cuatro para mantener los mismos niveles de producción. En caso de las pequeñas industrias, para evitar contratar a otras personas o pagar grandes sumas en sobre tiempo tendrían que bajar la santamaría más temprano y como consecuencia verían una merma en los ingresos afectando no solo a la propia empresa, sino también al fisco nacional y municipal porque disminuirían las recaudaciones.

Otro punto que también se debe revisar es la promoción de la retroactividad de las prestaciones sociales, lo cual sería contraproducente en estos momentos, por cuanto provocaría una disminución solapada de fuentes de empleo y un aumento considerable en la inflación.

La cesta ticket aprobada a los trabajadores independientemente del número de estos que posea una empresa afectara notablemente a la pequeña y mediana empresa porque los comerciantes trataran de manejar su negocio familiarmente y reducir la nómina de manera inmediata.

Uno de los sectores que hay que apoyar es a los vigilantes privados que son explotados y ganan un salario muy cercano al mínimo, por una actividad sumamente extenuante y arriesgada, en estos casos deberían tener una escala salarial o beneficios mayores a lo establecido para el resto de los trabajadores; tampoco cuentan con un sistema de seguridad social acorde a sus riesgos, quedándose los patronos con la mayor porción del esfuerzo de estos trabajadores.

Dentro de la reforma planteada se debe establecer la obligatoriedad tanto a los patronos públicos como privados de depositar mensualmente en un fideicomiso bancario la porción de antigüedad de cada trabajador para que estos cuando se retiren puedan contar de inmediato con el monto de sus prestaciones sociales, porque comienzan a crecer los pasivos laborales cuando los patronos juegan con ese dinero y lo invierten en otros renglones.

Comparto la propuesta que hay en mesa de eliminar el despido sin causa justificada, porque esta figura se presta a que un trabajador sea despedido por simple capricho del patrono y este con pagarle doble indemnización tiene. Se entiende que si un trabajador está cumpliendo con sus deberes y obligaciones, está contribuyendo con el desarrollo y ganancias de las empresas, pero que te boten porque le caes mal al patrón, o porque quieres crear un sindicato, no debe ser. Situación que vemos a diario en las instituciones docentes privadas, donde el solo olor de sindicalización prende las luces de emergencia y eliminan cualquier vestigio de insubordinación o reclamo de derechos laborales.

Otra buena propuesta es la de ampliar el tiempo de prescripción de las acciones legales relacionadas con el trabajo, lo cual significa que el tiempo que tendría el trabajador para hacer los reclamos ante la Inspectoría del Trabajo o ante un Tribunal, serían mayores.  Otro punto muy favorable es la eliminación de la figura del contratado con la que abusan mucho los patronos.

 reinaldosilva119@hotmail.com



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Reinaldo Silva


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