Vemos con muy buenos ojos la designación de la compatriota Iris Varela como Ministra del Servicio Penitenciario, ha demostrado que es una mujer que se sabe mover en esas lides y tiene el guáramo suficiente para enfrentarse a los peores delincuentes incluidos los de cuello blanco que deambulan por todos los órganos de poder buscando corromperlos y armando delitos donde desangran las arcas de la nación, ante la mirada complaciente de muchos.
Desde nuestro terruño le damos nuestro apoyo a tal designación, pero hay situaciones que se deben analizar con más detenimiento. Sí, es cierto que hay gran cantidad de prisioneros que tienen más del tiempo reglamentario privados de libertad, pero por ese solo hecho no se pueden liberar, aunque estoy consciente, que deliberadamente estamos incumpliendo nuestro régimen jurídico. Hay casos de capturados en flagrancia cometiendo delitos y no han sido juzgados, pero por ello no deben ser beneficiados. Ratifico, no deben liberarse sino designar fiscales especiales y jueces adicionales para conocer esas causas, porque es lamentable pero hay que decirlo, nuestras cárceles no mejoran a nadie, todo lo contrario, salen peor que cuando entraron y ello lo estamos viendo en un mayor índice de delincuencia, sobre todo en Margarita, considerada en otrora como un paraíso.
La delincuencia últimamente está acabando con nuestras vidas, obligándonos a no salir de la casa, y cuando estamos en ellas, utilizando los mecanismos de seguridad que podamos, con todos los perros sueltos, cerco eléctrico, alarmas, cámaras de seguridad y enciman los amigos de lo ajeno penetran a las residencias, no tan solo a robar sino también a asesinar a los residentes y turistas.
Se debe dar mayor apoyo a todos los organismos policiales para que redoblen las guardias en todos los sectores y la Guardia Nacional coopere conjuntamente con la protección de los ciudadanos y sus bienes.
Si analizamos la Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece no sólo el derecho que tiene una persona a ser juzgada en un plazo razonable, sino también a ser puesta en libertad, sin prejuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia a juicio. Si nos ceñimos a esto y lo que establece nuestro ordenamiento jurídico, deberíamos asignarles a cada grupo de posibles liberados un grupo de custodios para que vigilen su comportamiento en esta libertad provisional, pero llegamos a otro punto álgido, ¿a quién asignamos si no tenemos la estructura para ello?, una posible solución sería dotar a los consejos comunales de equipos de seguridad para que puedan monitorear a estas personas si salen de su sector y en forma confidencial puedan notificar a los organismos de seguridad.
Sobre los presuntos ajusticiamientos que se han realizado las últimas semanas en la isla de Margarita, sabemos que es ilegal, pero ¿de qué tamaño será la mafia que está detrás de eso?. Ante esta situación, aún siendo contraria a la ley muchos apoyan lo que está pasando, porque prefieren a un delincuente muerto que amenazando su vida en la calle.
Amiga Iris Varela, sabemos que la papa caliente que te han puesto en la mano no es fácil, pero rodéate de los más calificados y dale un vuelco a la seguridad en el país. Suerte.
Abogado