Desde el punto de vista impositivo nuevos impuestos contribuyen a alejar a los turistas e inversionistas por poco que sea la alícuota a aplicar, pero se pueden analizar otras alternativas, por ejemplo, ¿por qué no se sanciona a todos aquellos tanto residentes como turistas por lanzar botellas y desperdicios en las vías públicas y sectores no destinados para ese fin?. Para nadie en Margarita es desconocido que cada vez que termina la temporada nos dejan en las vías pública unas montañas de botellas y otros desechos que duran mucho tiempo para que las autoridades las recojan, no solo ensuciando y afeando los ambientes sino contaminándolos y provocando incendios que van destruyendo nuestras áreas verdes.
Estoy seguro que nadie estaría en contra de que al ciudadano que encuentren tirando desperdicios en las calles y avenidas le pongan una multa, no de 0,25 unidades tributarias, sino de 10 u.t. como mínimo, para que vean que esa puede ser la mayor colaboración para con nuestra isla, no solo por lo que se pague, sino por lo que se dejará de contaminar. En este sentido exhorto a los amigos Legisladores del Consejo Legislativo para que legislen sobre esta materia, colaboren y sean fieles guardianes de que la ley se cumpla. Esta es una propuesta que no necesita de polémicas políticas, sino de que trabajen los siete legisladores regionales unidos en este sentido y cuenten para lo que sea con este servidor que llaman “el octavo diputado”. Manos a la obra amigos, que el pueblo se los agradecerá.
El gobernador del Estado Nueva Esparta, Morel Rodríguez, plantea que “se debe hacer un esfuerzo para captar el recurso en función del desarrollo regional”; ante esta respuesta no estamos seguros de que los recursos se vayan a destinar a conservar el medio ambiente, por ello y lo anteriormente planteado considero inconveniente la reforma de la Ley de Timbre Fiscal aprobada en primera discusión.
Sobre el caso de las multas de Corpoelec también pienso deben ser revisadas, porque se debe tomar en consideración no el consumo de los años anteriores, sino la realidad actual de nuestra isla y sus habitantes, porque el calentamiento global ha conllevado a utilizar mayor cantidad de energía eléctrica, así como la aplicación de nuevas tecnologías que dependen de tan vital servicio básico.
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