¿Descubrimiento o Conquista?, la expresión “descubrimiento de América” para referirse a la llegada de Colón al continente americano ha sido criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar a un amplio y apasionado debate. Mientras unos lo entienden como el hallazgo de América, otros lo ven como una barbarie, una conquista que hicieron los españoles quienes ocasionaron la muerte de millones de nativos americanos por las guerras que se iniciaron con su llegada, la esclavitud, enfermedades y desaparición de culturas.
La monarquía había declarado que los indios eran vasallos libres. En 1503, sin embargo la reina Isabel de Castilla otorgó una licencia para esclavizar a los indios caribes so pretexto de ser caníbales y rebeldes. En realidad los colonizadores europeos usaron esta licencia para esclavizar a cuanto indígena querían.
En los primeros tiempos en Venezuela, los indígenas eran obligados a sumergirse en las aguas de Margarita y Tierra Firme para recuperar perlas. Estas perlas se constituyeron en una de las primeras bases de riqueza de la Corona Española en América.
El punto es que los extranjeros nos invadieron y esclavizaron nuestros antepasados, donde tenemos entendido que la resistencia fue muy poca, porque prácticamente los Españoles encantaron a nuestros indígenas y luego los utilizaron para explotar su propias tierras y llenar las arcas de la monarquía española.
Hay un dicho popular que dice: “indio no olvida”. Así fue como en nuestro país los indígenas se alzaron contra un grupo de nuestra armada y dijeron “basta”, cuando según los relatos, la pasada semana representantes de 13 comunidades pemones que habitan en La Paragua, municipio Angostura del estado Bolívar, desarmaron a 19 funcionarios de la Guardia Nacional que custodiaban un yacimiento ilegal de oro, a punta de arco y flecha y prácticamente los mantuvieron detenidos hasta que se trasladaron representantes del alto mando militar a la zona y de forma concertada pusieron coto al asunto. Se cuenta y no se cree, pero de allí vienen nuestras raíces guerreras, propia de una película vaquera del oeste.
Lo positivo del asunto fue que no se disparó ninguna flecha de forma accidental, como a veces pasa con las armas de fuego, pero esperamos que la cosa no quede allí y que se establezcan responsabilidades y se informe si es cierto o no que un grupo de funcionarios que deben resguardar la integridad de la nación y de sus ciudadanos, no estén cometiendo actos contrarios a los que le ordena la constitución y las leyes venezolanas, instrumentos que desde el 1999 garantizan los plenos derechos de nuestros indígenas, la igualdad y la protección debida. ¡Bien por nuestros indios!.
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