Un flaco servicio podríamos estar haciendo para el estimulo, desarrollo y consolidación de una acertada política internacional en materia de democratización y integración latinoamericana, bajo la perspectiva de la profundización de los procesos de fortalecimiento de las cada vez más crecientes tendencias hacia la adopción del modelo Democrático-Protagónico-Participativo por parte de los pueblos hermanos latinoamericanos, respecto a sus actuales y agotados modelos de Estados de corte Democrático-Participativos, tendencias basadas en la actual experiencia venezolana, y cambio que plantea de manera implícita pero expresa la tarea de profundizar la Democratización del modelo neocolonial y dependiente de nuestras estructuras socioeconómicas, y el fortalecimiento de nuestras soberanías nacionales y populares.
La actual situación política que ocurre en la hermana república de Ecuador, tiene de hecho muy variadas lecturas, las cuales deben ser observadas con una alta dosis de objetividad en la medida de lo posible, para no caer en conductas aventureras que nos lleven a perder de vista el norte, por estar concentrados en árboles que nos impidan verlo. Es así como desde quienes afirman desde la propia vocería oficial venezolana en los estrados de la OEA , que el movimiento social que llevó a la salida del Presidente Constitucional de ese país, LUCIO GUTIERREZ, es un movimiento espontáneo y si dirección política conocida, razón por la que estaría suficientemente justificada dicha deposición ante los ojos del mundo y por tanto de la propia OEA, hasta quienes afirman que el movimiento que dio al traste con el dictador LUCIO es una auténtica expresión revolucionaria del pueblo ecuatoriano, y que el gobierno que surgió de la crisis, dirigido por el señor PALACIOS se opone resueltamente a los intereses de BUSH en ese país, y por tanto debe ser apoyado de manera igualmente resuelta por la fuerzas nacionalistas, revolucionarias y populares de América Latina, ambas posiciones que por apresuradas y oportunistas, están desconsiderando un conjunto de aspectos que orbitan sobre el panorama político de ese país, que pudieran influir de manera significativa en un posicionamiento favorable de la política imperial norteamericana en el región, en los próximos meses. Estas posturas olvidan, extrañamente, varios aspectos que en su momento fueron de gran importancia para el rescate del nuevo ordenamiento político institucional y constitucional de nuestra República Bolivariana de Venezuela, el cual estuvo virtualmente perdido a y a expensas de las fuerzas retrógradas de la derecha y ultraderecha venezolana durante los días 11 y 12 de abril del 2002, entre los cuales se encuentra el que resultó ser uno de los más significativo como fue el del apoyo dado por la mayoría de los gobiernos que integraban la OEA en aquel momento, que dieron al traste con las posiciones intervencionistas pro fascistas de los Gobiernos de EEUU, Colombia, e incluso España, los cuales se hicieron eco de los Golpistas de Abril.
Sin ese apoyo internacional dado por la OEA , la dificultad para acometer la reconquista del poder, hubiera sido mayor, más sacrificada y con mayor costo de vidas humanas, y hasta quien sabe cuanto tiempo hubiere durado y en cuales condiciones denigrantes se hubiese podido lograr.
También extraño, fue lo ocurrido en Ecuador, donde la resultante ha sido que el gobierno está ahora en manos de sectores “Social-Cristianos” (1) encabezado por el señor PALACIOS, tutoreados por sectores oligárquicos tradicionalistas, gente como LOS FEBRES CORDERO, Dueños de medio Ecuador, y que la cacareada inmensa movilización “popular” estuvo encabezada por los denominados sectores medios de la población, que ahora apenas piden estabilidad para los usurpadores. No les parece extraño que casi una copia calcada de los acontecimientos ocurridos en venezuela entre diciembre del 2001 y el 11 y 12 de abril del 2002, con algunas diferencias importantes como la exclusión del estamento militar del escenario político público, a decir de los actos de desobediencia militar promovidos en venezuela, se pretenda legitimar al gobierno surgido de la trama política estimulada por movilizaciones de calle, protagonizadas principalmente por estos sectores de Clase Media, apoyada abiertamente al inicio de las jornadas por algunos medios de comunicación, y posteriormente una vez desalojado GUTIERREZ del poder, por la casi totalidad de los medios en busca de legitimación fáctica interna para el nuevo régimen, y finalmente apoyada la salida por el Alto Mando Militar de ese país. Otra de las diferencias, lo cual traerá mayor tensión e intensidad en los próximos conflictos sociales internos de ese país durante los próximos meses, y por tanto en la trascendencia y consecuencia de las decisiones tomadas por entes como la OEA , frente a estas nuevas situaciones, lo determina el comportamiento político del señor GUTIERREZ en su gestión de gobierno. El caso es que las aspiraciones históricas del pueblo ecuatoriano fueron traicionadas por este sátrapa, al colocarse al servicio de los sectores oligárquicos del ecuador y de los intereses del Imperio en la región, facilitando el fortalecimiento e incremento de la presencia militar imperial en su territorio, y dedicarse a conciliar intereses con los actores del viejo sistema corrupto de ese país, manteniendo sus privilegios e intereses en oposición a los intereses de los sectores populares y desposeídos de la hermana república, sólo que este señor no contaba que a ni a la CIA ni a la oligarquía ecuatoriana, que es la verdadera dueñas de los medios económicos de ese país, no le interesaba su liderazgo, y que al ver que su legitimidad venía perdiendo aceleradamente fuerza al interior de los sectores que le eligieron, esta supo aprovechar el momento para sacarlo del Poder.
Otro elemento nuevo utilizado por la rancia pero hábil oligarquía ecuatoriana, es el presunto conjunto de medidas populistas y nacionalistas que iría a comenzar a aplicar, como la salida del ALCA, el fortalecimiento de la industria petrolera y la suspensión de los tratados de ayuda militar, lo que no es más que una forma de confundir para desmovilizar en lo inmediato a la mayoritaria población desposeída y excluida, para ganar tiempo en el reacomodo de los cuadros del aparato Estatal y represivo, a fin de consolidarse en la nueva estructura de poder. Cabe resaltar que los sectores populares fueron dirigidos por los sectores medios, y no por sus direcciones políticas que esta vez estuvieron a la zaga del movimiento sin jugar ningún papel protagónico, y esta vez están siendo acusados absurdamente por de GUTIERRISTAS, para poder debilitar la fuerza de su llamado a Asamblea Constituyente y de desconocimiento del los nuevos sátrapas de la oligarquía ecuatoriana.
A manera de conclusión, el gobierno Revolucionario de Hugo Chávez, no debe caer en la ilusión y en la trampa montada por la CIA-BUSH -PALACIOS-FEBRES CORDERO de dejar de apoyar las salidas constitucionales en América Latina, para en aras de un supuesto apoyo a la soberanía popular (y no del apoyo a la soberanía de las clases medias pro-norteamericanas) porque esa es una de sus fortalezas, como quedó demostrado desde el 12 de abril del 2002 y desde esa fecha hasta la realización del referéndum consultivo del 2003, con el apoyo de la OEA. Los sectores dirigentes de esas acciones de calle no fueron los sectores populares afectos al cambio revolucionario en el Ecuador, y ese país esta virtualmente intervenido militarmente por el gobierno de BUSH y donde la CIA cuenta con amplio despliegue en la zona.
Otro caso a tomar en cuenta, para comparar los acontecimientos ocurridos en Ecuador y sacar conclusiones asertivas acerca del comportamiento de la política exterior del gobierno Imperial del Señor BUSH en el Área, es el del gobierno del depuesto JEAN BERTRAND ARISTIDE en HAITI, el cual aún cuando gozaba de una amplia legitimidad y popularidad en su país, e incluso su guardia personal estaba integrada por Agentes de la CIA norteamericana, fue depuesto por esta última, sin que se le diera la oportunidad de poner en práctica sus propias fuerzas de resistencia cívico-militar ante la insurrección de sectores del ejercito, apoyados por la oligarquía duvalierista hatiana.
(1) Léase la historia reciente de El Salvador ocurrida durante los años 77 a 1983 y el tristemente papel pro yanqui jugado por el ya fallecido Ex-Presidente Napoleón Duarte y la de su partido Socialcristiano Salvadoreño, en la confrontación interna vivida en ese país centroamericano.