¿Es violenta la oposición?


¿Es violenta la oposición?

Sí, pero ya va, trataré de explicarme. No rempujen.

Ante la violencia en Cotiza, La Vega, Monagas y las que faltan, es fácil caer en aquellas discusiones pertinaces de los tontos Fritz y Franz:

--Hace calor, Franz.

--Hace frío, Fritz.

--Hace calor, Franz.

--Hace frío, Fritz.

Horas.

--La oposición empezó la violencia, Franz.

--Las hordas bolivarianas comenzaron la violencia, Fritz.

--La oposición empezó la violencia, Franz.

--Las hordas bolivarianas comenzaron la violencia, Fritz.

Hasta el aburrimiento. ¿No fue que la oposición provocó y algunos ultrosos del barrio cayeron? Es por una duda que tengo.

A pesar del aburrimiento que proclama Teo, vivificaré esto con cuatro pizcas de método científico.

Primera pizca: ¿Por qué la violencia pasa siempre en actos de oposición? No hay respuesta apodíctica, a priori, del tipo «todo círculo tiene un centro». Pero sí a posteriori, pues, como diría Cabrujas, «causa mala impresión». Es como la Reportera del Crimen, cuya presencia anuncia siempre un asesinato. Es bien huir de tal dama (http://j.mp/MizSHA).

Segunda pizca: Antecedentes: las guarimbas, ponle. Y mientras no me refuten el vídeo Llaguno: Claves de una masacre, de Ángel Palacios, invoco la emboscada golpista de Llaguno. Fue una «operación de bandera falsa»: una acción censurable que se imputa al enemigo. Pasó en el Golfo de Tonkín en Vietnam en 1964: un supuesto ataque vietnamita a destructores gringos, que pretextó la guerra de los Estados Unidos contra el Vietnam. Y cientos de incidentes similares y sospechosos: la explosión del acorazado Maine en el puerto de La Habana en 1898, que detonó la invasión a Cuba… ¿por quién?, por los Estados Unidos… Es monótono y por eso el atentado a las Torres Gemelas también causa mala impresión. Como las supuestas masacres en Libia y Siria, que atizan ese esperpento que llaman «bombardeos humanitarios».

Tercera pizca: La oposición eligió como ecología política la estrategia imperial de acoso y derribo de gobiernos que no le simpatizan. ¿Cómo no sospechar que aquí y ahora están probando terreno para lo que les falló en Llaguno y les funcionó en Libia?

Cuarta pizca: Ganador no tranca juego.

Tiene color de chocolate, huele a chocolate, tiene complexión de chocolate, sabe a chocolate. ¡Es chocolate! Dulcito.

roberto.hernandez.montoya@gmail.com
 


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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