Es realmente difícil de describir el problema indígena a 12 años de proceso revolucionario, fundamentalmente los YUKPAS, pueblo heroico que no conoce rendición. Digo 12 años ya que los 500 anteriores se supone que los gobiernos de la burguesía no podrían darle respuesta a nuestros parientes.
Lo cierto es que este viaje fue una proeza, desde la misma salida las amenazas estuvieron presentes, la requisa en el puente sobre el lago, luego la persecución en la carretera, hasta llegar a valencia donde fue detenido un compañero, pero la marcha continuó, al llegar a Caracas para la burocracia los yukpas no exciten, peor aún, la ex ministra de “asuntos” indígenas los acusa de ser miembros de la contra o estar vinculados a la CIA.
Ahora bien, la lucha por sus tierras ancestrales ha significado para los yukpas no solo la persecución, sino el asesinato de la dirigencia y su familia, de eso tiene mucha experiencia Sabino, pero ese dolor no los amilana, esa raza que se niega a morir o quedar en el olvido, sigue en resistencia, logre o no su objetivo jamás dejaran la construcción permanente del buen vivir.
¿Pero que piden los yukpas que ha significado muerte, persecución, encarcelamiento? Bueno, es increíble que en un proceso revolucionario estén luchando por sus tierras, tierras estas que fueron saqueadas a sangre y fuego por los “criollos” hacendados del Zulia, que hoy con vinculación al aparato judicial y represivo del estado se mantienen en esas tierras, cuando el estado y sus fuerzas represivas no les satisfacen, entonces, contratan a los paramilitares colombianos muy eficientes para asesinar y amedrentar a los yukpas.
A 12 años del proceso seguimos en deuda con los dueños originarios de estas tierras, el desprecio de muchos funcionarios por las diferentes naciones indígenas es más brutal que el de la burguesía y terratenientes agrícolas y ganaderos, ya que el odio y deprecio de los sectores dominantes se puede entender por su condición de clase, pero de “nuestros” funcionarios, los cuales se visten de rojo rojito, de ellos que hablan y dicen creer en el socialismo, no, es hora de que la tortilla se vuelque, que nos comencemos a mirar como iguales para pensar como iguales.
Hoy no hay excusa, votamos por el socialismo, votamos por Chávez, entonces no podemos postergar mas los cambios en las relaciones sociales y de poder, de no ser así el proyecto bolivariano estará llegando a su fin, estamos en pleno proceso de agotamiento, es hora de profundizar el proceso y condensar la heroica tarea de construir el socialismo, eso debemos aprender de los yukpas.
Todos somos yukpa, viva la lucha de los pobladores de la sierra.
Basta de asesinatos, persecuciones y amedrentamiento con el pueblo yukpa