Se debate en nuestra Venezuela revolucionaria el II Plan Socialista Patria 2013-19 o el Plan Patria 2013-19(IIPSP13-19). Otra nueva e inédita acción constituyente, la cual invita a reflexionar no sólo a los desmembrados sectores de la oposición política venezolana; también otras sociedades vecinas deben saber interpretar: la profundización de nuestra democracia participativa con el marcado sur, de sustancialmente colaborar en la organización social de la producción, para ir consolidando la segunda independencia nacional que estamos construyendo.
Especial atención necesariamente debemos darle a la condición estratégica de la producción de alimentos, máxime si esta, se ve directamente relacionada con el IIPSP13-19 en el V Objetivo: Contribuir con la Preservación de la Vida en el Planeta y la Salvación de la Especie Humana. De hecho y porque no decirlo de derecho, el despliegue de las tantas acciones y objetivos, nacionales u estratégicos que el referido plan impulsa; demandan sean expresados en la consolidación de la agroecología. Precisamos, en dicho plan de 35 objetivos estratégicos que tocan el área de la soberanía alimentaria 17 tienen en su desarrollo la visión y mandato de avanzar en el accionar agroecológico.
Para apoyar el avance anterior, otras dos gruesas acciones simultáneamente están dando pasos agigantados: De nuestro MPPAmbiente nace: La Estrategia Nacional para el Conservación de la Diversidad Biológica 2010-2020 y su Plan de Acción Nacional (única en el mundo como cumplimiento del Objetivo 16 del Milenio-ONU). Y la segunda gran tarea, la concentramos en los distintos procesos formativos y educativos que se vienen adelantando en la agroecología. Ello se ha materializado en el Programa Nacional de Formación(PNF)en Agroecologia, que el MPPEducación Universitaria en cuestiones de días debe anunciarle al país su puesta en marcha. Programa que sera promovido por lo menos en 17 Universidades y Politécnicos Territoriales en todo lo ancho de la geografía nacional.
Nuestras reflexiones sobre la oportuna, válida y trascendente creación de dotar a la Venezuela Revolucionaria con un PNF en esta área del conocimiento, la ubicamos en la necesidad de avanzar en la construcción de un nuevo conocimiento, el cual va sedimentando las bases de hacer agricultura, de producir alimentos sanos y contribuir en la solución de los distintos problemas agro-ambientales que estamos acarreando. Se trata de florecer y evolucionar en una nueva forma de hacer ciencia agrícola, pecuaria y forestal, la cual se etiquete como una ciencia emergente de carácter radicalmente transformador en lo productivo y tecnológico, teniendo la pertinencia social por el respeto a la autentica diversidad cultural y territorial que nuestro país tropical nos brinda. En tal sentido proponemos al IIPSP13-19 se permeen y se hagan sustentables las siguientes reflexiones:
1) La agroecología como ciencia emergente para la formación y educación de un ciudadano común, se valora desde el prisma de la complejidad, el cual parte del que hacer diario de la vida, en cada proceso formativo fomenta el compromiso y la correponsabilidad social (individual y colectiva) orientándolos a los distintos cambios sociales, culturales y económicos para mitigar y encarar la crisis agroambiental contemporánea.
2) Las dificultades agroambientales que la agroecología tiene que manejar, exigen salidas eficientes. La visión debe ser totalizadora, no parcial como el desarrollo de las ciencias agrícolas convencionales lo han venido haciendo y pretendiendo. Esta última no tiene respuestas técnicas a los propios problemas agroambientales que han creado.
3) La eficacia en la agroecología se verifica, en la capacidad de diseño, manejo y gestión agroecológica a ser implementada en los agroecosistemas. Eficacia que va atada con la formación permanente de todos los sujetos involucrados; las condiciones de la producción y la sensibilidad por la solución de los agravios socio-ambientales.
4) La efectividad en la agroecología se constata a partir de la dinámica de los fenómenos biológicos, los cuales concurren en nuestra sociedad de formas diferentes. Con tiempos totalmente distintos a lo que el paradigma científico-técnico reduccionista nos ha inculcado. Los fenómenos biológicos-ecológicos de recuperación que valoramos en nuestros agroecosistemas no tienen duración definitiva. Se dan aproximaciones, ideas y posibilidades donde no hay recetas que se expresen de forma lineal y que no toman en cuenta las distintas interacciones que la agroecología exige considerar.
5) La agroecología en su devenir productivo siempre estará presentando diversas riquezas en los enfoques metodológicos que podamos incluir en los procesos productivos. Es evidente que el método científico per se, puede alimentar algunos componentes del desarrollo metodológico en actividades productivas agroecológicas. Sin embargo hemos trabajado otros enfoques metodológicos que se ajustan a las relaciones sociales, productivas y agroamabientales. Enfoques epistémicos, interpretativos, etnográficos, sistémicos, hermenéuticos, dialécticos, prospectivos, multicriterios entre otros se han considerado. Los cuales exigen profundizar los distintos conocimientos que amalgaman las tantas interacciones que se consiguen en el devenir agroecológico.
6) La agroecología no propugna enfoques de trabajos rígidos, inflexibles y que no tomen en cuenta las corresponsabilidades que emergen en la dinámica de las comunidades y comunas. Para ello es necesario ocupar más tiempo en la interpretación y sistematización del dialogo de saberes y los distintos condicionamientos que se dan en dicha correponsabilidad.
7) Es evidente que la postura de la agroecología no es ni será de vocación extractivista. Por lo tanto la relación con la economía de la naturaleza también es diferente. Es la agroecología creadora de riquezas, de producción y de equilibrio. Otras tantas actividades económicas no lo son. Lo que genera contradicciones entre las dinámicas sociales con la naturaleza, las cuales siempre se han propuesto en cada cultura ser superadas.
8) El centro de la agroecología es la relación entre las interacciones e interrelaciones entre el ambiente y las relaciones sociales. Exige distintas formas de desarrollo local participativo. Lo que naturalmente va a generar procesos en las comunidades productivas y comunas que implican la sustentabilidad del entorno, a través de las formas de manejo de los componentes naturales y en concreto, de las nuevas actividades agrarias.
9) Las eco-tecnologias además de alimentarse de los diálogos de saberes ancestrales, también capturan conocimientos de las más avanzadas técnicas de prospección y teledetección, lo que enriquece y profundiza las condiciones conceptuales y metodológicas que exigen tiempo para la formación y la aplicación de los tantos conocimientos que se exigen interactuar-se en el proceso de transición al modelo económico eco-socialista.
10) La agroecología se valora como una justa, oportuna y desafiante herramienta de la transformación social y de los distintos ordenes que la sociedades revolucionarias están demandando. De allí la importancia que el Gobierno Venezolano le esta dando a ella para su propio desarrollo, componente de motivación social para continuar progresando en la misma agroecología en si y en los tantos desafíos que recogemos en el objetivo V anunciado anteriormente.
Debemos destacar que en el IIPSP13-19 presenta el siguiente potencial agro-productivo: 2% del territorio nacional sin limitaciones de clima, drenaje o de condiciones topográficas desfavorables. También se ha concluido que si aplicáramos masivamente las tecnologías(extractivistas y contaminantes) pudiéramos alcanzar cifras potenciales de un 4% que pudieran ser usadas en una amplia gama de usos agrícolas(numerosos cultivos alimenticios, pastizales o forestales). Otro 14% de tierra es para un limitado número de cultivos(alimenticios, pastos, o forestales que resisten bajos niveles de fertilidad, sequía o exceso de humedad), un 30% para cultivos, pastizales o forestales de gran resistencia a fuertes limitantes como muy baja fertilidad, fuertes sequías o inundaciones, y el restante territorio quedaría para coberturas naturales como bosques o sabanas con fines conservacionistas, productores, o prestadores de servicios ambientales como la producción de agua y de biodiversidad. Recordemos el Gobierno Venezolano reconoce las dispersas y serias afectaciones de suelo que estamos padeciendo y que se deben trabajar-se agroecológicamente para tratar de ser recuperadas. Aproximadamente un 20%(184.652,00 Kms²) de suelos se encuentran afectados, cifra hacer verificable por nuestro Satélite Miranda.
Se entiende que en el territorio venezolano, al menos el 70% del potencial de las tierras productivas, por su condición natural, necesariamente demandan zonificarse, clasificarse y manejarse con la visión u enfoque agroecológico. Afirmamos tal aseveración, por cuanto el recurso suelo, agua y biodiversidad definitivamente requieren de un manejo y gestión para su preservación, no de su destrucción. Ello estaría determinando el VERDADERO USO DEL SUELO y sus actividades agropecuarias y de servicios ambientales. En otras palabras es entender el NO DARLE EL USO EQUIVOCADO AL SUELO. Con ello le estaremos proporcionando el uso racional de nuestras eco-bases materiales para el despliegue del V objetivo histórico que anunciamos inicialmente.
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