Con la aprobación de la nueva Ley que regula la compra y venta de vehículos nacionales e importados, nuevos y usados, tendremos un alivio todos los venezolanos y más personas podrán tener acceso a lo que hoy en día cuesta más que una casa.
Siempre nos hemos preguntado: ¿Por qué un vehículo usado cuesta más que uno nuevo?, situación que vemos con frecuencia todos los días, porque por ejemplo usted va a una agencia y nunca hay vehículos, y si pide la lista para anotarse lo primero que le dicen es “olvídese esa lista está muy larga y además tenemos instrucciones de no anotar a nadie”; pero si usted hace ver que está dispuesto a pagar lo que sea y piensan que tiene dinero le dicen: “bueno hay una gente que tiene contacto y no sé si se podrá…”, y sale el comprador preocupado porque necesita urgentemente el vehículo y manifiesta que está dispuesto a pagar lo que sea, allí viene el golpe y el vendedor le tira la puntica que por un vehículo económico la comisión son 50.000, y si es camioneta pisa duro por encima de los Bs. 100.000,00; pero con todo eso todavía vale la pena pagar esa comisión si nos van a conseguir el vehículo al precio establecido, porque si se va a las páginas de venta de vehículos por internet allí si nos ponemos a temblar y lamentablemente hay quienes por la necesidad y en otros casos posiblemente por lavado de dinero se prestan a comprar los vehículos en esas páginas y para muestra un botón: el Toyota Corolla, nuevo, en la agencia cuesta 398.000,00; pero en esas páginas de internet los ofertan y hay quien los compra entre 600.000,00 y 680.000,00; la Toyota Fortuner cuesta 575.000,00 y la ofertan en internet entre 1.100.000,00 y 1.700.000,00; y no se diga de la Toyota 4 Runner que la vemos en 2.500.000,00; o sea que los que se meten un gran manjar son unas mafias donde en la mayoría de los casos ni los dueños de las agencias tienen participación, pero si debe haber gente de peso metida en el negocito.
Con el fin de subsanar tal situación, la ley propuesta por la bancada del PSUV contempla, entre otros: la prohibición de la venta de vehículos a un precio mayor del sugerido, tanto en concesionarios como en portales web, así como la legalización de estas ventas especulativas en notarías y registros; se señalará los precios máximos establecidos de los vehículos, incluido los impuestos y la ganancia del concesionario, que debe estar entre los parámetros razonables; también prevé que las compañías de seguro establezcan una póliza acorde con los precios regulados en la nueva ley, los cuales no los asignará arbitrariamente el ejecutivo, sino en consulta y previo análisis de costos con los representantes del sector automotor.
A otros que se meterán en cintura serán a los que especulan con repuestos y autoperiquitos. Por supuesto, en el caso de vehículos o repuestos importados se tendrá que agilizar la permisologia y el otorgamiento de divisas para que todos, dentro de la medida de sus posibilidades pueda tener su carrito nuevo o su cacharrito en buen estado, porque podrá contar con los repuestos necesarios oportunamente y a precio accesible.
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