Se fue físicamente el líder de líderes, el compañero, el amigo, el padre, el hermano; asumo mi responsabilidad y te pido perdón presidente por lo que dejé de hacer, por lo que hice incorrectamente, porque no te cuidé lo suficiente, porque siento que pude dar más para ayudarte.
No sé qué hacer con este sentimiento tan extraño, mucha gratitud por tu merecido descanso, porque te liberaste de ese cuerpo tan molestoso, de ese templo que no cuidaste adecuadamente; pero mucho dolor con una sensación de abandono, más grande que mi corazón pero no más grande que mi alma.
Hoy te reconozco Comandante, de mi Patria, de América, líder del mundo; nunca estamos listos para despedir a los seres que amamos, pero de pana te fuiste demasiado temprano, te fuiste al encuentro de los grandes de la humanidad, sé que te recibirán: Jesús, nuestro Bolívar, Mahoma, Buda, Gandhi, Mandela y muchos otros grandes como tu; estarás en nosotros como un gigante; pero no encuentro consuelo amigo preferido, amigo favorito, amigo de la vida, amigo del alma, se me perdió la punta del hilo de la sonrisa; está prohibido llorarte, pero hoy te pido permiso para sólo llorarte; me siento tan pequeñita; nos diste demasiado, hasta tu vida Chávez, esa que le mezquinaste a tu familia, por nosotros (as) y me invade la culpa, porque siento que no hubo reciprocidad; unos cuanto te traicionaron con su discurso y miles te siguen traicionando con sus acciones. TODOS SOMOS CHAVEZ, tiene que dejar de ser consigna y convertirse en acción.
Sé que Dios no nos pone pruebas que no podamos superar, pero te juro, nunca esperé ésta, ni siquiera me la imaginé, la más fuerte; y ahora me encuentro con la incertidumbre y mucho miedo, a quien acudir en momentos difíciles, quien nos orientará con tu sabiduría, quien se enfrentará a los enemigos de la Patria con tu coraje, quien tendrá tu claridad para guiarnos, quien nos sostendrá en las turbulencias?. Gracias panita por el tiempo que nos diste, permanecerás en ese lugar especial que ocupaste en nuestro corazón desde aquel inmortal 4 de febrero…
Haré hasta lo imposible por consolidar, desde mi trinchera, la UNIDAD en la que tanto insististe para garantizar la ejecución del 2do Plan Socialista y dar cumplimiento a los 5 Objetivos Históricos que sabiamente delineaste.
Segura estoy que me encontraré contigo en cada ser que sabe leer y escribir gracias a la Misión Robinson; en cada ciudadano (a) bien servido en los CDI, en todo el que tiene acceso a alimentos, educación, salud y recreación; en cada uno (a) de los que hoy tienen identidad; en cada indígena que hiciste visible; en cada vivienda digna ocupada legítimamente, en cada árbol, en cada persona con discapacidad reconocida por su familia; en cada madre reivindicada, en cada desamparado rescatado; en fin en cada hermosa sonrisa de un compatriota venezolano; en los latinoamericanos y caribeños que despertaste y hasta en los norteamericanos que recibieron tu solidaridad; y te recordaré en cada una de tus sabias enseñanzas. Vivirás en nosotros como el más grande, el hombre con temple de acero y corazón de miel. Dios te conduzca a tu eterno descanso y nos bendiga con sabiduría, inteligencia y fortaleza. Hasta siempre mi Comandante. No termino de creerlo…
Abogada Bolivariana