Una avalancha de llanto, no es para menos, ha ocasionado la desaparición física del Comandante Chávez. Se nos muere el líder en quien pusimos todas nuestras esperanzas para guiar el proceso de transformación revolucionaria de la patria. Un torrente de lágrimas ha brotado de lo más profundo de nuestros corazones que poco a poco ha chocado contra el muro de esperanzas que el mismo Chávez construyó y consolidó en cada uno de los compatriotas venezolanos, ayudando a contener cualquier duda que pudiera existir sobre el destino de la revolución bolivariana.
Hugo Chávez es uno de los hombres más extraordinarios que ha existido en Venezuela. No es un presidente cualquiera, es el líder quien durante un corto tiempo histórico impactó para bien la vida nacional y latinoamericana. Recogió las banderas de Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez para diseñar y ejecutar un plan a corto, mediano y largo plazo para lograr la mayor suma de felicidad posible para nuestro pueblo. Hugo Chávez abrió brechas, senderos y caminos venciendo obstáculos; acumuló fuerzas materiales y espirituales que lograron frenar el avance del imperialismo norteamericano. Ante el ALCA de los gringos impulsó el ALBA, ante la desunión histórica de los pueblos de América Latina propuso y contribuyó de manera determinante en la creación de la CELAC; la visión de mundo pluripolar la concretó fortaleciendo las relaciones con la gran mayoría de los pueblos del mundo especialmente con América del Sur, China, Rusia, India, Irán, Bielorrusia y África.
Los principios de solidaridad, amor y justicia, fortificados por su ferviente y aferrada pasión por el Cristo de los humildes, generaron un desenfrenado frenesí de admiración y respeto, amor y lealtad entre él y el pueblo. Esto ha hecho que hombres y mujeres de diferentes generaciones seamos herederos de un legado que se resume en un nuevo aporte teórico y práctico para la revolución en Venezuela: el Chavismo.
El Chavismo avanza hacia la victoria plena del socialismo bolivariano. Hugo Chávez rompió los moldes paradigmáticos de la vía para la construcción del socialismo. Los aportes de los clásicos de la economía política junto a la concepción bolivariana e integrada a la visión indoamericana y cristiana dan luces muy claras para avanzar seguros en la concreción del Estado de Derecho y de Justicia como norte estratégico establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Chávez aporta teoría y práctica, organización popular y programa estratégico, factores fundamentales para el triunfo de una revolución y en incontables ocasiones expresó de manera convincente y hasta preocupante lo determinante que es la participación y el protagonismo del pueblo más allá del liderazgo de una persona.
El camarada Hugo Chávez se consumió en el cumplimiento sus responsabilidades y nos preparó para las circunstancias que hoy vivimos en su ausencia física. Delineó las directrices a seguir expresadas en el llamado a la más férrea unidad de los revolucionarios, a la disciplina en el cumplimiento del deber patrio, a la extirpación del burocratismo y la corrupción, a la ejecución del Plan de la Patria, atención inmediata de los justos reclamos de nuestro pueblo. Nos dejó además la directriz para la elección del liderazgo sucesor en la persona del camarada Nicolás Maduro.
El camarada Hugo Chávez se convierte así en nuestro gran timonel y pasa a ser uno más de la legión de nuestros libertadores, por ello no dudamos que será una llamarada eterna encendiendo siempre la lucha por el socialismo bolivariano y la patria feliz.
Del camarada Chávez no nos despedimos. Siempre vivirá en nosotros.
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