El Maestro de Nicolás Maduro

“Mi madre me enseñó a enseñar a otros, cosa bonita esta”

Hugo Chávez Frías

Hace muchos años quedó tallado en mi mente este pensamiento: “Un verdadero maestro es aquel que es capaz de hablar a través de sus discípulos”. Yo, que me inicié como docente hace 45 años, siempre me he preguntado si en algún momento he logrado influir en los pensamientos, sentimientos y acciones de mis discípulos, aunque el contacto fuera de unas horas o unos días. Debo confesar que, a pesar que me he esmerado en ser un buen docente y que he recibido durante todos estos años, muchas satisfacciones y expresiones de reconocimiento y afecto, no creo haber podido lograr este objetivo ¡Qué difícil es ser un buen maestro!

En cambio, veo con entera satisfacción que, Hugo Chávez Frías, no sólo fue nuestro Presidente, sino que siguiendo la trayectoria de sus padres, quizás sin proponérselo, se convirtió en un verdadero e insigne maestro popular. Sus discípulos fueron sus cadetes y subalternos en la Escuela Militar, los compañeros de armas del 4F de 1992, sus Ministros y Ministras, hasta sus hij@s y hermanos. Sobre todo, desde aquel ¡Por ahora! del 4F, ha sido un maestro de todo el pueblo venezolano. E incluso, del pueblo Latinoamericano, Caribeño y del mundo. A ellos dirigió, con amor y empeño, sus enseñanzas sobre la historia y la geografía del país; sobre los valores, la ética y la moral republicana; sobre cómo lograr la independencia y alcanzar la dignidad, que se ha elevado a niveles irreversibles. A ell@s, a todos nosotros e incluso a quienes aún le adversan y lo traicionaron, nos dio lecciones inolvidables de lealtad y amor por la patria, de espiritualidad y sentido de trascendencia. Nos enseñó, con paciencia, que la solidaridad e integración con los pueblos del mundo es ineludible, si queremos un planeta donde reine la paz y la cooperación entre los pueblos, si deseamos ayudar a salvar de la irracionalidad capitalista, a la especie humana. Hemos aprendido con Chávez, que los “pata en el suelo”, los humildes y excluidos, no sólo tienen derechos que deben ser respetados, sino deberes que están obligados a cumplir, si queremos voltear la tortilla para que el pueblo sea el verdadero gobernante.

Tomé conciencia de ello hace mucho tiempo, aunque fue ayer, domingo 17/03/2013, en la entrevista de José Vicente Rangel, al Presidente encargado y próximo Presidente electo, Nicolás Maduro, cuando me convencí por entero que, Hugo Chávez Frías, fue fundamentalmente un maestro que nos vino a enseñar a todos, no sólo con su palabra, sino sobre todo con su ejemplo de entrega y desprendimiento que: Bolívar y Jesús, son símbolos de amor a emular por los pobres de la patria. Dijo Nicolás a JVR: "Del Comandante aprendí la disciplina, autoexigencia, autocrítica y trabajar las 24 horas del día por el bienestar de la Patria". “Para que yo sea Chávez, para que todos seamos Chávez, tenemos que ser todos él, tenemos que estar juntos”. Reconoció Maduro que con Chávez aprendió el mapamundi y ahora, está obligado como buen discípulo, no sólo a hablar, sino a actuar como Chávez, para no fallarle al pueblo, que ahora será su Maestro.

hugomoyer@gmail.com


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