Ni con el 90% de ventaja, esos crápulas, representantes del odio, del vandalismo, actos criminales por lo que deberían estar bien presos; con su población de apoyo enajenada, inoculada con el más feroz veneno, índole egoista, individualista. Industriales, comerciantes, dueños de la economía ,con el apoyo mediático más feroz y del imperio más perverso que ha existido, junto a las transnacionales hambrientas de nuestras riquezas. Esa especie que de venezolanos no tienen nada, con tremendo rabo de paja, ladrones, tramposos; con sus empleados y obreros con la marca del látigo y los castigos con el cepo oprimiéndoles, eso está arraigado en sus pobres almas de esclavos y es imposible que cambien de la noche a la mañana su horizonte oscuro. Los primeros, vende patria; los segundos, arrodillados, nunca han dejado de ser peligrosos. Para ellos no hay porcentaje de ventaja que valga; ellos sólo quieren el poder a costa de lo que sea y lo han demostrado infinidad de veces.
14 años de asalto, de ignominia, de perversas respuestas a un pueblo que lucha por vivir dignamente. No pueden tener otra respuesta, su tendencia es el entreguismo a sus amos imperiales, es la destrucción de la Patria con sus lame suelas, limosneros que se acostumbraron a su plancha de zinc y su bolsita con las sobras con alimentos de segunda calidad.
Rogué estar equivocada en mis apreciaciones en cuanto a esos “neopatriotas” que de la noche a la mañana “razonaron”, luego de catorce años maldiciendo, creando estragos y desasosiego en todo el país; y como si les hubieran tocado su corazón, su mente, y sus sentimientos con una varita mágica , despertaron de repente. Si Luis… Lo expresé en tres artículos recientes. Toda regla tiene su excepción y segura estoy que de ellos, pocos, muy pocos son sinceros. A la prueba me remito
Dales duro, Maduro, que tu eres el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. La pelea es peleando, no más concesiones a esos fascistas. Tienes pueblo suficiente y dispuesto a lo que sea también.
Queremos paz, pero si ellos persisten en sus provocaciones guerreristas, pues también tendrán respuesta.
¡Misión cumplida Comandante Eterno!, y como tú mismo nos enseñaste, la lucha es larga, dura, pero victoriosa.
Mónica Hernández