Ningún imperio capitalista, menos el norteamericano cede mansamente los privilegios de sus aliados locales, ya que estos les garantizan una posición hegemónica a favor de sus intereses económicos, políticos y militares en nuestros países.
En la última década la actuación coordinada de tres fuerzas de ocupación en el seno del proceso revolucionario han dado sus resultados más catastróficos el 14-A: la mayoría de los medios de comunicación privados, el quintacolumnismo y los paramilitares. Desde hace varios años vengo insistiendo en que el único antídoto capaz de detener estas fuerzas de ocupación es la combinación asertiva de tres procesos fundamentales que son: la organización, la politización e ideologización de nuestra gente.
A esta fuerzas de ocupación, en la reciente campaña electoral se sumaron la ineficiencia, el burocratismo y la corrupción en la Administración Pública Nacional, Regional y Local, cuyas señales más evidentes son el abastecimiento, el sabotaje eléctrico y la guerra económica, por cierto, bien aprovechadas por la asesoría de J.J. Rendón al candidato de la ultraderecha en la campaña electoral del 14-A.
Solo una dirección colectiva, formada tecno políticamente, ética e ideológica, capaz de procesar rigurosamente los problemas junto a las amplias masas puede dirigir estos procesos con eficiencia teniendo como protagonista el poder popular, comunas o nada.
En Venezuela la Construcción de la resistencia del proceso revolucionario frente al imperio debe introducir nuevas variables, algunas de estas ya señaladas por el Presidente Maduro, entre las que señalan esta el salir del apoltronamiento en el que se desarrollo la gestión pública, enfrentar la corrupción, el burocratismo y alcanzar la eficiencia, ya que, la derecha y sus dueños imperiales nos acechan sin cesar, con la guerra de cuarta generación y nos pisan peligrosamente los talones, tal como ocurrió este 14-A.
El mejor intérprete de las expectativas del pueblo, el Comandante Hugo Chávez percibió que la gente más pobre además de necesidades materiales requería de una atención amorosa, espiritual y respuesta oportuna, por lo tanto, los gobernadores, alcaldes y todos los funcionarios públicos si queremos ayudar a salvar a la patria debemos abandonar nuestras poltronas y acompañar al Presidente Maduro en su gobierno comunal, en la calle, en su lucha por la mayor eficiencia, contra la corrupción y el burocratismo.
La derecha venezolana y sus dueños imperiales continuarán jugando a la desestabilización, ya se están preparando para el Referéndum, tenemos dos años para organizar la resistencia, rectificar sobre la base de la crítica y la autocrítica revolucionaria se presenta como la mayor demanda del proceso de revolución dentro de la revolución; rectificamos o perecemos.
lazaroroger@gmail.com
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