En su discurso de toma de posesión el primer Presidente chavista y obrero de Venezuela, Nicolás Maduro sentenció, el comportamiento de la oposición política venezolana como “ bi-polar”. Legendario trastorno afectivo-emocional, el cual se reconoce como el padecimiento “maníaco-depresivo”, pudiéndose presentar, otros matices los cuales no necesariamente son del todo negativos. Pueden darse alternatividad; de episodios eufóricos-obsesivos de irracional optimismo-agresividad-alegría-vitalidad-extrema-irritabilidad-inquietud. Todos son cambios emocionales rápidos e imprevisibles, generándose distintos episodios de creatividad o destrucción.
Los avances científicos de dicha enfermedad, comprueban que la afección genética en el sistema nervioso, se presenta con la escases de producción en el cerebro de sustancias neuroquímicas (neurotrasmisores) responsables de los estados de ánimo. Situación que puede agudizarse, causando el deterioro mental progresivo de la persona.
Esta condición se caracteriza por tener un carácter ciclotímico: de lo maníaco a lo depresivo caracterizándose por exagerada tristeza, desesperanza, ansiedad, desgano, pérdida y/o aúmento de sueño, apetito, concentración, memoria, mantenimiento de ideas recurrentes de destrucción, odio y muerte. Todas estas condiciones orgánicas pueden pasar por desapercibidas o mal interpretadas hacia sus fines terapéuticos, desconociéndole los alcances de los inconmensurables daños que pueden acarrear-le al paciente, la familia y la sociedad.
Individuos o familias que son víctimas de la “bi-polaridad”, son proclives a mantener muy bajas defensas psíquicas y emocionales, siendo débiles presas del diversionismo ideológico-político; el cual también es estimulado, por los medios de comunicación. Todo ello favorece al despliegue de la desinformación, la confusión, la duda, la manipulación de todo tipo; la mentira; la promoción de la rabia y el escalamiento al re-sentir social. Situación que al verse estimulada con mensajes; posiciones; actitudes y aptitudes sin ningún tipo de coherencia y sentido verbal en lo que se expresa. Se pierde toda ubicación del sentido de la realidad. Se alimenta más el carácter “bi-polar”.
La enfermiza condición ideológica y política descrita anteriormente, se ha venido estimulando y potenciando por lo que se oye: “yo no dije lo que dije que dicen y dije que lo dije, no sea la verdad o mentira”. Esta perversa posición, de desconocer cualquier tipo de responsabilidad de lo que dijo, asumió y promovió y que no hay forma de adjudicarle responsabilidad porque no la tiene; ha sido la principal característica que ha utilizado, en toda su trayectoria política el candidato de la oposición venezolana Henrrique Capriles Radonski.
Desde el 2002 cuando promovió y actuó con su característica agresividad y violencia, junto a otros ungidos por el imperialismo, para dirigir el fascismo en Venezuela, de nuevo en otro abril, eleva sus peticiones subversivas, las niega y se hace presente con la promoción de otros tantos actos de terrorismo y desafueros in-humanizados. Actos vandálicos que no tienen parangón en la historia de cualquier país en guerra, como lo es destruir centros de salud y hospitalarios, acosando emocional-mente a sus pacientes y lamentable-mente enlutando a varias familias venezolanas.
Diluir su presencia, sus responsabilidades y evitar injerencia directa jurídica, en desafueros subversivos que los venezolanos hemos vivido en este abril, es el otro gran objetivo de Capriles Radonski. Esta intención es concurrente con la posición intervencionista de los Estados Unidos, quienes invisiblemente ponen en marcha otra intentona más, de golpe de estado contra Venezuela. Libreto de éxito que tuvieron en Siria y Libia. Este guión o trama, lo obtuvieron, sabiendo persuadir e inducir, el odio, la so-sobra y muerte, sobre los actos terroristas de dudosa autoría. En el caso venezolano, sin justificación real alguna, pareciera nos empujan a desencadenar una guerra civil en nuestro país para acelerar una intervención extranjera, emulando la primavera árabe.
La mayoría de la sociedad Venezolana desea, anhela la paz y el trabajo. Entiende y les exige a las altas autoridades del poder judicial venezolano, aceleradamente, aperturar un antejuicio de mérito a Capriles Radonski. De nuevo, en abril del 2013, nos sobran los delitos porque impugnarlo: instigación a la desobediencia; al odio; al agavillamiento e información falsa; rebelión militar; son solos algunos de los delitos, por los que entendemos Capriles Radonski debe ser enjuiciado. Así mismo confiamos en que no habrá impunidad, ante los autores materiales e intelectuales de los crímenes y desmanes ocasionados.
Otra inmediata acción revolucionaria que debemos tener presente y que toca en alguna medida condiciones de “bi-polaridad”; es el exigido análisis en la merma de los votos revolucionarios en las pasadas elecciones presidenciales del 14 de Abril. El habernos quitado o movilizado nuestros sufragios y no corresponder con las causas de avance y consolidación de nuestro proceso, nos desubican en el actual momento histórico. Ello refleja poderosas razones de confusión y de no entendimiento en nuestros logros, como también en la propuesta socialista de nuestro plan patria. Muy en particular y como estamos bien inconformes con la arrogancia ignorante y la rancia prepotencia de pretender liderizar una vanguardia revolucionaria, la cual tampoco esta a la altura de las exigencias de nuestro proceso y que no puede seguir siendo permisible a la corrupción, a la cleptocracia, a la burocracia y de hecho a la tanta ineficiencia en casi todo su accionar.
Este es otro gran reto, que todos los venezolanos tenemos, en saber ayudar a la autocrítica y critica constructiva y pro-positiva como lo ha solicitado el Presidente Nicolas Maduro y su alto gobierno. Muchas son las conjeturas por investigar, analizar y dialogar, nos sobran interrogantes, todas pasan por la necesidad de profundizar la participación; de crear espacios donde se destaque o destaquen, el sentido de las verdades que debemos urgente y colectivamente con respeto debemos transitar.
Una de ellas, es la cultura por la ideología de los cambios emergentes que debemos transitar en al construcción de nuestro eco-socialismo, sin ella no puede haber el sentido de compromiso y pertinencia, por las tantas causas que empujan las verdades y condiciones revolucionarias que el bolivarianismo ha creado y que son las bases por volver a recuperar el encantamiento en los otros, que nos más que nuestras ideas libertarias, para defender y seguir haciendo patria. Todo ello para definitivamente emprender la lucha contra el diversionismo ideológico-político que estamos viviendo y debemos superar. Enemigo de toda la eficiencia o nada, que también nuestro alto gobierno y el pueblo venezolano más que nunca, reclaman!!!!!.