Cianuro en gotas III

Nunca es demasiado insistir en que dos temas van a decidir el resultado de las elecciones del 8 de diciembre: inflación e inseguridad. Ambos sólo se resuelven con medidas policiales, represivas, contra delincuentes comunes o de los que se disfrazan de comerciantes. El gobierno parece esforzarse con denuedo para perder el 8D. Los pajúos alejan a la clase media con el impopular robo a quienes portan armas legalmente, sin que se adopten medidas eficaces para hacerlas innecesarias, es decir, encerrando hampones. Simultáneamente, el cortesano Rasputín amarra al Indepabis, negocia alzas de precios con gremios generosos sobornando e impide actuaciones eficaces contra el empresariado especulador.

En Miami hay un verdadero “cambio de gobierno”, como dicen en la jerga carcelaria cuando derrumban a un pran. La pelea es entre Nelson Mezerhane y Eligio Cedeño, choros que huyeron de Venezuela con millones de dólares robados a través de sus bancos. Por ahora, la pelea por el control la está ganando Cedeño, que suelta dinero con más generosidad que el Turquito, famoso por su mezquindad. Ambos se están peleando por controlar los medios de comunicación. Ambos cortejan a uno de los palangristas más desacreditados de la chivera política latinoamericana: Casto Ocando.

Los palangres de todo tipo por parte de Casto Ocando fueron tan graves que lo botaron nada menos que del Miami Herald. Cada día llegaban varias cartas a la redacción de ese periódico, quejándose por los guisos de ese hampón disfrazado de periodista.

Es increíble que tras años de haber sido aprobada, no haya un solo preso, ni uno solo, por la ley contra la especulación. Bastaría con unos pocos empresarios tras las rejas para que el resto coja mínimo. Así operan las leyes penales en todo el mundo: el miedo a la sanción.

Si no fuera porque esa estupidez está causando muchas muertes, daría risa la aprobación de la ley desarme. Un Estado incapaz de desarmar a los presos, nunca podrá hacerlo con hampones en libertad. Es risible ver edificios como el Manaure –joya arquitectónica en Sabana Grande-, esté controlado por choros que se exhiben portando varias armas. Estos pintorescos “vigilantes informales”, deciden a quién dejan entrar. Habitualmente portan armas largas automáticas, además de pistolas y revólveres. Unas semanas atrás, el CICPC le dio su merecido a tres hampones que corrían a refugiarse en ese edificio.

La falta de reflexión de las autoridades, y su sistemática negativa a rendir cuentas, hace que puedan repetirse canalladas como la suspensión vacacional del porte de armas durante los fines de semana. Aunque no es científico atribuir el hecho a esa medida, la realidad es que los fines de semana con suspensión de porte fueron los más sangrientos del año. Increíble que funcionarios que dicen formar parte de un gobierno con democracia participativa, se nieguen a explicar y hablar de resultados. Es típico que un pequeñoburgués no se rebaje a rendirle cuentas al pueblo. A individuos como el Tareck el Aissami o la Soraya al Hachkar les basta con su sabiduría y sienten que no le deben explicaciones a los ciudadanos.

Mientras Henrique Capriles Radonski anda dando declaraciones e increpando al gobierno por supuesto mal estado de las escuelas, en Miranda hay frecuentes protestas por la situación de las escuelas dependientes de la Gobernación. Esos planteles que maneja el Enchufado Oral no tienen pupitres y se están cayendo a pedazos tras años sin ningún mantenimiento.

Los periódicos pequeños, especialmente los chavistas, están al borde del cierre por falta de papel. Un increíble descuido permitió el desabastecimiento de un rubro estratégico como éste. En el interior de Venezuela ya han desaparecido varias publicaciones revolucionarias por esa causa, y otras más desaparecerán, pues las imprentas, con la excusa del papel, multiplican el costo de imprimirlas.

El Ministerio Público y el CICPC están en grave mora con la ciudadanía. Ya transcurrieron casi seis meses desde que en Maracaibo un asesino, manejando un camión, arremetió en la noche del 14 de abril contra un grupo de chavistas, que festejaban el triunfo de Nicolás Maduro. El criminal, además de herir de gravedad a varias personas, causó la muerte de la niña Verónica Báez. Esta joven, de apenas 12 años, sufrió una prolongada agonía y varias operaciones, incluyendo la amputación de una pierna. Ni por lo fácil del caso ni por la crueldad y el sufrimiento generado por esa acción criminal, aparece el culpable. La gente está convencida de que el CICPC sí descubrió al homicida, pero éste se bajó generosamente y los policías echaron tierra al asunto.

Con inusual frecuencia, Haifa el Aissami Madah, embajadora de Venezuela en Holanda, viaja desde La Haya al paraíso fiscal de Luxemburgo. Pese a que es un viaje largo (unas 4 hora y media), lo hace en solitario, regresando el mismo día. Esta “diplomática” es hermana del Tareck el Aissami, gobernador de Aragua. Luxemburgo es sede de muchísimos bancos y su legislación permite el más absoluto secreto sobre las operaciones.

“Epa, camarada marxista leninista” gritaba a voz en cuello José Guerra a todo el que veía, tanto en Cumaná y Carúpano, como ya trasladado a Caracas. El antiguo guerrillero verbal es hoy el más neoliberal y derechista de los economistas. Actúa con el fanatismo de los conversos, si bien esta “conversión” fue a punta de reales (no demasiado, se vende barato, aunque regalado es caro).

Como es lógico, Venezuela no tiene el monopolio de la imbecilidad. En Perú, los comeflores que desgobiernan con Ollanta Humala, también quieren robarle las armas a los ciudadanos que las portan legalmente. El impopular mandatario peruano se está quedando sin el escaso apoyo que tenía en la clase media (en los sectores populares lo perdió hace tiempo por su neoliberalismo), por sus prejuicios de militar contra las armas en manos de civiles, en un país que es por lo menos tan violento y peligroso como Venezuela.

Cianuro en gotas apareció en diciembre de 2001, cuando la debilidad mediática del chavismo era absoluta. Lo elaboraba la misma Unidad de Análisis que aún ayuda en su preparación. Actualmente, hay un cerco electrónico contra el periodista Alberto Nolia, promovido por Tareck el Aissami, quien intenta silenciarlo en los medios digitales, tras haber logrado el cierre de Los papeles de Mandinga en VTV. Es un claro e inconstitucional intento de censura por parte de un funcionario. Para romper ese cerco, agradecemos que envíe estos textos a su lista de correos, esté o no de acuerdo con su contenido.

Nada muestra más la vileza de Tareck el Aissami como sus constantes intentos de silenciar a Alberto Nolia. En la tarde del 24 de septiembre, el narcogobernador aragüeño logró bloquear la cuenta en twitter @MandingaVTV. Varias semanas atrás, el mismo delincuente hackeó esa cuenta y llegó al extremo de enviar un tuit haciéndose pasar por el periodista, en el que le pedía disculpas. Queda clara cuál es la calaña de ese sujeto, su constante vulneración de principios esenciales del chavismo, como lo es el respeto a la libertad de expresión e información. Al mismo tiempo, y por cualquier medio, se continuará enviando información de interés hasta que se logre la reapertura de la cuenta en twitter. Los periodistas serios se meten por la ventana, cuando los delincuentes les cieran una puerta.

alberto.nolia@gmail.com



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Alberto Nolia


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