1
Seguro que los dirigentes de la oposición venezolana se sorprendieron con el contenido del Informe 2013 de Latinobarómetro (si es que lo leen), investigación de una ONG sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile. Por si hubiera dudas sobre la imparcialidad del documento (no faltarán descalificaciones y que se diga que es un producto de encargo del régimen chavista), conviene señalar que el estudio cuenta con apoyo de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), los gobiernos de Noruega y de EEUU, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y Swedish International Develop-ment Agency (Sida). Lo importante del trabajo es su visión optimista. Su contenido es la respuesta al pesimismo crónico que afectó la región. Recoge cambios evidentes, desdeñados por quienes dominan los medios y manejan criterios con los que mantienen sumida en miseria a esta parte del mundo, enervando sus potencialidades. En la introducción se plantea: “En el año 2011 dijimos que la región estaba en una década de paradigma distinto. América Latina disminuyó su pobreza de 44% a 28%, aumentó su participación en el mundo de menos de 5% a 8%. Ha vivido una década sin parangón. 50 millones de latinoamericanos pasaron a ser parte de la clase media; eso es 8% de la población total de la región”. Además -agrega-, “los datos 2013 muestran una región próspera, cada día más educada y demandante, y a la vez una región con altos niveles de desigualdad”. Una primera conclusión es que los cambios se deben a la manera como la gente asume el hecho democrático, por lo que se evidencia que este se ha “vendido” bien a los ciudadanos, y se lo toman en serio.
2
¿Qué pasa en Venezuela de acuerdo al Informe 2013? Que el país está entre los que más aumentaron el apoyo a la democracia (16 puntos), y sube 10 puntos respecto al promedio 1995-2013. La información destaca el apoyo a la democracia a partir de Chávez. En 2000 estaba en 60% y en 2002 sube a 73%. El respaldo popular a la democracia crece en el primer gobierno de Chávez, y llega a 80% en su segundo gobierno. “La elección de Maduro en abril de 2013 -registra el informe- lleva ese porcentaje a un máximo histórico de 87%”. Lo que determina que con la sucesión “el chavismo se muestra muy vivo” (Vargas Llosa dice que en el país no hay democracia).
3
Se trata de un “fenómeno difícil de comprender”, y así lo consigna el informe, que atribuye lo que sucede a que, supuestamente, las instituciones en el país no garantizan los derechos democráticos a la oposición y otras consideraciones. Esta visión no la comparte la mayoría, consciente como está de la existencia de una campaña de descrédito, nacional e internacional, cuyo objetivo es acabar con el proceso bolivariano. Pero la conclusión es contundente: “Venezuela permanece en el ojo de la controversia como el país donde hay la mayor distancia entre lo que dicen sus ciudadanos y lo que dice la comunidad internacional de su democracia”. Es decir, que para los venezolanos hay democracia, y, por ello, es el país que aparece con mayor apoyo a este sistema. Al mismo tiempo, es el más cuestionado por la derecha. Para concluir, hallazgo del informe: “Lo que queda claro en Venezuela es que las actitudes autoritarias han disminuido en el tiempo, alcanzando hoy uno de sus puntos más bajos desde 1955 con 8% versus 21% de entonces. Estos resultados hablan de la sucesión de Chávez y la manera como el Gobierno confirma la existencia de un chavismo que sabe sobrevivir más allá de su líder. Otros datos confirman, por ejemplo; que “el chavismo se consolida con Maduro”. Con esta rotunda observación, que hasta hace poco suscitaba dudas, concluyo. No obstante, copio el siguiente párrafo del informe por su claridad conceptual: “Los venezolanos no están hablando de su calidad institucional y normativa, sino de la manera como la población se siente incluida en la ciudadanía política y social, que son bienes intangibles de gran poder en la región, que dibujan la visión de democracia de muchos pueblos. Chávez le dio al venezolano bienes políticos de los que carecía”. Es lo que algunos no entienden.