¿Cuándo dejamos de amar lo suficiente a nuestras hijas e hijos?

                                                    "Las generaciones del porvenir apenas creerán que un                                

                                                    Hombre como éste, caminó la tierra en carne y hueso". 

                                                                             Einsten refiriéndose al Pacifista Gandhi

Indudablemente que la violencia intra familiar, ciudadana, social, política, económica, deportiva, religiosa, étnica, de género, la violencia en  la Escuela léase en sus distintos niveles educativos-   la violencia comunitaria  o comunal, vecinal, la violencia sindical, laboral,  tecnológica; en fin; la violencia cultural, ambiental y civilizatoria no es inmanente al ser humano, ya nuestros sabios y filósofos de la antigüedad como los Sophistas, Sócrates, Platón, Aristóteles, entre otros,  lo mantenían y le daban a la formación en el hogar y a los más tiernos cuidados de la madre la responsabilidad de formar Ciudadanos virtuosos y de  bien, tanto de alma mente y cuerpo   para  ejercer los cargos de mayor jerarquía social para la época como eran el ser  Militar, Filósofo,  Jurista y los que serían encargados de la Política en la República posteriormente Jesús llegó al mundo para desarrollar su gran capacidad de ternura y de amor, para perdonar y servir a los demásmás adelante Francis Bacon, Enmanuel Kant, Descartes, Rousseau etc.  daban a la formación del alma y del intelecto el más grande de los dones para trascender al Seren la India Gandhi   venció a la guerra y a la violencia con una actitud y pensamientos de paz, silencio, prudencia y sabiduría.pero más cercanos a nosotros y nosotras, tenemos a Don Simón Rodríguez, quien construyó y revolucionó el modo en que se impartía la educación y rompió con la pedagogía documentalista  centrada en dogmas divinos y fé  en la corona Imperial Española, para recorrer la educación de la liberación y de la emancipación, la educación creativa,  la educación viva y daba a los padres, madres y resto de la familia la importancia de atender el fundamento emocional, espiritual y psicológico de las niñas y niños, incluso antes de adquirir un oficioera entonces el desarrollo y adquisición de habilidades ciudadanas para compartir y convivir en la comunidad, que se conoció como la moral y ética de las virtudes del Republicano. El origen era el Hogar y la Escuela dándole peso específico al Maestro de entonces. Era una educación para la libertad, para la creación en el combate de la búsqueda de la Independencia socio política, era una Educación revolucionaria y contestaría a los intereses del estatus  de los Blancos Peninsulares y Mantuanos que detentaban unos el poder político y otros el Poder económico. No es por casualidad que las ideas emancipadoras y libertarias de nuestro Amado Libertador Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacio, fueron sembradas por  su Maestro Simón Rodríguez,  en lo más recóndito de su alma y espíritu rebeldes y visionarios al libertar a nuestro País y   dejarnos una Patria;  que en los  tiempos que corren fuera nuestro recordado Comandante Eterno Hugo Chávez (+) quién la recuperaría y nos la haya dejado para tratar de consolidarla en democracia, en  paz, en unión,  en seguridad, en libertad,  y en felicidad.   

 Pero la dura realidad que está pasando desde hace décadas en  nuestro país en materia de seguridad ciudadana, (esta variable tiene varias aristas causales del problema), tiene o mejor dicho debe verse estructuralmente y moralmente en dos vertientes ambas tristes y desalentadoras como lo representa por un lado el dolor e impotencia de madres, esposos, esposas, padres, hijos e hijas y demás familiares y amigos/as,  ante la pérdida trágica de nuestros familiares en manos del hampa,  pero también nos debe conmover  el dolor de una Sociedad y de un Gobierno y demás sectores socio/políticos que ven cómo se pierden en la espiral de la  violencia e impunidad un sin números de  adolescentes y jóvenes cuyo destino, sin sueños y esperanzas,  pareciera ser que fuera la tríada:  delincuencia-cárcel-muerte. Esto nos hace volver la mirada, en un primer plano  hacia la educación recibida en y desde el hogar. De allí el título de este conversatorio: ¿Desde cuando dejamos de amar lo suficiente a nuestras hijas e hijos?. Es importante contextualizar esta  afirmación en el llamado certero que hiciera nuestro Presidente Constitucional y electo popularmente Nicolás Maduro Moros: vamos hacia la política de la Pacificación, en el marco del Plan  Patria Segura y con mano de hierro donde se necesite es la visión de un Gobernante  que le está imprimiendo humanidad y sensibilización a una política de seguridad ciudadana cuya acepción generalmente en otrora gobiernos traía más violencia para las clases más sufrientes y pobres del País, pero también más injusticia y más  impunidad, que actualmente, pese a los grandes esfuerzos e inversión de recursos a nivel nacional,  persisten la violencia y la impunidad.    

 Muchas niñas y niños, adolescentes y jóvenes  criadas/os en un hogar con violencia al crecer se convierten en reproductores de otro modelo de violencia y pasan a ser abusadores de sus compañeros/as o de sus hijos/as, y van dejando como legado  la violencia de una generación a otra. Es por ello que hoy deseo hacer una serie de preguntas reflexivas y auto reflexivas donde toda madre,  (incluyéndome), todo padre, independientemente de la posición social, laboral religiosa o política se verá reflejado/a y asumirá el papel de la auto crítica de la crítica constructiva, la cual debe llevarla o llevarlo al paso de la toma de conciencia o visibilización del problema  que ha causado nuestras ausencias y omisiones, aunque estas hayan sido realizadas en nombre del amor y del deber.  Ante esas omisiones cariñosas y ausencias afectivas  traigo a colación la expresión de un Vicepresidente del Banco Mundial Argentino, que no recuerdo su nombre (ruego me disculpe)  que en una clase nos dijera: Cuando se trata de tomar buenas decisiones pertinentes y acertadas, válidas y trascendentes, más vale pedir perdón que pedir permiso-  Nunca será demasiado tarde para   sembrar más amor, más sueños, mas esperanzas, más valores y principios,  más respeto, más tolerancia, más constancia  a nuestra siembra de amor más importante para la sociedad, para la Patria, como lo representan nuestras amadas hijas e hijos. Desde ya pido humildemente respeto, si lastimo alguna sensibilidad.

  1. ¿Desde cuándo no te sientas con tu hija o hijo a conocer  sus sueños, conocer que desea ser cuando sea grande, compartir sus pláticas  o monólogos cuando juega?¿Conoces acaso de sus juegos de violencia en la tv o en los aparatos electrónicos. Desde cuando no comentas las películas sobre super héroes externos, sobre las competencias de los malos contra los buenos?
  2. ¿Desde cuándo no le dices que le  amas, que estas dispuesta/o a dar tu vida por Ella/Él. Desde cuando no le demuestras lo importante que han sido  son y serán en tu vida y la felicidad que representan en el hogar y para la familia? ¿Desde cuándo no haces planes y proyectos con tus hijas e hijos de manera equitativa y con respeto a la diversidad de caracteres?
  3. ¿Desde cuándo no lloras con tus hijas e hijos? Compartes sus tristezas, sus desamores, sus frustraciones, su impotencia su ira? ¿Desde cuándo no sales en familia, con amigos y amigas de tus hijas e hijos y sus familiares?
  4.  ¿Desde cuándo no te interesas en las tareas escolares? En el desempeño estudiantil, de los proyectos universitarios, de su estado de infelicidad o felicidad escolar, de la violencia recibida en clase por maestros/as, Directivos/as y compañeros/as de clase, ¿desde cuándo no te reúnes con el personal docente de tu hijo o hija?
  5. ¿Desde cuándo no te interesas con quién sale tu hija e hijo? La dirección en donde se reúnen, y que tareas realizarán en grupo? Desde cuando no tienes tiempo para revisar las tareas  realizadas en otras casas, escuela o biblioteca, acaso lo llamas de manera amorosa para preguntar cómo se siente, cómo se viene y le adviertes los peligros? ¿Desde cuándo solo has venido ejerciendo control riguroso, entregando regalos y reprimendas y dejando ver tv a tu hija e hija más de 5 hs seguidas, creyendo ingenuamente o no  que esa es la solución?
  6. ¿Desde cuándo no le hablas de ética  en el hogar, de la moral de la familia, de los valores espirituales, religiosos y sociales en los cuales se está levantando la familia, de la herencia ancestral de los abuelos, abuelas y antepasados;  que debe cumplir y hacer  cumplir en todos los espacios de convivencia, tales como el respeto, amor, la ternura la solidaridad, la constancia, la honestidad, la transparencia, la lealtad, el disentimiento, el honor, la comprensión y el compañerismo?
  7. ¿Desde cuándo no has asumido tus culpas y responsabilidades de tus omisiones y carencias afectivas y socio emocionales frente a tus hijos e hijas y has llorado, para que al igual ellos y ellas reproduzcan, cuando les toque asumir las responsabilidades, los hechos contrarios a la sana convivencia?
  8. ¿Desde cuándo no te sentaste  en familia hablar sobre responsabilidades en el hogar según capacidad y rol de cada integrante de la familia, de los aportes al trabajo del hogar en comunidad y de sentirse feliz de los compromisos asumidos?
  9. ¿Cuándo has compartido con tu hija e hijo los problemas de la política nacional e internacional, en atención a su edad y capacidades? ¿Cuándo le has explicado cómo funcionan los sistemas democráticos y los valores de paz, unión, integración cuando se trata de defender los más altos intereses de la Patria? ¿Cuándo le has explicado que la violencia verbal física entre ciudadanos y ciudadanas  en sus distintas formas de protesta  social, política y partidista no es democracia, que hay que respetar las diferencias individuales, las capacidades diferentes, las opiniones contrarias, la alteridad y condición humana de adversarios, que debatir no significa irrespeto, que disentir no es humillación que criticar no es descalificar, que perder o ganar  en una contienda hay que tomarlo con honor y dignidad hacia los otros y que practicar la humildad no es falta de hidalguía sino amordime ¿cuándo has tenido tiempo para analizar en familia estos sucesos tan actuales y permitir expresarse tus hijos e hijas y orientarlos en los criterios, valores  y fundamentos  en los cuales cree la familia o las que ellos o ellas consideran es lo correcto, pero con fundamentos sólidos y responsables?
  10. Dime: ¿cuándo te enteraste que tus hijos/as trajeron algo inapropiado a casa como  carro, moto, celulares costosos, juegos electrónicos, armas, ropa, zapatos etc. Has averiguado de donde proviene,  cómo lo obtuvieron, quién se los prestó?... ¿has consentido en tenerlo en casao has insistido en regresar los objetos inapropiados y extender tu orientación hacia otros hogares y familias que a lo mejor desconocen el destino de los mismos?...dime, desde cuando no hablas con ellos y ellas de droga, prostitución homosexualismo, delincuencia, sexo seguro, embarazos no deseados, amor de pareja violencia de género, violencia étnica, violencia contra las personas con capacidades diferentesdesde cuando no descubres las inclinaciones sexuales de tus hijos e hijas?...y en el caso que sea frustrante para ti sus aspiraciones sexuales, has tomado el camino de la ayuda y orientación profesional y no el camino de la humillación, el castigo y la descalificación y exclusión del ambiente familiar?
  11. Dime: ¿cuándo dejaste de amar a tus hijas e hijos que no le das las buenas noches, que no lo llevas a la escuela o a la universidad y le das un abrazo y un fuerte estrechón de manos descargando en ese apretón el orgullo de ser su padre o su madre.dime cuando dejaste de amarlo que no te interesó si llegó a casa y a qué horas, que no sabes cómo actúa fuera del control del hogar ¿Cuándo dejaste de amar a tus hijas e hijas que le has demostrado que una reunión con amigos, que el trabajo, que las fiestas, que  el chateo, que tus parejas son más importantes que ellos y ellas? Ahora dile a tu conciencia  cuando dejaste de amar a tus hijos que se te convirtió en un ser humano desconocido alejado del calor maternal y paternal, inalcanzable para ti y fuera de todo tipo de control amoroso, familiar y social?...
  12. Reprochémonos que  cuando dejamos  de amar a nuestros hijos e hijas, abandonamos la función indelegable, impostergable e  indeclinable de ser madre o padre formador y formadora de conciencia para la Patria, para la libertad para la responsabilidad, para la lucha honesta cotidiana, para que los sueños de nuestros hijos e hijas sean los sueños de la Patria niña de la Patria adolescente, de la Patria Joven, de la Patria adulta, de la Patria Productiva y de la Patria de los abuelos y abuelas.
  13. Cuando dejamos de amar a nuestros hijas e hijos , fuimos perdiendo los mejores confidentes y amigos/as; así como también permitimos que la Patria pierda a sus Ciudadanos más pronto, debemos analizar el problema del desamor, el desapego y la falta de identidad familiar en el hogar como un problema estructural que conduce a graves desviaciones, siendo entonces, prioridad del Estado para formular políticas de Familia bien diferenciadas que actualmente no existen o están sub sumidas en otros programas.la Familia como lo decía Chinoy es la base de la sociedad, pero también es el Centro del amory hoy ni es la base de la sociedad  y está dejando de ser el Centro del AmorUstedes tienen la palabra, todos y todas tenemos el compromiso.

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Marisela Andrade Sierra, madre de 2 jóvenes, abuela de dos nietecitos, a quienes les he dedicado junto a mi pueblo  mis luchas de amor, libertad y justicia. Guardiana del legado de Chávez. luchadora y  Analista  socio Política. Servidora Pública.     Lic en Educación y Planificación (ucv) Magíster en Seguridad y Defensa de la  Nación,(iaeden)

andradesierramar@gmail.com



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Marisela Andrade Sierra

Luchadora y Analista Socio-política. Servidora Pública. Lic en Educación y Planificación (UCV). Magíster en Seguridad y Defensa de la Nación, (iaeden).
Madre de 2 jóvenes, abuela de dos nietecitos, a quienes les he dedicado junto a mi pueblo mis luchas de amor libertad y justicia.

 andradesierramar@gmail.com

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