Según el historiador Tácito, en el año 64 d.C la ciudad de Roma ardió durante cinco días con sus noches mientras, según la versión que del hecho cuenta Suetonio, el Emperador Nerón cantaba el Iliou Persis, el saqueo de Troya.
Como iniciadores de aquellas llamas fueron señalados y perseguidos los cristianos de los primeros tiempos, otras versiones acusan al propio Nerón del incendio. Incendio que con sus llamas arrasó cuatro de los catorce distritos, causando daños importantes en otros siete, dejando devorados el templo de Júpiter y el de las vírgenes vestales, entre otros.
En Venezuela, después del 12F especialmente en las ciudades capitales, en los territorios donde están establecidos los sectores sociales más acomodados vemos como cada noche se practica el ritual de colocar barricadas en las calles con la basura que durante el día se ha acumulado para proceder a incinerarla. Sueñan los causantes de estos incendios que Venezuela arderá como la Roma del 64.
La Sociedad civil, la gente pensante, los sectores de la clase media del país en su mayoría disfruta al ver las imágenes que CNN en español rebota al mundo, donde se trasmiten estos focos aislados de quema y destrucción, obsesionados con la idea de que el efecto mágico de la televisión reproduzca las llamas del Este y las extienda por los cuatro costados de Venezuela.
La oposición venezolana, y para ser más precisos el antichavismo venezolano padece la desgracia de no contar con dirigentes que sean capaces de ofrecer a sus seguidores alternativas que les ofrezcan la posibilidad de conquistar el poder político algún día en el país. Los más esquizofrénicos de sus dirigentes, empujados por el imperio que los financia, apenas a escasos meses de haber aglutinado un importante caudal de votos, le imponen al antichavismo el formato de la violencia, el odio y el fascismo como alternativas para acabar con la Revolución Bolivariana.
Es triste ver como la gente del este, los pensantes, la “gente bien”, la clase acomodada del país se alegra de ver que los incendiarios del este pueden llegar a ser la “salida” al régimen. Parece que soñaran con que las llamas devoren este país, como a la Roma del 64.
Deben tener presente que la gran mayoría, el pueblo más humilde y los sectores más conscientes del país, el chavismo con su dirigencia y su militancia es el apagafuegos que evitará que este conato de incendio se propague en nuestro suelo. No podrá esta vez la planta insolente del imperio, apoyada por sus aliados internos, plagar de miseria a la tierra de Bolívar y el pueblo de Chávez que sabrá derrotarlos nuevamente, como durante 15 años ha venido haciéndolo.
Con Chávez, Maduro y el pueblo vamos rumbo al Socialismo Bolivariano.