En todo acto de la vida es imprescindible la paciencia... ¿Cuantas cosas perdemos producto de la impaciencia, el desespero, el cortoplacismo, etc? La pequeña burguesía por ejemplo es impaciente, se desespera fácilmente, pierde los estribos, se decepciona y cunde en el pánico y desesperación que la lleva a la derrota, sobretodo cuando hablamos de política; la política, que no es una carrera de velocidad sino de paciencia y resistencia es una escuela en esta materia, por eso, los burguesitos que pensaron que, a la semana de iniciar la guarimba, ya maduro caería, hoy no encuentran que hacer... y los partidos de la derecha están dirigidos por burguesitos, hijos de papá, no acostumbrados al sacrificio, mucho menos dispuestos a correr los riesgos de la violencia política, hacen la violencia porque saben que la revolución jamás responderá con violencia, aplicar la ley es la consigna y tener capacidad de resistencia, que de este lado la hay y de sobra.
A nadie se le ocurre dudar del maestro de Maduro y su entorno en la dirección revolucionaria, pero el maestro de Maduro es el mismo maestro de todo un pueblo que ha decidido hacer una revolución y asirse del poder para siempre, por eso Chávez no ha envainado la espada, y creo que no lo hará en años, hasta que la revolución se consolide o el imperio se canse de recibir derrotas, o éste desaparezca como tal, es decir, como imperio y EEUU sea un país grande por sus virtudes y no por sus bombas, o mejor dicho, cuando se produzca una revolución antiimperialista en las entrañas del imperio, cosa que ocurrirá, tarde o temprano, Chávez, Bolívar, Zamora y Martí, envainarán gozosos sus espadas, porque seremos pueblos libres...
El año pasado se sometió a prueba la revolución Bolivariana, ya antes ocurrió en 2002, 2003 y el referendo revocatorio convocado por Chávez en 2004... Aquí el lector se preguntará ¿Pero Chávez no convocó ese referendo? En mi opinión si lo hizo, a pesar de las dificultades de la oposición a recoger las firmas, tan así que usaron los datos de clientes de algunos bancos, y gente que jamás firmó apareció firmando contra Chávez, me consta, pero eso es harina de otro costal, lo cierto es que, visto desde esa óptica, si fue Chávez el convocante, cuando afirmo: "vamos a la BATALLA DE SANTA INES", pues el resultado de la batalla fue absolutamente favorable a Chávez, y haciendo un parangón con la original de Zamora, en lo electoral Chávez atrajo a la burguesía hacia su matadero político. Fue de tal magnitud la derrota que ni siquiera fueron capaces de reaccionar un año después en las elecciones parlamentarias y se lanzaron a la desestabilización haciendo vacío parlamentario, algo que "ni coquito" le hizo al gobierno revolucionario.
¿Qué está ocurriendo ahora? Pues que la oposición se ha creído aquella conseja de que es mayoría, "una mayoría" que matemáticamente no tiene soporte, pero que en la mente de la gente "decente y pensante" es una "verdad" absoluta, aún cuando se contradicen cuando afirman que "la salida" solo es fuera del marco electoral...pero lo más grave es que la oposición venezolana desapareció, ahora las huestes opositoras las dirige Uribe, autorizado por el departamento de estado y una derecha gusanera concentrada en Miami que vía twitter y el Zello dan las órdenes a unos autómatas "pensantes", que de "decentes" pasan a agresivos violadores de toda legalidad que nos lleva a pensar que hay, además de odio, otras sustancias extrañas que ameritarían exámenes toxicológicos para descartar la presencia de sustancias raras en esos jóvenes que auto llamándose pacíficos acaban con todo lo que se le atraviesa a punta de violencia.
Cuadros políticos de la burguesía venezolana han cedido a los más violentos la conducción hacia el abismo electoral y político a una oposición cada día más errática e incoherente, aislada del pueblo. Es algo así como cuando tenemos a un familiar enfermo de la mente en casa, nos vemos obligados a tener paciencia, armarnos de la misma y seguir avanzando. Valga las comparaciones, pero viendo la patria como una gran familia, pues los compatriotas opositores a veces necesitan de nuestra paciencia, que en oportunidades llega a extremos de generar rabia en nuestra propia gente cuando vemos a Nicolás extender una y otra vez la mano a una derecha prepotente que se deja poner un bozal por un imperio en decadencia que no le garantiza futuro alguno a los que por un puñado de dólares se convierten en sus peones pero que con desprecio no aceptan dialogar, pues ellos se lo pierden y la derrota es inminente.
En este orden de ideas, pues con paz y con ciencia, que generan consciencia de paz, Maduro se los ha venido echando al pico políticamente, propinándole derrota tras derrota al imperio que apadrina y patrocina a una oposición destrozada desde todo punto de vista, pero sobretodo desde el punto de vista moral. Algunos dirán: pero si en Libia, Iraq o Siria no han necesitado aliados de catadura moral distinta, eso es cierto, pero eso solo ha funcionado a medias, porque el imperio está empantanado en esos países, metido hasta el cuello en una guerra que no tiene posibilidades de ganar, solo corre la arruga para mantenerse, pero es una guerra que tiene perdida y solo será el tiempo quien hable. Algo similar ocurre en Ucrania y el renacimiento de Rusia y su dignidad... podemos decir entonces que al imperio nada le sale bien últimamente, derrota tras derrota acumula, solo sus poderosos medios de comunicación lo sostiene, a base de engaños y enajenación consuetudinaria con afectos total y absolutamente disociados y envenenados por el despliegue mediático que hace rato dejó de informar para propagar mensajes de guerra imperialista.
La revolución venezolana está venciendo con su fuerza armada unida al pueblo, con una vanguardia que escribe historia; ni una fisura entre los principales líderes de la revolución y eso coadyuva a la unidad del pueblo, la fuerza armada, dado el caso de tres generales, su reacción en conjunto es más que contundente, está con la revolución y convencida de su rol histórico en la misma, que no es "poca cosa"... No hay posibilidades de éxito imperialista en Venezuela y por ende en Latinoamérica, salvo que corra el riesgo de cavar su propia tumba como imperio. La paciencia de Maduro es como para escribir varios tomos y la organización y disciplina del pueblo y la FANB es de antología... ¡Extraordinaria, sublime! Solo vista en épocas en donde se escribe la historia con bordes de oro... pues ese es nuestro caso.