Si me preguntaran ¿Cual es el ministerio más importante de la Revolución Bolivariana? Sin dudas respondería: el Ministerio de Comunicación e Información.
Para ser coherente con mi respuesta, repetiré por enésima vez mi tesis: el socialismo se gana o se pierde en la cabeza de los pueblos.
El Ministerio del Poder Popular para Comunicación y la Información transversaliza, transporta, moviliza, siembra la vida de la Revolución, la existencia y acción del proceso de transformación de la sociedad, la creación de un nuevo imaginario y el cambio cultural.
En el proceso de transformación de las relaciones sociales y económicas se conjugan (sinergia indisoluble) la cultura, la educación, la vida comunal, la comunicación e información.
Es un proceso dialéctico de largo aliento, con grandes objetivos estratégicos, con un mapa y hojas de rutas (Plan de la Patria) en la que se incorpora y participa con protagonismo la voluntad, la creación y la acción del pueblo.
Es un proceso irreverente, de ruptura, creativo, dotado de rigor, frescura y muchísima calidad.
Es en la lucha, en el quehacer cotidiano, en el encuentro del trabajo y las ideas (praxis) como se adquiere y se transforma la conciencia (cabeza de los pueblos).
Creo, que con estas coordenadas burlaremos la tercera ley de Newton y contribuimos a promover la revisión de la política de comunicación e Información de la Revolución.
De nada valen los hierros -medios y las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación- si no tenemos la comprensión política y estratégica que deben nutrir los contenidos de la comunicación, la información, el conocimiento.