Jamás en el campo político y en programa de seguridad del Estado, se puede hablar de percepciones, quizás de muestras sí, que, son convalidadas con el movimiento económico de la zona y el índice delictivo de esa zona territorial. En las colas se oye mucho malestar y es mínimo una opinión positiva hacia el presidente Nicolás Maduro Moros, lo más triste es que la delincuencia se viene hacia los grandes supermercados, como al Central Madeirense La Isábelica del Estado Carabobo, solo basta ir a los comandos policiales y ver los registros de vehículos robados en el mes de agosto y cuantas horas debe pasar un ciudadano en una cola para obtener parte de la vianda diaria, no es cosa de percepción o visualización de una realidad coherente y globalizada que se hace presente.
Como militante y viejo político, no quiero más sacrificios, poco voy a las reuniones de la junta comunal por falta de motivaciones hacia una sola verdad, aplicar el Legado Presidencial del presidente Hugo Chávez Frías, allí en esos contenidos de unos textos de trabajo, nos encontramos con el ejercicio de la verdadera República, es cuestión de hechos políticos favorables a una mayoría y no favorecer a sectores muy limitantes, que, solo conocen las colas de CAVIDI, porque han hecho de las argumentaciones presidenciales el ancla de sus individualismos.
Debemos ir a una nueva concepción ideológica del Estado y no negociar con el Estado Delictivo, quienes son verdaderamente quienes rigen la nación.
Es una transformación cultural y argumentativa de lo que significa el Estado. Los antivalores, se han constituido en un cuerpo de fe, donde el ciudadano es burlado llenando planillas, el cual, muchas veces nunca es llamado, muchas veces es robado en el lugar por la poca cooperación policial en estas reuniones para solventar asuntos legales o de comercio.
Estamos fracturando al Estado en sí, existe un quiebre de los tiempos políticos hacia el individualismo y hay un total desprecio por la gestión del presidente Maduro, por parte, de algunos coaching político que ejercen funciones directivas en las instituciones oficiales.
Hay que abordar la realidad del país, tener una percepción de la verdadera muestra tomada en cada encuesta y llevada a la aplicación estadística, es cuestión de percepción social.
Nos movemos en varios escenarios para descubrir la realidad. Todo se ha convertido en propaganda y publicidad, alrededor de mercados periféricos y supermercados no existen rondas policiales, el ciudadano se encuentra al garete y es atacado por el hampa.
Dejemos atrás la demagogia y la retórica. El Legado, es un manual de compromiso y lucha ideológica para desarrollar al Estado en varias fases o ciclos de trabajo y producción. El doble discurso en algunos personajes históricos de nuestra fauna política nos viene haciendo mucho daño.. Yo, sí entiendo a mi país, no sé el tren ministerial, existen muchos oidos sordos y ojos ciegos. Muchos tratan de imponer el Estado delictivo con tanta negociación con el delincuente.
