Se avecina un acto histórico en medio de una desesperada arremetida imperialista contra Venezuela, la bolivariana, la de Bolívar y Chávez. En estas elecciones parlamentarias la revolución bolivariana tendrá una prueba de fuego que seguro superará sin problema alguno, aunque, a sabiendas que enfrentamos al imperialismo y no solo a los bates quebrados de la MUD, los cuales, entre conspiración y conspiración harán todo lo posible para crear un escenario favorable para el zarpazo a la revolución, lo demás debe ser traducido en una histórica victoria popular contundente y arrolladora. La estrategia imperialista echa mano a los sectores de la burguesía, aún fuertes en el ámbito económico ya que controlan los sistemas de producción y distribución de alimentos y otros bienes en casi su totalidad, aunado a ello se desata la locura para dejar al país sin divisas con las múltiples trampas a través del sistema financiero, no en balde conocen al dedillo los mecanismos para evadir el conjunto de leyes que el pueblo se ha dado en la asamblea nacional sumadas a los decretos ley del presidente Maduro en esta materia que nos fortalece en lo legal aunque en la práctica se producen fallas propias de un proceso como el nuestro.
En este escenario es recomendable analizar ciertas situaciones que nos pueden servir en esta batalla y que tiene una carga ideológica muy importante. La economía venezolana está siendo atacada desde hace tiempo con una serie de campañas mentirosas que se riegan por el mundo e impactan en los ciudadanos: ejemplo los llamados raspa cupos, aprovechándose de las medidas del gobierno revolucionario para redistribuir el ingreso de la patria. No son pocos y pocas quienes por cuatro lochas que le resuelve algún caso puntual se prestan para estas trampas de la burguesía parasitaria venezolana que por sus características conoce bastante de estos temas. Cuantos los mafiosos invierten 100 mil bolívares en un raspa cupo es porque tienen la seguridad de recibir millones con los dólares del pueblo. El gobierno y su estructura social y política deben adelantar una estrategia que no excluya pero que cree la consciencia necesaria para que no se siga desangrando las divisas del país y vayan a parar a manos de estos bandidos.
En el ámbito del suministros de alimentos los burgueses se unen para agredir al pueblo, la especulación se ha desatado por doquier, no se respeta la ley de precios justos y evaden con trampas en la facturación la aplicación de la misma. La mayoría de los productos no tienen el análisis de costos impresos y esto desencadena un espiral especulativo que hace palidecer a los mejores tramposos del mundo, es un robo realmente lo que la burguesía hace contra el pueblo cada vez que coloca los precios de los productos tomando como base el llamado dólar paralelo aún cuando aquí no se importa una aguja con ese fulano dólar. Pero como la burguesía posee poderosos medios de comunicación, para muchos la culpa de la escasez y la especulación se la achacan al gobierno cuando es responsabilidad casi total de la burguesía y sus mafiosos mecanismos. El saboteo es constante y la agresión permanente pero también nos agarran descuidados y desorganizados como para ser efectivos en una estrategia cívico militar que se ve desbordada por la voracidad de los burgueses bandidos, es técnicamente imposible supervisar todo sin un pueblo organizado en sus estructuras de poder popular. No obstante, "todo lo que va a ocurrir bajo el sol tiene su hora", en este orden de ideas pareciera que ha llegado el momento de enfrentar con métodos más eficaces a esta burguesía parasitaria golpeándolos en el bolsillo.
Si el problema de los raspa cupos tiene su epicentro en el sector bancario privado pues es una excelente oportunidad para aplicarle la máxima chavista "ven a mí que tengo flor", sin contemplaciones de ningún tipo, porque si de algo sabe la burguesía es que ellos no concilian con los pueblos, solo ganan tiempo y engañan, La única forma de parar esta conspiración económica es asumiendo frontalmente la creación de un nuevo modelo productivo y distributivo que esté en manos del pueblo a través de sus instituciones gubernamentales.
"vamos a ver si el cambur verde mancha", vamos a ver si la burguesía resiste el contraataque revolucionario directo a sus bolsillos, donde les duele. Radicalizar la revolución es hoy más que una necesidad una obligación revolucionaria, un compromiso con la historia y algo que no se puede postergar.
Otro elemento que requiere ser atendido es la corrupción, la burocracia y los infiltrados e infiltradas en el gobierno revolucionario, "hacen más daño que la propia derecha" han dicho tanto Maduro como Diosdado y no se equivocan. Los infiltrados nos hace un daño terrible, los que se creen dueños del PSUV y de las instituciones que representan, llenas de pequeño burgueses aspirantes a ser algún día grandes burgueses y que facilitan la labor imperialista con sus prácticas contrarrevolucionarias. Debemos tener claro algo, todo corrupto, todo sectario, todo divisionista es un contrarrevolucionario que se pasará al enemigo indefectiblemente.
Para lograr este objetivo el deber es que se sume todo un pueblo, sus trabajadores, sus estudiantes, sus viejos y sus jóvenes en un solo objetivo: garantizar la unidad del pueblo y garantizar que se tomen las medidas revolucionarias acertadas para avanzar hacia la nueva sociedad. Pero la nueva sociedad tiene que traducirse en gestiones eficientes, liderazgos serios y comprometidos con el pueblo, no con grupos tanto políticos como económicos que se van formando en el devenir del proceso.
Ahora bien... ¿Por qué si hablamos de las parlamentarias, introducimos de esta forma el tema? Pues es muy obvio, las parlamentarias y más específicamente la AN tiene que ser el más importante reservorio moral de la revolución; seguir en el mismo camino que ha fraguado excelentes cuadros resteados hasta la médula con el proceso. Sin embargo, una revolución no es estática y necesitamos renovarnos con sangre nueva, joven y comprometida. Hacer los relevos necesarios y que los mismos no causen trauma alguno. De los doce candidatos y candidatas que aparecerán en el tarjetón cualquiera de ellos y ellas podrán representarnos en la AN, de eso no debe haber duda, no obstante, tal como lo establece la democracia, unos y unas ganarán y otros y otras no podrán ser candidatos y candidatas por decisión de las bases. Todo esto seguramente se superará sin trauma alguno, pero es menester siempre recordar que estas internas no se pueden convertir en que quienes tengan mayores recursos aplasten a quienes no lo tienen, para ello sería importante crear mecanismos de asambleas en donde todos y todas puedan exponer sus ideas, su concepto en el marco del plan de la patria, guía de esta revolución. Sin negar que todo plan revolucionario debe ser nutrido constantemente, pero sin caer en el pragmatismo, el plan de la patria es la guía para la acción.
El partido seguramente encontrará la mejor forma de que los candidatos y las candidatas puedan ser conocidos y conocidas por el pueblo, dado que es abierta la elección.
Lo importante es interiorizar que estamos ante un gran reto, derrotar a la burguesía y sus dólares cochinos, sumar voluntades y demostrar al mundo la unidad del bloque revolucionario que frene el decreto Obama y las pretensiones agresivas de la burguesía nacional e internacional para ello hay que ganar por paliza...