El pasado domingo 28 de junio, se escenificaron las elecciones primarias del partido Socialista Unido de Venezuela, para elegir los candidatos a diputados de La Asamblea Nacional, acto pautado para el próximo 6 de diciembre de este 2015.
Ya pasada un poco la euforia de unos y el guayabo de otros con los resultados computados, se pueden inferir una serie de conjeturas en el caso del estado Táchira, para apuntar a lo que se avecina próximamente dentro del propio PSUV, de cara al evento electoral de diciembre.
La elección en los cinco circuitos en que está dividido electoralmente el Táchira, deja claramente evidenciada la aparición de nuevos liderazgos locales, el marchitamiento de algunos otros que aceleradamente caminan en la curva del decrecimiento electoral, el sostenimiento de unos liderazgos donde la maquinaria del partido y su posición política le dan ventajas comparativas indudables, y la baja votación chavista en municipios de su propio dominio.
El ejercicio democrático de las elecciones primarias, cuyo impulso mayor lo recibió del presidente Chávez, aun con las imperfecciones que sigue teniendo, es el camino; abre la compuerta de la posibilidad a que irrumpan en la escena política local, regional y nacional, nuevas caras que refresquen paulatinamente los estamentos políticos; ojalá y más temprano que tarde se acaben las prebendas de los candidatos por lista, y todo el mundo tenga que medirse en elecciones primarias para evitar seguir con algunos resabios y prácticas políticas del pasado reciente.
Mostró este proceso, cómo aparecen nuevos actores locales que sin haber obtenido la victoria en el circuito, se pueden perfilar como los futuros candidatos a alcaldes en sus respectivos municipios, por la significativa votación que obtuvieron mayor que la de los ganadores de los circuitos; por otro lado dejó claras evidencias que algunos candidatos ya están de pasada, hoy sacaron en su propio municipio la mitad o menos de los votos del reciente proceso electoral de alcaldes, y que los electores les están hablando y diciendo con el voto de que busquen otros horizontes; hubo candidatos que creen ciegamente que ellos son los mesías y salvadores, y por suerte simplemente los votos hablan.
Es singularmente importante lo que está sucediendo en el acontecer político tachirense, más temprano que tarde las elecciones primarias dejaran de ser un ejercicio timorato, para convertirse en la columna vertebral de la democracia; este será en un futuro próximo el mecanismo para evitar las triquiñuelas, el padrinazgo, las trampas y las imposiciones, que tanto daño político y social causa.
Es también alentador que este ejercicio democrático de las primarias vaya decantando el proceso electoral local y con mecanismos claros como la cantidad de votos obtenidos por candidato, les impida o los favorezca para volverse a medir en futuros procesos, con esto se evita que se conviertan en unos eternos candidatos, rallando en lo folclórico electoral, como el recordado German Borregales.
El PSUV debe revisar su estructura política regional y municipal, para evitar convertirse en un partido clientelar, donde lo ideológico pasa a un segundo plano; debe ser por el contrario una organización de masas que promueva la democracia participativa, para que prive la racionalidad, la concordia y la tolerancia entre todo el universo político que participa en procesos electorales