El abordaje en “miradas” para construir una especie de ontología –significación del Ser- de la mujer como parte integrante de itinerarios creativos, hechos históricos, tensiones interiores, y las poéticas singulares, representa una de las aportaciones de esta Exposición –Mujer y creación en el arte venezolano 1923-1989- que podemos ver en la Galería de Arte Nacional, bajo la curaduría de Fernando Aranguren, con la colaboración del Museo Arturo Michelena y Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Dicha muestra, cobra fuerza trascendente, cuando estamos en la víspera de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer -con fecha 08 de marzo- puede verse la presencia en la estructura y el orden constitutivo de la Colección, que ha existido, una tentativa de plantearse la interacción permanente entre la construcción de ciudadanía en el orden discursivo, metafórico y simbólico, para prefigurar el Ethos-estético actual, donde no hay forcejeo de correlatos y narrativas obligadas, en esa época histórica y quedan resueltos problemas como la expresión y el reflejo; explayados en momentos especiales de la actividad artística en el país.
Es sumamente amplia la gama de temas abordados. Desde la asimilación de corrientes externas; las presiones del poder establecido; la valoración de lo autóctono y los recursos artesanales; el ensamblaje hasta originales evocaciones en tejidos inspirados la figuración onírica y telúrica de Dalí. Con protagonistas de las artes de fuego y los preliminares del Arte Contemporáneo, se alcanza una importante cúspide, en esta, una periodización no definitiva.
Una pléyade con artistas desde Angelina Curiel, Adela Rico de Poleo, Seka, Tecla Tofano, Reina Herrera, Colette Delozanne, Azalea Quiñones, Ana Jacinta Crespo Báez –Ninon-, Lía Bermúdez, Jeni y Nam y Gaudì Esté, entre muchas. Con principios desde la calidad, temática, interpretamos que la curaduría buscò lo significativo; el simbolismo, para escenificarnos una saga contra el olvido, la omisión, sin caer en la disolución temática y las disonancias de las llamadas Mega-exposiciones.
Una amplia temática que se configurò con la metodología museográfica alemana, de una diacronía extensiva, que en su lucha contra el des- memorización, prefiere “recordar” –de acuerdo a la función cognoscitiva que le atribuye Platón- e indagar, para evitar omisiones. Se gesta así la exposición que se inauguró el 08 de octubre de 2015, y deja claro los grandes hitos del arte venezolano, desde Mercedes Pardo, Belestrini y Dora Hersen para perpetuar, en esta primera “mirada” la configuración de un “todo”, a la comprensión certera de un “orden”, a la percepción de un “sentido”.