Lo mismo sucede con nuestra dirigencia. En este caso, nos referimos a la dirigencia del PSUV…
Escribir se ha vuelto una tarea ingrata. Uno escribe para ser útil. Y, con nuestro gobierno o nuestra dirigencia, es imposible cumplir esa premisa. No les interesa la crítica, ni ninguna recomendación que cualquier persona pueda darles, a menos que esta esté en sintonía con la línea oficial o sea complaciente…
Prevalecen la más absoluta banalización de la política, la mentira sistemática e incluso una gran insensibilidad hacia las necesidades del pueblo, cuando el país pasa por una gravísima crisis económica y no se toman decisiones…
No debería haber un sistema de cambios múltiples como el actual, con el DIPRO (cambio protegido) y el DICOM (cambio complementario) sino debería haber un solo precio para el dólar, fijo o flexible (preferiblemente fijo), manteniéndose – por supuesto – el control de cambios… Uno se pregunta: ¿Qué se está importando con el dólar oficial a Bs.10? El precio internacional de la leche entera en polvo es de US$ 4.000/TM; es decir US$ 4 el kilo. ¿Dónde se consigue un kilo de leche a Bs. 40 o, digamos, a Bs. 80 agregándole los gastos operativos y los márgenes de comercialización? Bajo el mismo criterio de cálculo, con un dólar a Bs. 10, un kilo de arroz blanco tiene un costo, a precios internacionales, de Bs. 7 el kilo (US$ 0.70/kg) y un litro de aceite vegetal Bs. 18 el litro (US$ 1.8/litro). Agregándole gastos operativos y márgenes de comercialización holgados, uno tendría unos precios de venta, al consumidor final, de: Bs. 14 para un kilo de arroz blanco o Bs. 36 para un litro de aceite vegetal. ¿Dónde se consiguen esos precios? Y así sucesivamente para cualquier producto… Preferimos disimular, ocultar, enmascarar la realidad, haciendo referencia a un dólar inexistente a Bs. 10 cuando deberíamos racionalizar la tasa de cambio… Si el gobierno devaluara la moneda a, por ejemplo, Bs. 300/US$ podríamos tener una leche entera en polvo cuyo costo sería Bs. 1.200/kg, un arroz a Bs. 210/kg o un aceite a Bs. 540/lt. Con un incremento del 50%, de gastos operativos y márgenes de comercialización, los precios de venta, al consumidor final, deberían ser Bs. 1.800/kg. la leche entera en polvo, Bs. 325/kg. el arroz blanco y Bs. 810/lt. el aceite vegetal. ¡Y tampoco conseguimos estos precios! ¿Por qué? Porque es el dólar paralelo a Bs. 1.000 el que marca los niveles de precio. Y esta barbaridad es de la única y exclusiva responsabilidad del gobierno. ¿Qué prefiere el gobierno? Seguir hablando de un dólar oficial a Bs. 10, de "guerra económica" y de otras sandeces… Es decir, disimular, ocultar y enmascarar la realidad.
Lo mismo sucede con la falta de decisión para imprimir billetes de Bs. 500, Bs. 1.000 o Bs. 2.000 cuando la economía así lo amerita. O, antes, y todavía ahora, en mantener un precio de la gasolina absurdamente bajo. En el 2005, lo hemos señalado anteriormente, se pusieron en circulación en Venezuela cerca de 5 mil millones de billetes nuevos (la inmensa mayoría de Bs. 100), casi 4 veces lo que imprime la economía de Estados Unidos, y esa impresión masiva y absurda de billetes, de baja denominación, le costó al país cerca de un mil millones de dólares. De nuevo, preferimos disimular, ocultar o enmascarar la realidad con el vano y escaso valor real de los billetes de Bs.100.
O también podemos decir que el gobierno disimula, oculta y enmascara la realidad cuando el BCV no publica las cifras económicas anuales o trimestrales, o el Ministerio de Agricultura y Tierras no lo hace con las cifras de producción y productividad. Son sólo algunos ejemplos de lo errático de la acción de un gobierno que disimula…
Y el gobierno dice preocuparse por el pueblo. ¿Se preocupa realmente por el pueblo? Realmente no lo creemos, demuestra todos los días, día tras día, lo contrario. Y eso indigna, en lo más profundo del alma.
@upp89RQuijada