A lo largo de la historia de la humanidad siempre nos hemos encontrado con intereses de distinta índole que mueven sus garras detrás del trono. El capitalismo tiene sus orígenes en el continente americano con la llegada de Colón. Paulatinamente se constituyeron empresas exportadoras de productos que extraían de suelo americano y eran transferidos a Europa. En el siglo XX con el inicio de la primera guerra mundial se estructuran fuertes conglomerados privados que fortalecen la industria militar, aviación, automotriz etc. El petróleo se colocó a la vanguardia de esas necesidades. El oro y demás metales preciosos han sido materiales sumamente codiciados para el desarrollo del Capitalismo en su conjunto, pero con la llegada de la Internet nacen los Smartphone cuya materia prima fundamental es el Coltán. Hasta el momento los venezolanos hemos sido bendecidos con una tierra que lo tiene todo: agua en abundancia, petróleo (las reservas más grandes del mundo), gas (segunda reserva más grande del mundo), oro, diamante y ahora, nos ubican entre los 7 países en el mundo con la mayor reserva de COLTÁN o mineral de la muerte. El gobierno del Presidente Nicolás Maduro quizá en su calamitoso estado de desesperación por la caída abrupta de los precios del petróleo y el bloqueo de la banca internacional, decidió abrir las compuertas para la explotación minera entre ellas del coltán.
La historia de la explotación del coltán es terrible, al respecto Caddy Adzuba cuando recogió en 2014 el Premio Príncipe de Asturias dijo: "Permitidme pedir cuentas a ciertas empresas multinacionales, que, en la búsqueda de sus intereses han contribuido a asolar a sangre y fuego este grande y bonito país arrebatando la vida a millones de personas y la dignidad y el honor a más de 500.000 mujeres violadas", es la República Democrática del Congo que concentra 80% de las reservas mundiales de coltán. Un solo ejemplo basta para entender el por qué las multinacionales financian guerras en el mundo siempre apoyados por gobiernos imperiales, donde el Presidente tiene razones personales para avalar políticas injerencistas, es así como en la Américan Mineral Fields, George Bush padre tienes grandes intereses. Los países africanos han sido diesmados físicamente, pero a su vez apoyados de acuerdo a intereses propios, Ruanda, Uganda y Barundi apoyados por EE.UU y los créditos del FMI y BM, por el otro Angola, Namibia, Zimbabue, Chad y las milicias Mai Mai. Se dividen y apoyan países, pero, el centro es el coltán y demás minerales requeridos por las transnacionales que han construidos sus mundos en la robótica y comunicaciones. Sería ingenuo pensar que los presidentes-empresarios de EE.UU, Colombia, Méjico, Brasil, Argentina, Perú y demás combo estén interesados en ver a una Venezuela libre de dictadura, su posición responde a intereses de las multinacionales para darle continuidad a 500 años de explotación de nuestra bendecida tierra. Lo quieren todo o nada, no aceptan medias tintas.
Sin coltán buena parte de su "desarrollo" tecnológico no tendría futuro, es por eso que han financiado y siguen financiando guerras, es así como Venezuela tiene que caer en sus garras, de allí que la mano invisible ya no es tal y la violencia desatada en nuestras calles muestra su cara. Desde la noche desgraciada en la parroquia El Valle de Caracas donde los pranes ordenaron saqueos so pena de ser castigado quien a incumpla la orden, luego se incrementan las muertes por disparos desde edificios, hasta llegar a la muerte de un estudiante universitario por impacto de una bomba lacrimógena, todo aceptado por mentes estúpidas que no entienden el origen verdadero de su lucha y son engañados en su buena fe. Los sectores sensatos de la oposición deben tomar las banderas de la paz. El sector gubernamental no puede seguir llamando al diálogo con improperios y a veces con deseos de que no se dé. Las grandes mayorías estamos en el medio padeciendo crisis, trancas, lacrimógenas, llantos reales y ficticios, una guerra mediática sin precedentes y unos tontos útiles que se dejan manipular. ¡Paremos esto o la anarquía nos devorará!
