Leamos; “Más de treinta muertos; el comienzo y la extensión de saqueos generalizados; la palabra "paz" en la boca de los fusiles, y el crecimiento veloz de una dinámica de descontrol y hambre”. Esta descripción de la violencia en Venezuela revela una visión del problema del país, un detalle importante es cuando afirma, “paz en la boca de los fusiles”, pareciera que la organización Marea Socialista planteara un escenario donde los muertos, los saqueadores, los descontrolados, están siendo atacados por los fusiles, que de ellos salen disparos, mejor dicho no hay paz. ¿Será cierto?. Absolutamente Marea Socialista miente, procura sostener el mismo discurso opositor, diría que los emula, procurando desgastar la imagen del Estado, explotando la idea de “represión y muerte, de la violencia criminal”.
Sigue; Y en medio de este escenario, el anuncio de una Asamblea Constituyente sin partidos, ni clara participación ciudadana universal, sin que se respete la consulta al pueblo en un referéndum”. Aquí distorsiona la política del gobierno Marea Socialista, primero porque la convocatoria a constituyente ocupa todas las organizaciones sociales, incluida los partidos políticos, puesto que el llamado del presidente es hacia una constituyente obrera, comunal, campesina, femenina, empresarial, eclesiástica, lo más social posible, pero también, más allá de lo sectorial, vale decir territorial, ampliamente social, democrática, consultando con el “Poder originario”, en las bases sociales, en el seno popular.
“Esta iniciativa del gobierno, al contrario del proceso constituyente que llevo a la elaboración, debate y sanción de la Constitución del ’99, que contó con la participación activa y mayoritaria del soberano, …” ¿porque es así’, a diferencia de la anterior que fue una “constituyente partidista”, la de hoy es la más profunda, socialmente constituyente, la más democrática de nuestra historia constitucionalista, aquella constituyente la de 1999, antes, no existía el derecho a la constituyente en la Constitución de 1961, por tanto se le consultó al pueblo, a la Constituyente de hoy no se le consulta al pueblo, si hace o no constituyente, la constituyente en si misma es la consulta directa, es un método democrático, mucho más que la democracia representativa electoral.
Marea Socialista supone: “Además hay en ella una nueva violación a la soberanía popular: al no convocar a un referéndum consultivo para validar la realización de la Constituyente ni tampoco para que luego de finalizada, sea el pueblo quien la apruebe o rechace, así la maniobra se vuelve clara y transparente. Ya que, como señala el artículo 71 de la misma, para las grandes decisiones debe realizarse esa consulta y de lo que se trata en este llamado "proceso constituyente", y el mismo gobierno lo afirma, son grandes decisiones las que se deben tomar. Así se desprecia por completo la experiencia y la tradición en cuanto a la metodología del proceso de convocatoria a la Constituyente del ’99”.
Hemos aclarado las diferencias de situaciones, los limites jurídicos para aquel entonces, los impedimentos de la Constitución de 1961, ahora corresponde cuestionar “el referéndum consultivo frente a la constituyente”, recordemos; “Referéndum para la Convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, fue un consulta vinculante celebrada el domingo 25 de abril de 1999, fue promovido por el expresidente de la República Hugo Chávez, que mediante un decreto ejecutivo y después de la aprobación de la Corte Suprema de Justicia y revisión del Consejo Nacional Electoral, realiza dos preguntas a los electores, básicamente referidas a la sustitución o No de la Constitución de 1961 por una nueva y la aprobación de las bases del funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente”.
Hoy no se pregunta por una “Nueva Constitución”, tenemos una crisis política eso si, entre el poder ejecutivo y legislativo nacional, la salida frente a este hecho, la Asamblea Nacional Constituyente, ahora bien “el referéndum consultivo” aplicaría si realmente el objetivo de la Constituyente del 2017 fuera una Nueva Carta Magna, una Nueva Constitución, un asunto trascendental más allá de la capacidad del estado para resolver, para tomar una decisión que comprometa al gobierno, pero no lo es, en todo caso, corresponde al Consejo Nacional Electoral conociendo la existencia de la figura constituyente, además dado que no se viola con ello, la soberanía al convocar al poder originario, sabiendo de su participación en la asamblea nacional constituyente, por tanto, es el pueblo quien acepta o no, quien propone, avala y vota.