La Paz y la guerra son estados de conciencia, por lo tanto, toda dictadura o régimen democrático, reclama sin saberlo, su monopolio de la estupidez, conozco pueblos en mi patria que viven en plena Paz, sin pasar por la Constitución y leyes escritas. Pero, Venezuela, está escribiendo su historia sobre dos escenarios, uno muy conocido donde nos debatimos diariamente y, el otro muy sutil, peligroso, que puede acabarnos, sin darnos cuenta y está llamado por la oposición incendiaria. A ellos, no les conviene aplicar la política neoliberal y parecen muy desaforados., quieren que todos asumamos el camino del fraude, engaño y la falsificación de la convivencia.
Desde hace tiempo, escuchamos sobre una incertidumbre política continuada y que, los militares buscan cada día controlar más el poder civil, aunado al deterioro económico, el cual es protagonizado por los Bachaqueros, cuya misión es paramilitar y fin es generar crisis en todos los sentidos
Simbólicamente también, se lo advirtió Trump a Maduro con el ejemplo sirio: puede destruir un alto porcentaje de la aviación venezolana de bases costeras, Miraflores, sin tocar la industria petrolera ni poner un solo hombre en tierra. Ojalá no se dé esa posibilidad. Pero los militares que saben de la guerra y son inteligentes, bien saben que están entrando en un juego geopolítico peligroso, difícil de sostener sin los comités de luchas populares y las milicias a su lado.
Pero cuando a los pacíficos camaradas como Jean Paul Sartre y los de hoy se les confrontaba con los genocidios del comunismo, miraban para el otro lado. Recordemos: 20 millones en la Unión Soviética, 65 millones en la República Popular China, 1 millón en Vietnam, 2 millones en Corea del Norte. 2 millones en Camboya, 1 millón en los regímenes comunistas de Europa oriental, 150.000 en Latinoamérica, 1,7 millones en África, 1,5 millones en Afganistán y10.000 muertes provocadas por el movimiento comunista internacional y partidos comunistas no situados en el poder; además de los 38.000 a 85.000 en España como represión en la zona republicana durante la Guerra Civil Española. Entonces si usted suma ‘organizaciones y discursos de paz’ que producen muertos, algo no cuadra en ese universo matemático.
Nos vamos a dormir. Y muchas personas parecen democratizar la corrupción y tratar el pueblo de estúpido. La actual política venezolana, evoca tanto esperanza como evocación y, debemos aprovechar la oportunidad de generar cambios profundos que abran la posibilidad de implementar mejor la historia y hacer una democracia posible
La incógnita, es como sentarse en los banquillos y aprender a perdonar, para alcanzar el poder. Nadie desea pervertirse, pero el Psuv, debe sanearse de muchas sanguijuelas.
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La última vez que fui a una reunión de la comunidad de vecinos hubo uno que se puso a declamar muy solemnemente como si fuera Martin Luther King. "Anoche tuve un sueño", empezó diciendo. La cosa es que el hombre iba en chándal en vez de en traje. Y no tenía la cara negra sino con venas rojas. Y aquello no era una marcha por los derechos civiles en Washington sino un local de Carabanchel Alto. "Anoche tuve un sueño", dijo el cachondo. Todo para contarnos que quería poner un aparato de aire acondicionado en la fachada del edificio y explicarnos por qué debía seis recibos.
Todos, desean pensar como Donald Trump. Los vecinos son a la vida lo mismo que las patatas son al pulpo a la gallega. No te estorban demasiado, pero si las quitas tampoco vas a dramatizar.
La gente vive obligada en una comunidad de vecinos. Como un mal menor. Como un modo de no echarse al monte, que ya está todo edificado y además nos pilla a hora y pico del trabajo. Se vive de mirilla adentro. Y todo lo que es común nos da igual. Que equivale a decir que nos da un poco por saco.
Al principio hay buen rollo. La colectividad se divide entre los vecinos que tienen hijos pequeños y los que no. Saludas a todos. Los hay que se emperran en hacerse amigos tuyos sólo porque un día les devolviste un calzoncillo (y qué calzoncillo) y los hay que se emperran en hacer deporte. Comienzan a configurarse las bandas. Luego vienen las reuniones de la comunidad y ya no hay más cojones: se empieza discutiendo por un aire acondicionado en la fachada y se acaba con mensajes cruzados que lo van tensando todo, como en la Guerra Fría. O no tan fría.
Debemos desterrar ya, al movimiento opositor, es un mes de guarimbas y ver personas conocidas saqueando.
A los diplomáticos norteamericanos destinados en América Latina les llama la atención la situación de Venezuela y preguntan mucho sobre ello. Desde su prisma de ciudadanos de un país aglutinador no entienden bien lo que está pasando y requieren claves para que les descifren este asunto que tanto domina la política norteamericana. Aunque forma parte de su trabajo, el interés que suscita nuestro territorio es suficiente consuelo,
Nosotros, defendemos nuestra soberanía y tenemos una agenda política que desea encontrar su lado positivo para expresar criterios en un ambiente de Paz y dialogo, porque estamos comprometidos en nuestro existir.
Venezuela, debe constituirse abierta a los debates y responder a los paradigmas de la historia y avanzar sin hipocresía a un verdadero proceso constituyente, hay que aislar a quienes se creen dueños y amos de los territorios políticos. el Estado algunas veces, prefiere mantener esa amenaza narcoterrorista como latente con el único fin de distraer la atención nacional ante cualquier coyuntura crítica. Las autoridades defienden constantemente la institucionalidad democrática del país, pero realmente pocas son las propuestas que se promueven desde el gobierno central por combatir el narcoterrorismo
Este gobierno ha demostrado que tras casi 4 años en el gobierno no ha aprendido a gobernar. Los procesos de acción de gobierno se desenvuelven en un contexto de interacción con los diferentes actores que se verán afectados. Asunto que Chávezz en su momento logro corregir. Para empezar, se necesita consenso de todas las fuerzas políticas, o mayoría, para emprender una reforma, entendiendo que no toda reforma gozará del respaldo popular. Si lanzas la reforma y no tienes aliados políticos que sostengan contigo el embate de las protestas y descontentos generados por la acción que emprendiste, difícilmente será una decisión exitosa. Luego que toda gran reforma debe ser emprendida por todos los sectores, una acción conjunta de cohorte ideológica, para finalizar, el gobierno cuando ya esté desgastado por los avatares de gobernar, sino cuando goza de la mayor popularidad posible: primer o segundo año de gobierno máximo. Debe ir a una Constituyente y finalmente, la comunicación con la ciudadanía, no a través de spot publicitarios de una página web de algún ministerio sino abriendo canales sinceros de dialogo que te permitan interactuar con la ciudadanía y generar el tan apreciado feedback. Y, la Constituyente nos dará una Constitución para pasar a la VI República.