Uno de las cosas que para nada le gusta a la oposición -y presuntamente odia más- es el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que escribió el Dr. Gustavo Pereira, abogado y Premio Nacional de Literatura, por la sencilla razón de que deja muy en claro que ese gran libro constitucional hecho en 1999, que actualmente nos rige, fue elaborado "con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural...".
Pensamos de esa manera porque, cuando uno los escucha hablar en televisión (¡Cómo les gusta!), lo único que se logra escuchar de ellos -y con coherencia- es que todo lo que cuenta y que tiene valor son los negocios y que lo importante es que el Estado les entregue los dólares y les financie todos los créditos que ellos necesitan.
Si de verdad les hubiese interesado la nación alguna vez, no habrían dejado morir aquellos intentos en los que andaba el conocido empresario criollo, el margariteño Alejandro Hernández, con su "Compre venezolano" y "No importa dónde se nace sino dónde se lucha" y no habrían fortalecido -como si hicieron- el malandraje ese que fue la economía de puertos y que facilitó que muchos manganzones se enriquecieran con los dólares que les entregaba el gobierno y a los precios que le vendían a la gente.
Como es de esperarse, este tipo de personas nada quiere saber de una Asamblea Nacional Constituyente, como tampoco la mafia constructora de edificios residenciales con apartamentos a altos costos y con una mafia bancaria que venía desvaneciendo a muchos compradores y si no es por el Comandante Hugo Chávez muchos habrían perdido sus apartamentos y otro montón de personas más sus autos comprados a precios especulativos.
Ni hablar de la educación, cuyos costos han estado siendo elevados cada vez más y donde no destaca precisamente la calidad. Afortunadamente, la revolución ha abierto otras universidades y completamente gratis y sus estudiantes no solo vienen avanzando sino insistiendo en que la calidad de las mismas sea profundizada.
Y así muchas posibilidades han estado abiertas en este proceso incansable de la Revolución Bolivariana, el cual será potencializado más con la Asamblea Nacional Constituyente, y es que no podía ser de otra manera, porque hablamos de un nuevo modelo de sociedad que cada día se nutre más pese a la guerra en contra. Y es que de eso se trata: un modelo de sociedad que se inclina por la inclusión y la participación de todos los habitantes de Venezuela, que vela por las personas, tanto los pequeños, como los adolescentes, los que se casan, los deportistas, los estudiantes, las personas con alguna discapacidad y por las personas de la tercera edad y toda su salud y, como es de suponer, esto no es problema que le interesen a quienes se inclinan por la voracidad capitalista, porque si fuese de esa manera, no existirían pobres, hubiesen desaparecido las principales enfermedades, tampoco habrían guerras y mucho menos migrantes y las personas podrían vivir con bienestar.
¡De eso se trata, de un modelo de sociedad mejor, que no puede ser sustituido por el voraz capitalismo!
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión) Pedro Estacio [email protected]