En honor a la verdad Nicolás Maduro ha tenido la valentía y no como dicen que representa un “, gobierno culillúo”, ha puesto las cosas en su lugar, primero con la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, con la resolución 155, donde se abolían la Asamblea Nacional, el cual dio suspicacia a la Fiscal de la República, Luisa Ortega en decir que “se había roto el hilo constitucional”, el cual se restauró en todo caso, en su defecto a instancia del Consejo Nacional de Defensa, el cual mediante resolución recuperó al decir exageradamente de la fiscal del Ministerio Público, Dra Luisa Ortega “el hilo constitucional” supuestamente perdido, en ella se destacan:
“los loables esfuerzos del Presidente de la República como Jefe de Estado en la búsqueda de resolver dentro del marco constitucional y mediante el diálogo constructivo los conflictos entre los órganos del Poder Público Nacional, en atención a la independencia, la división y la autonomía de sus distintas ramas; la disposición al diálogo fecundo y exhortar a la oposición venezolana a incorporarse sin demora al diálogo nacional promovido por el Jefe de Estado y acompañado por Unasur, el Papa Francisco y los expresidentes Martín Torrijo, Leonel Fernández y Rodríguez Zapatero y el repudio categóricamente cualquier intervención que atente contra la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la autodeterminación. Los asuntos de los venezolanos deben ser resueltos exclusivamente por nosotros, sin injerencia ni intervención alguna y en respeto estricto a la jurisdicción interna del Estado venezolano”, según el Consejo Nacional de Defensa.
En segundo lugar, la decisión de Nicolás Maduro de aceptar el desafío, irse a contar no sin antes proceder a una dialogo nacional, a debatir el modelo país, el modelo económico, social y político, a despecho de las encuestas, del triunfo en diciembre de la oposición de la Asamblea Nacional, del clima frágil económicamente en el país, del malestar social, los problemas de los venezolanos de hacer frente al costo de la vida, el shock económico que vive el país a causa de la caída de los precios del petróleo, la escasez de divisas, la devaluación, la inflación, la escasez de bienes, la especulación, el bachaqueo, en general por la guerra económica externa e interna declaradas por fuerzas antinacionales, fascista y contrarrevolucionarias.
Desde esta perspectivas nace la propuesta para procurar resolver los problemas del país, mediante el reordenamiento jurídico de la Constitución considerando y la restructuración del Estado: 1. Reafirmación de los valores de la justicia, "de la no impunidad", y que a través de un gran proceso de convocatoria al diálogo nacional, se puede "construir la paz verdadera, la paz con democracia, con libertad, con participación, con justicia; 2. La Constituyente debe ampliar y perfeccionar el sistema económico venezolano "para dejar dibujado e instalado un nuevo sistema económico post petrolero”, avanzar hacia una economía productiva, diversificada, mixta, "integrada e integradora, de economía potencia; 3. Constitucionalizar todas las Misiones y Grandes Misiones creadas en estos 18 años, para afianzar el modelo de justicia social destinado a garantizar el derecho a la salud, la educación, el trabajo, el empoderamiento del pueblo, entre otros aspectos.; 4. Ampliar las competencias del Sistema de Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo, que comprenderá " todo lo que es el sistema policial, investigativo, preventivo, el sistema penitenciario y el sistema judicial" con el establecimiento de nuevas penas para delitos contra personas y contra la República. Constitucionalizar nuevos elementos de una justicia severa. La lucha contra el terrorismo aquí no aparece, contra el terrorismo y el narcotráfico en todas sus formas", por lo que definir los mecanismos para combatir esos flagelos es "una gran tarea además, necesaria y bonita para la patria". 5.-Nuevas formas de la democracia participativa y protagónica, por lo que propuso constitucionalizar el Poder Comunal, es decir, incluir en la Carta Magna nuevas formas de organización como las comunas, los consejos comunales y los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap); 6. Defensa de la soberanía e integridad de la nación y su protección ante agentes intervencionistas. Este punto se vincula a la defensa de la integridad de la República y la nueva visión del mundo pluripolar y multicéntrico; 7. Reivindicación del carácter pluricultural del país, mediante la defensa de la "diversidad cultural de la patria, el tema de la espiritualidad y del recorrido histórico que llevó a un profundo y hermoso mestizaje de todas las expresiones de la cultura y del arte en Venezuela; 8. Discusión planteada en la garantía de futuro de la juventud venezolana, con la inclusión en la Carta Magna de un capítulo que consagre los derechos de ese sector de la población. Por tal razón, el presidente Maduro convocó a los estudiantes sin intermediarios a que participen en el proceso constituyente y 9. Deliberar sobre la preservación de la vida en el planeta, basada en la definición de derechos soberanos sobre la preservación de la biodiversidad y el fomento de una cultura ecológica en el país, indicó el Mandatario Nacional.
¿Qué nos plantea las propuestas del presidente para la discusión política constituyente, la solución del país?. Evaluemos; desde el punto jurídico, “Reafirmación de los valores de la justicia, "de la no impunidad", y que a través de un gran proceso de convocatoria al diálogo nacional, se puede "construir la paz verdadera, la paz con democracia, con libertad, con participación, con justicia”. “Ampliar las competencias del Sistema de Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo, que comprenderá " todo lo que es el sistema policial, investigativo, preventivo, el sistema penitenciario y el sistema judicial" con el establecimiento de nuevas penas para delitos contra personas y contra la República. Constitucionalizar nuevos elementos de una justicia severa”, “La lucha contra el terrorismo aquí no aparece, contra el terrorismo y el narcotráfico en todas sus formas, por lo que definir los mecanismos para combatir esos flagelos es una gran tarea además, necesaria y bonita para la patria”.
Se trata de un nuevo “ordenamiento jurídico”, que prevea nuevos delitos tales como guarimbas, terrorismo, narcotráfico, bachaqueo, uso de armas químicas (puputov), protestas violentas, entre otros delitos políticos, ofensa a la honorabilidad del Presidente, guerra mediática, falsos-positivos, información distorsionada, manipulación de niños en protestas, atentados contra instalaciones de servicios públicos, etc., todos estos delitos entre otros deben ser sancionado con penas severas, no se pueden violar los derechos de otros ciudadanos, como el libre tránsito, de circulación, etc. vale decir estos flagelos sociales sumados a los económicos, como especulación, sobreprecios, ocultamiento de los bienes, entre otros aquellos que atentan contra el derecho de los consumidores, el acceso a los alimentos y medicamentos. No cabe impunidad para estos delitos, se debe proteger a los ciudadanos por lo que la Constituyente debe aprobar penas severas, castigos ejemplarizantes para preservar el derecho a la paz, la seguridad y protección del pueblo, para ello se debe constitucionalizar nuevos elementos para la justicia implacable y severa.
Sigamos en lo político y en lo social, el nuevo ordenamiento de justicia debe contemplar “ampliar las competencias del Sistema de Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo”, “afianzar el modelo de justicia social destinado a garantizar el derecho a la salud, la educación, el trabajo, el empoderamiento del pueblo, entre otros aspectos”, “Constitucionalizar todas las Misiones y Grandes Misiones”, eso significar resguardar los derechos y las garantías sociales frente a cualquier viraje político del país, contra cualquier política privatizadora, secuestradora que atente contra la dignidad social, el derecho a la justicia, a la paz, es decir “reafirmar los valores de justicia” social. Significa además empoderar al pueblo, incorporarlo al ejercicio de la democracia real, la democracia popular bajo “Nuevas formas de la democracia participativa y protagónica, por lo que propuso constitucionalizar el Poder Comunal, es decir, incluir en la Carta Magna nuevas formas de organización como las comunas, los consejos comunales y los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), vale decir creando un nuevo estado, el estado comunal, base de los poderes públicos, eso equivale a la trasformación del Estado.
En cuanto a lo económico y en lo militar, “la Constituyente debe ampliar y perfeccionar el sistema económico venezolano para dejar dibujado e instalado un nuevo sistema económico post petrolero, avanzar hacia una economía productiva, diversificada, mixta, integrada e integradora, de economía potencia”, eso solo es posible a cuenta de que se preserve la paz en el país, que se sostenga la “defensa de la soberanía e integridad de la nación y su protección ante agentes intervencionistas. Este punto se vincula a la defensa de la integridad de la República y la nueva visión del mundo pluripolar y multicéntrico”, un nuevo modelo económico soberano, independiente, integracionista, latinoamericano, de empoderamiento popular, con economía social, participativa y solidaria.
Finalmente; la “reivindicación del carácter pluricultural del país, mediante la defensa de la "diversidad cultural de la patria, el tema de la espiritualidad y del recorrido histórico que llevó a un profundo y hermoso mestizaje de todas las expresiones de la cultura y del arte en Venezuela; asimismo; la discusión planteada en la garantía de futuro de la juventud venezolana, con la inclusión en la Carta Magna de un capítulo que consagre los derechos de ese sector de la población. Por tal razón, el presidente Maduro convocó a los estudiantes sin intermediarios a que participen en el proceso constituyente y deliberar sobre la preservación de la vida en el planeta, basada en la definición de derechos soberanos sobre la preservación de la biodiversidad y el fomento de una cultura ecológica en el país. Tales son propuestas de Nicolás Maduro para resolver los problemas del país.