Como quien se traga un burro sin eructar, Ramos Allup en menos que canta un gallo logro que el TSJ declarara en desacato la Asamblea Nacional, lo que equivale a que el Poder Legislativo este muerto en vida, y que sus decisiones no produzcan efecto jurídico porque ninguno de sus actos tiene fuerza de ley. En fin, basto apenas un año para que se confirmara que adeco que no sea destructor, se muere chiquito.
Siendo caimanes del mismo pozo, y por sus venas solo corre cianuro, Julio Borges pronto comprendió que no podía quedarse atrás sin emular el caballo de Atila. En tiempo record, el más cobarde de los fascistas, se encargó de volver triza lo poquito que aún quedaba de la MUD. Y como ningún fracasado encuentra quien se apiade de él y le lance el salvavidas, ahora Borges no encuentra como zafarse del cuello la soga que pondrá fin a su frustrada incursión en la política. En el seno de la MUD, en medio de una desesperación terminar, todos se preguntan: ¿Verdad que con amigos como Borges, no hacen falta enemigos?
Y porque el que a hierro mata no puede esperar morir a sombrerazos, los cadáveres insepultos de la MUD saben que tienen contadas sus semanas, que comenzó la cuenta regresiva del principio del fin, y que después del 30 de julio la Constituyente Originaria, con todo su poder plenipotenciario y extraordinario, le hará el trabajo a ese incompetente Ministerio Publico, hoy cómplice y de piernas abiertas a todas las locuras de una oposición apátrida que pronto sabrá lo que es ser sepultada en vida. De modo que mientras sean más estúpidas las "fases" con las cuales engañan a sus escasos seguidores, también será peor el castigo que recibirán de un poder constituyente que no tendrá piedad alguna para pasar factura. ¿O serán tan cretinos los terroristas que estarán pensando que serán bien agasajados?
