Un millón de niñitos se nos muere de hambre y un silencio se duerme contemplándolos.
Jorge Debravo…
Ante el desastre que está causando el huracán del alto costo de la vida este año 2017, en la economía venezolana, son muchos afectados lo que se preguntan hasta cuando será este desastre: ¿Será hasta que la muerte por el hambre nos separe? Con el hambre en ristre, y la arrechera, en medio del sol inclemente de las interminables colas buscando alimentos y medicinas a cuestas, es de humanos que la gente se pregunte: ¿cómo es posible que el país más rico de la América Latina, haya llegado a esto? ¿Quien trajo este desastre a Venezuela, cuando día a día crece el hambre, causada por el alza los precios? La escasez, y la especulación parecen no tener limite en el tiempo, y la gente se desespera ante el alza desbocada de los precios, ya que el dinero no alcanza para comprar los productos, mientras los bachaqueros aplican sin misericordia el modelo comercial importado de Cuba, que hace de las suyas con el pueblo venezolano.
La guerra económica, es un argumento ya pueril que cada día ante la arremetida inflacionaria pierde credibilidad en la opinión pública, ante los argumentos de los voceros que la propagan.
Lo que no podemos esconder es que la escasez se debe a la expropiación de la propiedad privada que producía, todo bajo un sadismo dogmatismo religioso estalinista que reproduce el parasito de la inflación y la escasez como resultado de los perversos controles, expresión de un modelo fracasado del socialismo real en el siglo XX. Resultados en Venezuela la escalada diaria especulativa de los precios e inflación, donde unos vivos (el que comercia y cuenta con los medios productivos y competitivos, y acumulan mayores capitales, ante el descalabro improductivo de las empresas expropiadas) ganan y el pueblo pierde.
El incremento de los precios está alcanzando parámetros nunca vistos en la historia republicana venezolana. Para este año, los expertos en la materia económica dicen estar por encima del 1.000%. La inflación acelera el aumento de los precios en dos sentidos, debido a la poca oferta y su auxilio con la emisión de papel moneda sin respaldo, para medio paliar el alto costo de la vida, pero que de todas maneras conduce al incremento de los precios. Las perspectivas finalizando septiembre del 2017 no lucen nada esperanzadoras.
Con la caída del Producto Interno Bruto (PIB) se estimula la inflación y se convierte en un factor que invita a la demanda. Provocando que el consumidor busque comprar productos aun cuando su precio este muy por encima del precio fijado, a sabiendas que todos los días tiende a aumentar, y donde el poder adquisitivo del bolívar es cada día menos, donde los pobres, compran diariamente los productos que mas necesitan sobre todo los de la alimentación.
Los bachaqueros hacen el trabajo sucio de facilitar la compra de los que evitan las denigrantes colas, evitando que la gente sufra en esas filas de la humillación pero a cambio de un alto precio. El control de cambios es otra perversidad que estimula la especulación y el incremento de los precios. Cuando se colocan bienes en el mercado con el dólar protegido, se estimula la especulación de una manera flagrante, debido a la protección de autoridades corruptas, y de los colectivos del hambre y la perversión. Cuando los importadores no reconocen que importaron a dólar controlado, sino a dólar today.
Todo este despelote ha conducido al deterioro del salario real, contribuyendo a que la sociedad venezolana entre en el proceso de la pobreza que se vivió en el socialismo real del siglo XX. La pobreza crece en Venezuela a un lado de las riquezas acumuladas por los comerciantes que especulan, y que se hacen cada vez más ricos a la sombra del gobierno. Esto está llevando al pueblo venezolano a la pobreza crónica, donde los niños en edad escolar están condenados a no poder desarrollarse de una manera sana. Ya las secuelas comienzan a manifestarse con la deserción escolar. Hoy son muchos los venezolanos que van por los últimos huecos de la correa debido a la perdida de peso. Son muchos los niños que sufren los embates que deja el flagelo del hambre en sus facultades físicas y mentales en el mediano plazo.
¿Que hacer? Cuando la moneda venezolana pierde cada día el valor de ser un equivalente universal para las transacciones más elementales, cuando se deteriora su capacidad de compra deja de ser atractiva. Mientras, el dólar paralelo ha alcanzado un precio bastante elevado que pasa los bs. 20000. La inflación induce a quien tiene bolívares trata de comprar dólares, bienes inmuebles, vehículos, entre otros con una alta capacidad en la preservación de su valor, ya que el bolívar hace tiempo dejó de ser divisa.
Existen muchas contradicciones en el equipo económico del alto gobierno, no se ven mejoras en favor de la gente. Por el contrario, los precios alcanzan unos niveles que harán caer más la capacidad de compra. Los benditos Clap’s son otro fracaso mas, y es rechazado por el pueblo, por que si no eres un jaletis del consejo comunal no recibes la bolsa de comida.
La estrategia gubernamental en materia económica seguirá siendo la misma. Continuará el rentismo petrolero, No se vislumbran cambios para superar la esencia de la política que ha imperado en estos 18 años, y que nos ha conducido a esta catástrofe, ahora sumada con la escasez de gasolina.
Es por eso que esta tragedia continuará, siendo los pobres los más perjudicados, de continuar al frente de la economía una nomenklatura que solo ha estado interesada en preservar sus proyectos personales. No les interesa el país menos el desarrollo nacional, Venezuela requiere de cambios estructurales. El 2018 no puede seguir con los que nos han llevado a esta catástrofe socioeconómica, ya que no se observan intenciones de cambio en esas mentes estalinistas. Se deben presentar nuevas alternativas como esperanzas basadas en un real proyecto de desarrollo nacional.