Comentarios de un idiota: El ministro Menéndez, UNICEF, la desnutrición infantil

El ministro de "planificación", Ricardo Menéndez, cuestionó a UNICEF por denunciar "altos niveles de desnutrición entre los niños venezolanos a causa de la crisis económica que atraviesa el país". El alto funcionario alegó que aquel organismo internacional procedió sin datos que esto "corroboren".

Por su parte el portavoz de UNICEF Christofhe Boulierac, aseguró dijeron aquello basándose en informes de Caritas, institución que señaló "un 15 por ciento de los niños verificados tenían un peso bastante más bajo del que deberían para su edad".

No obstante Boulierac, portavoz de UNICEF, admitió que si bien no se trata de un estudio representativo "es una indicación del continuo deterioro de los niveles nutricionales de los niños venezolanos".

Menéndez cuestiona a UNICEF no haga uso de datos confiables y se muestra tan sorprendido que dijo "nos llama la atención se publiquen notas de prensa con esas características".

Pero UNICEF que reconoce al gobierno estar intentando mitigar la situación mediante el procedimiento de "distribución de bolsas de comida y la transferencia de dinero a las familias más vulnerables", criticó la falta de una "política más coordinada", explicó que tiene personal en todo el país que recaba información sobre ese asunto de su competencia.

UNICEF es un organismo de la ONU que vela por los derechos de los niños que, en su oportunidad, ha reconocido los avances y conquistas que ese sector había alcanzado bajo gobiernos de la V República, como ahora mismo, en marzo del año anterior, cuando reconoció como en este país, por acciones del gobierno, se habían alcanzado derechos como crear el Consejo de Derechos Humanos. Es decir, que es poco creíble que ese organismo y muchos de la ONU, como el relativo a educación, hayan venido actuando con mezquindad y menos inmiscuirse en la conflictividad política interna, ahora se valga del tema nutricional infantil para afectar la gestión oficial y como para que Menéndez diga lo que dijo y anuncie "se le llamará a una reunión para tratar sobre el tema".

UNICEF misma ha alegado no usar cifras oficiales justamente porque estas no se publican, como que no se hace del conocimiento público cifra alguna, al contrario cuando desde el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), Elías Eljuri, solía ser prolijo en informar con cifras cómo andaban las cosas. Era aquella una época, sin duda cierta, en la que el venezolano comía "hasta cuatro veces diarias" y el INE, con orgullo lo hacía del conocimiento público. Y eso nadie lo cuestionaba, ni siquiera la oposición.

Es cierto, las cifras hacen falta. Son indispensables para tener idea clara de cómo van las cosas. Pero no siempre son indispensables para formarse una idea "al ojo por ciento", lo que nunca deja de tener relativa validez. Tampoco es responsabilidad de UNICEF ni ningún otro organismo o persona si el gobierno "prudente" no da cifras. Ver reaparecer, y ahora con más fuerza, aquel fantasma de niños solos o acompañados por sus madres, en la puerta de nuestras casas, donde tampoco hay mucho, por no decir otra cosa, de lo que antes se daba, pidiendo desde una cara macilenta; hallar en las calles muchos de ellos en lo mismo, conocer las cifras de inflación, la insignificancia del salario y no me refiero al mínimo, pese me "estrujen el Clap y los bonos por la cara", escasez, especulación desmedida y ante la como candidez gubernamental, son suficientes indicios para creer que la desnutrición infantil ha vuelto por sus fueros en Venezuela. Como en aquella Venezuela de la IV República, de cuando madres de los cerros de Caracas, alimentaban sus niños con teteros de perrarina. Ahora ni siquiera eso es posible, porque si algo es caro, es el alimento para perros. Por algo, de aquella etapa para acá, el capital nacional e internacional, logró imponer hasta entre los pobres el deseo y necesidad de tener un perro, no cuidador de la casa, ladrador, mordelón y comedor de lo poco que sobrase sino una "mascota", que merece tanto o más cuidado que los niños mismos. La televisión ocupa tanto espacio para publicitar alimentos por demás costosos para perros, que a uno casi le convence de tener uno hasta para mecerlo en la cuna. Vean cómo tal esfuerzo no se dedica a las gallinas que ponen huevos y aquellos animales que nos brindan la posibilidad de comer carne y tomar leche, sencillamente porque había que crear una necesidad artificial y abrir un nuevo mercado. ¿Acaso el gobierno no tenía, porque dudo no que ya no la tenga sino que cumpla con ella, también su misión Nevado?

El ministro Menéndez sabe tanto y más que uno "cómo se bate el cobre" y lo que dicen esas cifras ocultas, que él las tiene y le espelucan el cuerpo, pero que uno por simple deducción o estableciendo relaciones, también llega a conocerlas. Quizás sea por ese estado de ánimo, el alto funcionario del cual estamos hablando al tratar de explicar la actual coyuntura venezolana, desde una perspectiva que no entiende, dijo lo que sigue, según la fuente que envió el reporte y que mantengo en reserva:

"Parte del tema nuestro será restituir el tejido conectivo que ha sido roto por la falta del colágeno financiero, el cual se ha visto debilitado por un deficitario sistema inmunológico del Estado por culpa de la invasión de radicales libres que han atacado la economía, facilitado en gran parte por una hemoglobina muy pobre en glóbulos de inversión extranjera causada por una tensión nerviosa de los mercados en el marco del más feroz ataque del imperio de los hematocritos y cuyo último coletazo es el desequilibrio en la homeostasis social, lo que ha ralentizado y desacelerado el metabolismo del aparato productivo y su consecuente anemia de sangre fresca en el torrente del sistema financiero, fácilmente observable a través de la tomografía con la que controlamos las desviaciones del aparato digestivo nacional".

¿Usted entendió? ¿Sí? Le felicito. Le agradezco me envíe la traducción.

Es muy bueno que los ministros o cualquier alto funcionario de gobierno vayan, por lo menos una vez a la semana, al mercado y compren con su sueldo, no con entradas distintas, para que se formen idea exacta de la gestión que realiza o en la que participa. O como se bate el cobre.

Bastante se sabe, no sólo por la prensa, porque esta podría venir sesgada y ello abunda, que en los hospitales hay altísimos registros de niños desnutridos, aparte de lo que ya hemos dicho, basándonos en cifras, relativas al salario, el costo de los alimentos y la inflación en general. Por ejemplo, ahorita mismo, el cambur, fruta que en Venezuela hasta nos se comíamos tres en cualquier sitio mientras hacíamos mercado, cuesta cuarenta mil bolívares el kilo; o sea – este me vino como al pelo -, de gratis, consumíamos cerca de lo que ahora vale treinta o esos cuarenta mil bolívares. ¿No sirve este indicador? Es más sencillo entenderlo que lo dicho por Menéndez, eso de "restituir el tejido conectivo por falta de colágeno financiero".

Quizás Menéndez, tratándose de UNICEF, que bien sabe no le hace la guerra, quiera decirle "tampoco me eches la partida para atrás" o no hables de un tema tan sensible que deja mal al gobierno y a mí como encargado de planificar todo lo que él haga. Y siendo así, es como muy humano y uno debe respetar, por razones también humanas, el "derecho a pataleo".

Si uno se despoja de bajas pasiones y la rabia que da ver a alguien metiendo la pata centímetro a centímetro y uno no desee eso, termina por entender a Menéndez y hasta compadecerle. ¿Cómo puede sentirse alguien que cree planificar una revolución social, que hasta llama socialismo o en transición hacia ese estadio, cuando UNICEF, no la MUD o una ONG financiada por EEUU, advierte que, en el país donde cree aquel sueño se cumple y por gestión suya, crece desmesuradamente la desnutrición en la población y, para mayor gravedad y tristeza, en la infantil?

pelicanocibernetico@hotmail.com



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Armando Lafragua


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