Cuando se habla de endógena, se refiere a aquello que se forma o engendra en el interior de algo, como la célula que se forma en el interior de otra.
Con los resultados electorales del 20 de mayo, la revolución le ha otorgado al Presidente Maduro el Poder para revisar internamente quienes han colaborado con su gestión y quienes han aportado su grano de arena para la destrucción de la economía y el proceso revolucionario; como muy acertadamente lo manifestó la colega Abogada, María Alejandra Díaz, en entrevista que le realizamos la semana pasada en su visita a Nueva Esparta; donde se refirió al llamado que siempre hacia Maduro a que no lo dejáramos solo, pidiendo que no lo dejemos en manos de algunos personeros que como jauría han querido acabar con él y la revolución.
Comparto en todo el planteamiento de la camarada Díaz, quien también ha dicho: "Hay que identificar quien es leal de corazón y el leal por el momento. Estos interesados destruyen desde el corazón el proceso revolucionario, sembrando desconfianza y rabia en la gente, y estos están desde la más pequeña estructura como los consejos comunales, hasta la más alta esfera gubernamental".
Lamentablemente hay funcionarios que le encanta un "jala bolas", término referido a quienes en la antigüedad cargaban las bolas de metal a los pranes en las cárceles. Esa adulación que le encanta a muchos los lleva a rodearse de gente incapaz que solo invierte su tiempo en decirle: "Jefe usted es el mejor político; que falta hace; sin usted esto no funciona; lo está haciendo de maravilla; esa decisión es la más acertada"; y lamentablemente llevamos a ese funcionario al más rotundo fracaso y rechazo institucional; pero cuando el fracasado se va y ponen a uno de altos quilates, éste cae también a merced del "jala bolas"; por eso muchas instituciones no funcionan o algunas obras o proyectos son un fracaso.
A los que combatimos la corrupción nos atacan propios y extraños, descalificándonos, evitando que ocupemos algún cargo público, hurgando nuestra vida personal, que como columnistas de opinión y de mucha polémica como "El Acidito"; o "La Anticorrupción como se llamaba otra columna nuestra, es totalmente pública, así como nuestros bienes. Mis hijos han tenido una existencia muy amarga viviendo mis vicisitudes y calamidades por enfrentar la corrupción a altos niveles, incluso mis padres no han parado de sufrir; pero esa condición y esa aptitud me la enseñaron desde chiquito llevando correazos cuando consideraban que me estaba portando mal; esa conducta de honestidad nos ha llevado a tener más enemigos que amigos, pero seguimos caminando por todos los senderos con la frente en alto y orgulloso de lo que hemos hecho.
Presidente Maduro, siga adelante y corte la cabeza que tenga que cortar; estoy seguro serán muchísimos mas los que lo aplaudan y apoyen, que quienes lo ataquen por ver sus emporios destruirse.