Años atrás la única normativa encargada de resolver los conflictos en materia de Inquisición de Paternidad era el Código Civil; actualmente existe la "Ley de Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad"; donde el procedimiento de reconocimiento de paternidad se realiza ante el Registro Civil competente, excluyendo los casos en los que sea necesario realizar el Juicio de Inquisición de Paternidad.
Si el Padre no presenta al niño desde su nacimiento, el funcionario del Registro Civil deberá realizar el acta de nacimiento respectiva y notificar a la persona señalada como padre, a los fines de que se presente para que reconozca o no su paternidad.
Si la persona señalada como presunto padre negare la paternidad, se podrá solicitar que se le practique la prueba de ADN u otra experticia afín. Si los resultados de la prueba señalan que la persona es el padre, tendrá los mismos efectos del reconocimiento voluntario.
Ese dilema se le presentará al Presidente Maduro el 10 de enero de 2019, porque Josep Borrell, ministro de Exteriores en el Parlamento Europeo, entre muchos otros representantes de grandes grupos o países han manifestado: "Maduro ahora y hasta el 10 de enero tiene la legitimidad de unas elecciones que nosotros reconocemos, pero el 10 de enero se le acaba ese mandato, y empieza un mandato en base a unas elecciones que no reconocemos". Lo que quiere decir, mi estimado Presidente Maduro, que tendrá que acudir a los mecanismos que establece la LOPNNA; porque estos idiotas dicen, se convertirá en un "hijo bastardo", como le decían a los niños naturales o no reconocidos en nuestra antigua legislación. De repente el señor Borrell lo dice porque en su condición de español se considera uno de nuestros padres.
Por su parte, William Brownfield, ex secretario de Estado adjunto para la lucha antidroga de Estados Unidos y ex embajador en Venezuela, declaró: "No descarto que de ahora en adelante vengan sanciones aplicadas directamente sobre Petróleos de Venezuela, eventualmente se impondrán sanciones que perjudiquen la industria petrolera, pues la mayoría de las actividades ilícitas y criminales allí están, es por Venezuela. Por razones legales, Pdvsa es la única empresa en toda Venezuela que produce divisas y si vamos a sancionar a Pdvsa, tendrá un impacto al pueblo entero". O sea, no les importa lo que pueda sufrir el pueblo venezolano, por supuesto, de ese sufrimiento no van a separar a chavistas de opositores; he allí el gran dilema que tienen los apátridas dirigentes políticos venezolanos buscando mayores sanciones, pero todo el pueblo los observa.
Cuando estos criminales buscan prebendas, tal como sucede con muchas personas, que incluso dentro del proceso revolucionario dicen ser mas chavistas que Chávez, y se dan de los más honestos, meten chismes de todo el mundo con acusaciones falsas para ganarse unas prebendas por esa jaladera de mecate, lo cual le dura poco porque al comenzar a manejar recursos son los más descarados corruptos que el mundo haya visto; pero dirán que eso tiene sus beneficios; esperamos que así como estos internos, Burrell, Brownfield y sus lacayos disfruten, por ahora, y se retuerzan en enero cuando vean fortalecido el gobierno revolucionario y empinado no solo por seis años de gobierno, sino por muchos más.