El día después

A partir del 4 de Diciembre, las alamedas, aquellas que Salvador Allende evocó, se tornarán más anchas para que desfilen las ingentes masas revolucionarias, participativas y protagónicas, que se integrarán al desarrollo de la patria bonita, socialista y bolivariana y por ende, de la patria grande.

Desde el lunes, Venezuela entrará en una dinámica revolucionaria acelerando la participación popular, dándole más poder al pueblo, blindando el proceso, haciéndolo irreversible.

A partir de ese día, nuevos proyectos para la Venezuela del siglo XXI se pondrán en marcha uniéndose a los que ya lo están, permitiéndonos avanzar rápidamente hacia la modernidad y al desarrollo de bienestar social que nos convertirá, como muy bien ha dicho el presidente Chávez, en una potencia mundial. Pareciera una exageración, pero si observamos como ha progresado el país en los últimos años después de haber salido de aquella debacle en que la oligarquía criolla, en concomitancia con el imperio, trató de sumirnos, veremos que Venezuela avanza a pasos agigantados como consecuencia de las políticas económicas y sociales emprendidas por el gobierno, pero sobretodo por la participación de su mayor y mejor capital, el capital humano.

La manera como en tan poco tiempo este país ha crecido en su formación educativa, política e intelectual, nos hace ser muy optimistas en que lograremos cualquier cosa que nos propongamos.

Continuaremos formándonos en la conciencia ideológica que nos permitirá tener mayor capacidad intelectual, para participar con mayor eficacia política y revolucionaria en el proceso.

Asumiremos la formación del Partido Único que aglutinará, sin fisuras, todo el potencial revolucionario conducente a una mejor eficacia y eficiencia en las tareas por venir y será un arma efectiva contra el clientelismo, la corrupción y el burocratismo.

Reformaremos la constitución modernizándola y corrigiendo los errores y omisiones de las que adolece.

El gobierno tomará decisiones administrativas y políticas en lo que a los medios de comunicación se refiere y las que tiene que ver con poner a la orden de la justicia a aquellos apátridas que pudieran estar incursos en conspiraciones fascistas y golpistas, como Álvarez Paz, Oscar Pérez, Rafael Poleo, Antonio Ledesma, etc.

En lo que se refiere a la oposición en si misma, se abrirá la jaula en la que como grillos han vivido estos últimos meses y saldrán en desbandada.

Primero Justicia y Acción Democrática oficializarán sus divisiones.

Rosales tendrá sobre sí la sombra de la justicia por su participación en el golpe del 11A y la preocupación por el Referendo Revocatorio, que como gobernador del Zulia le solicitarán.

Los pequeños “partidos” desaparecerán, si es que puede desaparecer algo que no ha existido.

Los seudo dirigentes de la oposición se tirarán los trastos a la cabeza, echándose las culpas unos a otros, queriendo aparecer como democráticos y muchos de ellos se exiliarán.

Desaparecerá Súmate y María Corina Machado fundarán una ONG para exiliados y revocados.

La Conferencia Episcopal se dará golpes de pecho jurando y perjurando que la iglesia no se parcializará políticamente, ni volverá a cometer los errores que la convirtieron en un partido político más, ocupándose sólo de salvar almas descarriadas.

Teodoro se jubilará como político y se dedicará a escribir un libro donde tratará de justificar porque un día, allá por los sesenta, escribió uno que tituló ¿Socialismo para Venezuela?, donde decía cosas como ésta:

“Hay que establecer explícitamente que una modificación revolucionaria de la estructura económica del país, afectaría inicialmente tanto al imperialismo como al capitalismo oligárquico, cuyos bienes, sumados a los que ya posee el Estado, vendrán a ser la base para el desarrollo de las primeras etapas de una economía socialista. Esto quiere decir que durante un periodo, el capitalismo medio podría mantener sus negocios y sus actividades sometidos, desde luego, a los controles que el Estado revolucionario establezca.”

En fin, el día después Venezuela seguirá escribiendo la historia que comenzó a escribir el 2 de Febrero de 1992.

¡Felicidades compatriotas!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Venceremos!

revol_bolivariana2021@yahoo.es


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Francisco J. Torres P.


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