(Desde una perspectiva espirita inspirada en la Doctrina de Allan Kardec)
El Coronavirus (Sars-Cov-2) o Civid-19, es una Pandemia que acelera el fin de un ciclo histórico, tal como ocurrió cuando surgió el feudalismo en los siglos IV y V; y cuando surgió el Capitalismo en los siglos XIV y XV, es decir, será la tercera gran crisis planetaria en los últimos 2000 años de la vida de la humanidad en el Planeta Tierra, hoy estamos inmersos en una crisis sistémica planetaria de magnitudes colosales, la cual solo podría ser culminada mediante una guerra termonuclear o una gran pandemia como es el caso actual del Coronavirus, padecida casi por la totalidad de los 200 países existentes en el orbe, que en conjunto albergan una población de 7500 millones de seres humanos; el desplome de los mercados mundiales, la recomposición geopolítica del mundo, son parte de las consecuencias inexorables de tal circunstancia, solo en lo que corresponde a aspectos políticos y económico, pero también tiene implicaciones en todos los órdenes de la vida, en el desarrollo de la neurociencia, y de la nanotecnología solo por citar algunos aspectos, seguramente desaparecerán algunos Estados Naciones, y cambios impredecibles en la evolución de un nuevo orden mundial, el cual se ha venido a incitado desde hace algún tiempo, el proceso de la liquidación del sistema capitalista mundial ya se veía venir desde la crisis económica del año 2008, que marcó la depresión económica del mundo occidental, y con antecedentes en el surgimiento del mundo Multipolar mediante el desarrollo de otras potencias como China y Rusia, la reconfiguración de la Comunidad Europea que agrupa 28 republicas, y también la emergencia de los países de la primavera Arabe, todo ello trajo como consecuencia, la insostenibilidad del mundo Unipolar, que desde principio de la década de los 90' había impuesto EEUU, recuerdan cómo se hablaba en aquel entonces del "el fin de la historia", pues ahora sí viene el fin de la historia, pero la historia del Capitalismo mundial, que le correspondió cubrir un ciclo identificado con el liberalismo, que se extendió por más de 500 años en el hemisferio occidental, pero con profunda influencia en el otro hemisferio, sobre todo en la esfera económica, lo mismo pasó con otros modelos societarios como lo fueron la sociedad esclavista y la feudal, que también cumplieron su ciclo histórico en sus épocas respectivas.
En los últimos 10.000 años se han cerrado muchos ciclos, y nuevos ciclos han surgido, (solo por referirnos a un segmento del tiempo histórico), desastres telúricos, guerras, pandemia, colisiones de asteroides, han marcado el final de muchos ciclos, para luego iniciar otro ciclo, todo ello responde al desarrollo del proceso evolutivo humano y civilizacional, que es progresivo, a mí manera de ver ese proceso evolutivo ha estado guiado por una inteligencia suprema superior, otros pensaran que es por obra del azar, lo cierto que todos los ciclos que fenecen y los que nacen son realidades insoslayables que ocurren en naturaleza y en las sociedades, la vida fluye en el planeta y en el universo de manera inexorable, nada la detiene, no en línea recta, lo hace en zigzag, a veces lenta y a veces de manera acelerada, pero siempre avanzando, y siempre en la dirección que solo el creador sabe como guía supremo, las revoluciones en los distintos periodos de la humanidad así lo evidencian, desaparición de viejos paradigmas y la formulación de otros que lo substituyen son indiscutibles, para explicar de manera racional los nuevos fenómenos y realidades que se descubren o surgen, así en los modelos y formas de producción, así en el comportamiento social, y en la vida misma de las personas.
Vivir en este momento histórico es asumir nuestro tiempo vital en la perspectiva de un proceso acelerado en la evolución, que nos puede conllevar a un aprovechamiento óptimo de tal proceso en nuestro avance espiritual, o de experimentar retardos que tendríamos que compensar, no sabemos en cuantas encarnaciones más, recordemos que lo permanente y esencial es el espíritu, que en su inmortalidad se viste de numerosos cuerpos físicos, en el continuo desencarnar- encarnar; o como dice Allan Kardec, tomado de la revista Revieu Spirite, Mayo 1869, "nacer,morir, renacer, y siempre progresar sin cesar, nuestro cuerpo físico de hoy es perecedero, y de muy corta existencia en el marco de la eternidad y de lo infinito del universo, aprovechar el momento mediante el amor al prójimo, guiado por valores trascendentes, y la búsqueda incesante de la conexión con el creador es el camino, el buen uso del libre albedrío sujeto a las leyes espirituales, el viajar hacia el interior de nosotros mismos en la búsqueda de las respuestas a nuestras interrogantes existenciales, para construir la senda de la vida por la que hemos de transitar, recordemos aquella frase de una conocida canción que dice "caminante no hay camino, se hace camino al andar".