Las conclusiones a las que se pueden llegar luego de un proceso de reflexión sincera, pudieran convertirse en un peligro para quien se atreva a develar las estrategias en marcha, los intereses en pugna y el utilitarismo político de quienes dirigen los medios y las instituciones públicas, con toda seguridad, quien ose pensar en tiempos de parálisis intelectual, se convertirá en blanco de los más feroces ataques, y en la mejor justificación de medidas violatorias de derechos elementales para la convivencia pacífica, se encargara la estructura creada, de desvirtuar, negar y contrariar cualquier razonamiento; que vaya en sentido opuesto al objetivo predefinido en la campaña de idiotización general, que machaconamente es difundida por todas las vías hasta ubicar en el terreno enemigo al pensamiento libre.
Vicente Romano en su libro "La formación de la mentalidad sumisa", nos deja un análisis de los efectos de las campañas diseñadas para estimular ciertos comportamientos, proclives a sustentar en la población las mentiras ideadas por mentes perversas, ligadas a intereses políticos y económicos. Más interesados en perpetuarse en los espacios de poder, que construir alternativas al modelo vigente, con toda su carga de exclusión, explotación y pobreza.
"El consumo de medios, sobre todo de televisión, constituye hoy un componente fijo de la vida cotidiana en la mayoría de las sociedades. Como se sabe, la cultura predominante es ahora la producida masivamente por estos medios. Esta "cultura de medios" se ha convertido en la experiencia cotidiana y en la conciencia común de la inmensa mayoría de la población. A ella pertenecen el trato cotidiano con los medios y sus contenidos, así como la forma de pensar y de sentir determinada por ellos, los hábitos de leer, oír y ver, de consumo y comunicación, las modas y una buena parte del lenguaje y de la fantasía".
La paralización mundial de la economía, provocada por la declaración del COVID-19 como pandemia, ha sido la mejor oportunidad para visualizar la incapacidad del modelo capitalista para enfrentar contingencias globalizadas, aunque se hable de globalización y de hegemonías mundiales, deja claro la pandemia, que la sociedad "satisfecha", promovida por el sistema económico dominante, es una fantasía creada por los medios y difundida por los interesados en mantener a la población como rebaños de necesitados y consumidores, dispuestos a obedecer las premisas desde las cuales el mundo es justo en la medida que lo gobiernan los ricos.
En Venezuela, la cultura política del chantaje ha tomado por asalto la psiquis colectiva, se ha apoderado de la racionalidad de participar y ha construido barreras que separan a la sociedad en buenos y malos, en leales y traidores y otras clasificaciones que no vamos a discutir, pero que funcionan como una especie de apartheid político, que convierte en héroes a los "patriotas cooperantes" y en parias a los que, con conocimiento de causa, denuncian el cambio de rumbo, la entrega de nuestros recursos a los capitales transnacionales, o el endeudamiento sin control del país, llegándolo a convertir en barril sin fondo por el desorden fiscal y la corrupción, impidiendo la contraloría de los órganos competentes, convertidos en apéndice político del partido, cumpliendo "la línea", aun a sabiendas de su carácter ilegal, desconociendo la responsabilidad individual frente a la justicia.
El virus, la pandemia, el contagio y la cuarentena, han venido a servir como argumento político para prolongar la agonía de un modelo de gestión basado en el nepotismo y el compadrazgo, carente de liderazgos, incapacitados para enfrentar la complejidad del momento que vive el planeta, para materializar propuestas que representen alternativa a la crisis del sistema capitalista, incluso para liderar procesos sociales en marcha, estos liderazgos de pantalla televisiva, son el resultado de una lógica; que ha tomado cuerpo en lo más profundo del estado como estructura de dominación, pero sin vinculación directa con la gente y sus realidades.
Basta observar el resultado de "acuerdos" para entender de manera inmediata a favor de quien se ha "acordado", los intereses en juego develan a un estado marioneta, que actúa contra la protesta legitima y guarda silencio ante el desfalco y la expropiación de los derechos, un estado que muestra y despliega fuerzas inimaginadas para impedir que la noción critica tenga espacios, se presenta limitado en su propio ejercicio para poner límites al desborde provocado por la economía, acude al descredito de quien lo desnuda en su realidad y usa el miedo como herramienta política de contención,
A diario, la estrategia tiene a tres voceros orientando la acción política, los demás; se convierten en repetidoras por todas las vías de códigos, que van desde la línea política, hasta la orden de ejecución de alguna campaña mediática que concluye siempre en justificar la ausencia de autoridad, los excesos en el uso de la fuerza o la violación flagrante de la constitución (al parecer en cuarentena también), y la desidia de los órganos competentes que actúan como satélites.
Por razones éticas, debemos hacer uso de estos espacios para sumar nuestra voz, a las que ya lo han hecho para pedir por la integridad del Dr. JAVIER VIVAS SANTANA, quien ha sido detenido, aislado en condiciones nada favorables para su salud y trasladado a un penal de máxima seguridad, el tratamiento que recibe nuestro compañero de página, es fiel reflejo de lo que se ha instalado en la estructura de justicia en nuestro país, y la discreción política de quien es responsable de su detención, pedimos al fiscal general de la república, al defensor del pueblo y a las organizaciones de derechos humanos que quedan, las gestiones necesarias para garantizar sus derechos y el respeto al debido proceso.
