El 06 de septiembre de 1815, hace doscientos cinco años, Simón Bolívar redactó uno de los documentos más determinantes de su legado intelectual: La Carta de Jamaica. La famosa epístola, además de exponer las causas de la derrota de la Segunda República, describe magistralmente el futuro de la América y también define el carácter de aquel joven caraqueño que se consumó a la Causa de la Libertad de las provincias vilipendiadas por el Imperio Español.
Sumido en profundas reflexiones, Bolívar redacta la misiva titulada: "Contestacion de un Americano Meridional á un Caballero de ésta Ysla" (Hemos querido conservar el título con el uso del castellano de la época). La Carta de Jamaica es la respuesta al comerciante británico, de nombre Henry Cullen radicado al norte de la isla, donde Bolívar convivió casi todo el año 1815.
Jamaica, en ese contexto, era la isla más importante en las Antillas. Territorio insular dominado por los ingleses, en Kingston, Bolívar buscaba apoyo por parte de los británicos para darle continuidad a la causa emancipadora. En su estancia allí, además de la Carta de Jamaica, redactó 24 obras, entre cartas y reflexiones, contribuyendo a la prolífica obra intelectual del que próximamente sería reconocido como el Libertador de América.
Pensamiento vigente
Uno de los epítetos que suelen usarse para la Carta de Jamaica es el de profético. Sin bien es cierto, dicha condición se atribuye a dones divinos, es innegable que más allá de lo que se quiera creer, el texto presenta una serie de argumentos que proyectan el comportamiento de las naciones que integran la América. Bolívar, sin conocer directamente esos territorios, los describe con precisión "sorprendente", como diría Porfirio Torres en su clásico programa "Nuestro Insólito Universo".
La posición antiimperialista y la Unidad Latinoamericana son fundamentales para lograr la independencia. Ese elemento político tan complejo es otro de los mensajes vigentes de Bolívar en las líneas que traza desde Jamaica. Sin embargo, al salir de allí con rumbo a Haití, consigue un respaldo valioso por parte del General Petión para realizar la Expedición de Los Cayos. Sabemos que Bolívar fue un hombre de dificultades, pero es evidente que también era de sumar voluntades.
Dice Bolívar, en Jamaica, con una profunda carga de amor, conciencia y pasión: "Yo deseo más que otro alguno ver formar en América Latina la más grande Nación del Mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria".
32 folios componen la misiva. 32 años tenía Bolívar cuando la escribió. Estudiar ese texto, así como toda su obra, es deber del pueblo latinoamericano. Hay en el pensamiento bolivariano las bases conceptuales para lograr ser más que un sueño. Cada generación tiene sus propias dinámicas, pero en el fondo y como bien se puede interpretar en la Carta de Jamaica, el Nuevo Mundo sigue siendo la Esperanza de la Humanidad, ideas sentidas por un venezolano solitario, derrotado y exiliado pero que jamás se dio por vencido en pro de la construcción de la Libertad.