Estamos aspirando a hacernos con lo que somos, cada vez mejores y buenos entre lo malo, correctos frente a las incorrecciones, rigiéndonos por los principios, sin prejuicios ni dogmas, superándonos en valores que no pueden ser neutros, medramos en la naturaleza como seres vivos, pero la vida en la existencia, eso es otra cosa, que tienen cabida entre muchas posibilidades a la vez, y están puestas a nuestra disposición, nuestros deseos y sentimientos, las sensibilidades y las pasiones. Solo debemos seguir aprendiendo a equilibrar las cargas, los compromisos, alcanzando los objetivos que nos hemos trazado como sociedad, armonizando las distintas opciones que tenemos y debemos tomar entre todos y todas, como lo establecimos en 1811, en 1999, acotando que es por lo que votó y refrendó la mayoría en 24 elecciones.
El secreto es estar atentos a las señales que emanan de todas partes, que anuncian cambios por venir, cambios reales, para que quien tenga ojos vea, quien tenga oidos oiga, y quien tenga voz hable con la verdad, en libertad, con justicia, en democracia; ya el tiempo de las autocracias pasaron en nuestra historia, solo que algunos todavía no se han dado cuenta; viviendo como viven con todas las comodidades que da el tener como propio el poder, y disfrutarlo a sus anchas, como un botín de piratas. Hablan mucho y dicen poco, ofrecen y no cumplen, son buchiplumas no más. No podemos seuir engañándonos más, esta es una existencia vacua, irreal, donde el desinterés por los demás es palpable, no se materializa en lo hechos, porque no se trata de un barníz, de ponerle maquillaje a la realidad real, no la de pasquín y postín que es el resultado de encuestas maquilladas, de shows de ventrílocos, una realidad onírica, producto de la mistificación, de la manipulación, del engaño, de la tecnología al servicio de los grupos de presón, de los sectores poderosos, de una oligarquía agroindustrial, de una burguesía comercial, de un funcionariado enchufado chupando de las rentas del erario público, las migajas que van quedando toda vez que aquellos han hecho caída y mesa limpia de los recursos de todos y todas.
Así se ha batido el cobre en Venezuela, pero no es nada novedoso ni exclusivo, es práctica común en la mayoría de los países de la región, del continente y del mundo entero. Alertamos sobre los obstáculos que se alzan como murallas, que están impidiendo que los cambios avancen a paso de vencedores, que la acción sea progresiva, que cambien los escenarios a niveles superiores de desarrollo de la Nación, y no de quienes fungen desde el Estado, como represtantes de los poderes públicos, una suerte de instrumento para el reparto a discreción de quienes ejercen la jefatura desde Miraflores, hasta la última instancia institucional de organización vertical, de jefes, que se creen caudillos, pero que no lo son en realidad, no tienen ní las cualidades, ní las condiciones, fruto del esfuerzo, del sacrificio, del trabajo de toda una vida. Eso también es cosa del siglo XIX venezolano y europeo, sobre todo de España.
Solo debemos ori más a nuestra conciencia, a esa voz interior, y tener libre albedrío, que como un susurro silente, nos alienta a haer lo correcto, a actuar con calma y serenidad, aplicando las máximas de la conducta recta, sin ser presas de nuestra mente conducida por el ego, sino a plena voluntad de querer el bien sin mirar a quien, que es la lógica en un mundo donde cada quien busca cómo acomodarse a sus circunstancias. La conciencia es la única capaz de rasgar los velos de Maya, del ensueño, de lo virual, de la mera ilusión, que se nos proyecta como realidad paralela, desde los laboratorios tecnológicos actuales, de manera que imprimen el mayor control sobre las masas, queriendo hacer de la humanidad, una zarta de borregos, cuando lo que en realidad ocurre es que los pueblos aguantan y callan, hasta que ya no hay más para donde coger, y se acabó lo que se daba. Esperemos que no sea nuestro caso, ya hemos visto en estos últimos años, cómo se bate el cobre, por retrógrados de la política cerril y primitiva.
En este mismo instante el mundo en su rotación y traslación, nos muestra cómo somos insignificantes frente a un virus, la fuerza destructiva que puede generar, capaz de acabar con la vida de los seres vivos, no de las instituciones, ni de los organismos pragmáticos, que se hacen de este elemento mortal, para dirimir sus diferencias, cuando la diplomacia no logra sus objetivos, la política se encarga de mantener los topes de negociaciones, sin que se desborden las copas. Es mínima la idea que tiene el común de la gente sobre todo lo que se cocina tras bambalinas, cuyo telón de fondo es la pandemia, y las cartas sobre la mesa, el Covid-19 y las mutaciones que se pueden seguir produciendo y dispersando por el mundo, de manera de poner a raya a quienes osan perturbar al tigre de papel, que llevado a los extremos, lanza sus despiadados ataques con todo lo que tiene bajo la manga, para imponerse sobre el resto de las potencias. No se trata de gobiernos, ni poderes públicos, esto va más allá de un país, de una nación, es el lobo terráqueo lo que ahora está en discusión, de quién o quienes serán los que van a tener el control sobre el 99% de la población en el mundo.
Esto tiene repercusiones como nunca antes, y están forzando la barra, apoyados sobre un punto crítico de las culturas y las civilizaciones enfrentadas, porque ya el mundo que conocimos, se quedó en el pasado, éste es el de la tenología de la 5G, de la Inteligencia Artificial, de la cuántica, de la IV Dimensión, donde las mayorías no alcanzan a pensar, distraidas con la pandemia, y la desesperanza de no encontrar remedio que cure las dolencias del alma, porque el cuerpo apenas si aguanta más pelas, luego de dos mil años de esperar al mesías, para que los salve y libere de tanta agonía y ver sufrir a la humanidad, en enfrentamiento estériles entre izquierdas y derechas, divisiones convenientes para los que separan, sesgan, fragmentan, estratificando, segregando a las poblaciones, por fe, creencias, gustos y colores.
Así es como ha sido hasta ahora, y son cientos de miles de años los que han pasado desde la difusión de los primeros grupos organizados, que al parecer estaban más avanzados de lo que estamos hoy en día, por lo menos en cuanto a conocimiento y un saber ancestral que no es de este mundo; no lo digo yo, simplemente escribo desde los datos de primera fuente, los textos sagrados de las diferentes religiones, y el conocimiento que nos han legado como herencia incunable. Qué se requiere para ser salvos en una tierra de pecadores, pues actuar en consecuencias con los preceptos sagrados, por ejemplo más actuales que los de Hammurabi, los deéz mandamientos, por decir lo menos, en una ética de conducta apegada a la moral de los tiempos que corren, en los que según los afines a los anglosajones es el pragmatismo el que se impone, es decir, yo, individuo para los que salgan, porque dios está conmigo y con los demás está será el diablo.
Futiles intereses propios que han ido acabando con el bienestar de las mayorís, siendo las minorías explotadoras, expoliadoras, que esquilman a los pueblos y se quedan con los recursos y los bienes que con tanto esfuerzo se han logrado; y que son borrados de un plumazo por quienes habiendo sido votados para que los defiendan, se da el fenómeno que vuelven a traicionar la confianza una vez más puesta a su discreción. Vienen nuevas elecciones en el Norte, las presidenciales, y en Venezuela por la nueva Asamblea Nacional, y vemos como arrancó la campaña y ya se escuchan las piedras que anuncian las crecidas, inundaciones y deslaves, como consecuencia de no haber tomado las previsiones a tiempo. todo va a depender del criterio de los electores, que sopesarán desde sus humanidades qué han logrado y qué les ha sido arrebatado durante estos años. El Nuevo Orden Global está haciendo de las suyas y moviendo sus fichas para jugar a ganador, única manera de seguir manteniendose en la cresta de la ola del sistema capitalista mundial. Dependerá de los pueblos frente a los liderazgos que estén enfrentándose a la justa que se llevará a cabo en noviembre y diciembre venideros. Mientras tanto, siguen las muertes por contagios del virus, siguen las presiones, el bloqueo, los chantajes, las imposiciones y los desmanes de las fuerzs del orden, que tienen órdenes de no permitir que se ponga en riesgo la permanencia en el poder de los que a pesar de hacerlo mal, de no atender a la voz de Dios, la voz del pueblo, se empeñan en que esto es lo mejor de ambos mundos porque así lo quiso Chávez.