El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó el método para la escogencia de los candidatos y candidatas del partido de gobierno de Venezuela (Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV). Este método se aplicará el 27 de junio, cuando las 14.381 UBCH del país convoquen a asambleas populares y en ella se constituirá un proceso de postulación y apoyo a los candidatos, para elegir la totalidad de: 23 gobernaciones, 335 alcaldías, 23 consejos legislativos y 335 concejos municipales, de cara a las megaelecciones que tendrá lugar este 21/11/2021. Es oportuno el llamado para derribar esa superestructura política que se formó desde Chávez, se mantuvo y fortaleció en su era, hoy día es un cuerpo político con mucho poder que perdió su norte revolucionario. Así mismo es oportuna esta coyuntura para participar activamente dentro del PSUV, activándose dentro de esta organización poco democrática para transformarla hacia la verdadera democratización, para solicitar también elecciones de base, designar a los dirigentes de las comunidades para la distribución de CLAP, del Gas doméstico y demás beneficios sociales; a las UBCH, así como a los líderes parroquiales, municipales y estadales. Como lo dijo Fidel Castro "la revolución la puede hacer solo el pueblo, todo el pueblo, y lo primero que tienen que hacer los revolucionarios para que todo el pueblo los acompañe es convencer al pueblo de que debe acompañarlos, convencer al pueblo de que la revolución es lo más justo y es la etapa más elevada a la que puede llegar una sociedad". Esta expresión sintetiza las aspiraciones más humanistas de la tarea que debe tener un revolucionario, la cual debe estudiarse detenidamente para encontrar una explicación de la deformación del proceso revolucionario. La revolución se concretará en Venezuela con la actuación de hombres conscientes de su papel como actores de un proceso de cambio, con valores diferentes a los de las sociedades explotadoras del hombre por el hombre, ya que hablamos de inculcar un espíritu proletario, pero se desconoce su esencia; de defender la patria, pero dolarizan la economía; de atender a los pobres, pero pactan con los burgueses. Hay que crear consciencia, yendo a las fábricas a tomar consciencia con los obreros, no a llevarles consciencia; ir a los barrios a escucharlos y atenderlos, no a llevarles comida y no volver nunca más.

Los candidatos que yo postulo, o propongo, que van a los cargos más importantes de una localidad, de una región, de un cuerpo legislativo, deben tener un gran sentido de solidaridad humana, respeto por el pueblo; no ver al pueblo como un instrumento, sino como un actor, como el protagonista, el objetivo y el héroe de esa lucha. Estamos obligados a promover, a postular y a elegir dirigentes por sus méritos ante la colectividad, por su trayectoria y su capacidad de aglutinar a las masas y encaminarlas hacia la consecución de los objetivos, los cuales están en función de darles la mayor estabilidad posible, por su capacidad de respuesta frente a una situación que afecte a la comunidad; por su formación de conciencia revolucionaria para que con la ética, moral, respeto y solidaridad que le distinga no caiga en la corrupción e ineficiencia. Los candidatos que van a representar al pueblo, a los descamisados, a los obreros, deben ser rostros nuevos, ya que proponer a los viejos rostros que han visto al pueblo como un instrumento para alcanzar sus beneficios personales, sería un acto desleal a la revolución. Rostros nuevos representados por la sabiduría de los hombres y mujeres de la tercera edad, por jóvenes comprometidos y adultos mayores que dignifican al proceso revolucionario. No más juventud soberbia que ha probado las mieles del poder y se olvidaron del pueblo; no a la cultura del más fuerte políticamente y el quítate tú pa ponerme yo; no se puede postular a la insurgencia de la cultura juvenil que viene acompañada de una ruptura de todos los modelos existentes, comenzando por el propio sistema socialista que lo ven como una moda. Si a esta generación se le sigue dando poder sin experiencia, recursos sin saber administrar, casas, carros, guardaespaldas para enaltecer su ego, estaríamos eligiendo a una generación emergente destinada al fracaso por ende la revolución también fracasará. Dentro de las normas para elegir a los postulados se debió incorporar, además de igualdad de género, igualdad para estos grupos, pues no se puede dejar a un lado a ninguno de los dos talentos, ambos son necesarios para el proceso: la juventud rebelde impregnada de amor, de humildad y de mucha conciencia socialista y esa vieja juventud paciente, necesaria por su sabiduría y por tantos aportes que le ha dado al país desde antes del comandante Chávez.

Los candidatos que ya ocupan cargos, en su mayoría, dieron origen a una nueva clase social burguesa, se aprovecharon de esta coyuntura política para sus beneficios individuales, ahora se codean con la burguesía, son inalcanzables; su influencia política sirve para nombrar directores, jefes, gerentes, sin tener éstos ningún perfil; lo peor del caso es que algunos de ellos en sus cargos nunca hicieron o dejaron una huella emblemática en pro del pueblo. Las denuncias las ignoran y tildan a quienes las hacen de contrarevolucionario. No se atreven a criticar la LOZEE, ni a defender la indexación de los salarios, ni el incremento de la cesta básica, ni hablan de la dolarización, ni piden que metan preso a Guaidó, todo es mutis. Los argumentos de ellos de la crisis son el bloqueo y las sanciones. Bajo este escenario el proceso revolucionario está en decadencia por haber elegido a este tipo de dirigentes, o porque los impusieron sin considerar y revisar su preparación revolucionaria y profesional. Si se sigue eligiendo lo viejo sobre lo nuevo que pueda garantizar salvar la revolución, el proceso revolucionario se posicionaría en su nivel más crítico, en una estructura que sigue siendo en esencia burguesa, dominada por un Estado que sigue anclado en el sistema neoliberal y los que queremos acabar con ese modelo capitalista, si no hay una dirección consciente que no atente más contra el proyecto bolivariano. Esta última masa choca cada vez más clara y abiertamente con la imposición de los sectores burocráticos que se enquistaron en el control y dominio del Estado, es la parte oscura que no deja avanzar. Estos buscan frenar el proyecto Bolivariano, a pesar de tener aún las condiciones para hacerlo, para acabar con la miseria, la pobreza y el desastre que nos ha dejado la oposición, el intervencionismo, el antihumanismo y su disfraz de socialista. Si no se actúa prontamente empezaremos a descender más rápidamente hacia el fondo del abismo.

Hay una lucha interna que aprovecha muy bien los sectores que les interesa, incluso usan muy bien a esa juventud soberbia porque son vulnerables para sus propósitos y ésta cree que hace revolución porque les acompañan en su parodia "socialista", pero su ignorancia es superior, reflejando una gran ausencia de formación ideológica, de base humanista y de sabiduría. El sueño bolivariano que muchos iniciaron desde que el imperio estadounidense invadió nuestra soberanía tiene varias décadas y no puede mantenerse en lista de espera, para ello necesario es terminar con la propiedad capitalista y ustedes (jóvenes y rostros viejos) terminarán plegándose o la crisis del capitalismo los empujará a tomar las manos de la experiencia del hombre sabio, o pasarán a ser parte de una élite que no tendrá más cabida en los derroteros que nos conducirán hacia la liberación de todo tipo de esclavitudes. Solo unidos: jóvenes, hombres-mujeres de edad media y adultos mayores que formamos la base social del ideal bolivariano llevaremos la revolución hasta el final. Solo el Socialismo puede hacer el hombre nuevo, sin soberbia, sin miedo, libre y más humano. Los candidatos que postulo deben introducir el socialismo y más que parecer ser Socialista, deben Serlo para que puedan pulsar el espíritu revolucionario que representan.

Fecha: 25/06/2021