Sabías que. José Domingo Díaz, en su libro "Recuerdo de la Rebelión de Caracas" nos pasea por la Primera República y su abultado Presupuesto de Gestión. Allí señala como la Administración Pública de Caracas, en tiempos de la Corona, no importaba anualmente sino cuarenta y cinco mil pesos fuertes, entendiéndose por ella: La Capitanía General, la Intendencia, la Audiencia del Distrito y la Auditoría, con sus respectivas secretarías.
Cuenta el redactor de la "Gaceta de Caracas" como los independentistas establecieron un gobierno para un grande y rico Estado. Noventa y cuatro mil pesos fuertes, en sólo las tres Corporaciones que lo componían y que llamaron, Congreso, Poder Ejecutivo y Alta Corte de Justicia; sin incluir catorce mil que importaban anualmente, los de la casa destinada para la primera y que consistían en plumas, papel, tintero, tinta, obleas, luces, agua y demás. En consecuencia, los gastos fueron aumentado, solo en este ramo en sesenta y tres mil pesos fuertes.
Otra curiosa demostración de cómo comenzamos a exagerar en gastos militares, la tenemos en el caso del Batallón Veterano de Caracas, cuya institución importaba en aquella ciudad, hasta el año 1810, de 8 a 9.000 pesos mensuales; el de la Reina, en los últimos años, de 3 a 4.000; el Cuerpo de Artillería, de 3 a 4.000, y las planas mayores de los Cuerpos de Milicias de la Provincia, y los oficiales de pardos, sargentos y tambores de estos cuerpos, de 5 a 5.500, lo que formaba un total en sus términos medios de 20.725 pesos fuertes al mes o de 243.800 pesos al año.
Ahora bien; en los días de la Primera República, en la gestión de Miranda y Bolívar, el mismo Batallón Veterano de Caracas, importaba mensualmente la misma cantidad. El Cuerpo de Artillería de 7 a 8.000; el de Zapadores de 2 a 3.000, y las planas mayores de los Cuerpos Militares, que formaban nuestro inmenso ejército 17.200 pesos, lo cual, en su término medio, formaba un gasto de 35.700 al mes, o de 428.400 al año. Había, por consiguiente, un exceso anual de 184.600 pesos.
Como ven esta manía de andar gastando más de la cuenta y darles a manos llenas al estamento militar, surgió de las emergencias que imponía los Estados de excepción, derivado de las guerras interminables que siempre han acompañado a esta atormentada y hermosa República.
Será por esa razón que Venezuela está entre los 20 países donde más se ha gastado en la carrera armamentista y el único Estado de Latinoamérica que figura en este conteo, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz. Este es otro saber republicano.