El único camino que queda para resolver la problemática general venezolana y progresar es, ser teóricamente antimperialista y aceptar las políticas del Estado; lo demás, es odio antimadurista e intolerancia política.
Suponiendo que los casos que vamos a enumerar son inventos y mentiras de los criticones del gobierno y contrarios a Maduro; entonces la verdad es otra, y se puede conocer únicamente si se acepta la versión del Estado y la de sus defensores ideológicos.
Miremos los eventos referidos:
Aunque, hayan emigrado 8 millones de venezolanos, se ha privatizado PDVSA, hay exigencias generalizadas de aumento salarial, se realiza una aguda persecución judicial y política contra opositores, se perdió TIGO y se ha retenido las reservas de oro en Bancos europeos; andan libres los saqueadores de las arcas del Estado, Guyana hace con el Esequibo lo que ellos quieran. De acuerdo a denuncias, ha habido una serie de asesinatos políticos de militares y opositores.
Lo que dice la Cait y el Frente de trabajadores de la enseñanza Samuel Robinson, las denuncias de Rafael Ramírez y los contrastes de Oscar Heck, las denuncias del PCV de políticas del Estado en contra de los trabajadores; denuncias del noticiero El Machete apagones, detenciones arbitrarias; intervención de emisora comunitaria, en Trujillo. Detención de sindicalistas de Sidor. Y hay muchas denuncias más sobre la situación crítica de la vida de los venezolanos.
Para agrandar el menú, según los defensores de maduro hay población que se ha ido desquiciando mentalmente, que decir que el 80% de la población venezolana vive en la miseria es cuestión de otro planeta, que en Mérida se concentra la esencia del odio miserable contra Maduro; que hablar de la crisis y culpar al gobierno es cuestión de odio político e intolerancia y merecen sanciones judiciales.
Desde la perspectiva de los defensores del gobierno y apologistas de Maduro; la situación de Venezuela, es cuestión de opiniones. Porque según ellos, que apoyan la versión gubernamental; lo que dicen los opositores es falso; pues el odio y la intolerancia no les deja ver simplemente que, la situación en la realidad, es óptima y los problemas que hay, son producto de las sanciones imperialistas ejecutadas contra Venezuela.
Si con una explicación, así de árida, se pretende reducir la complejidad de problemas denunciados por comunistas, ongs, gremios docentes, sindicatos, exiliados, opositores críticos, chavistas auténticos, académicos, escritores de medios virtuales, radios comunitarias, población que experimenta las limitaciones materiales en su existencia cotidiana, etc.
La solución a la crisis manifiesta consistiría en ser buena gente, tolerante, huraños, acepta todo, no críticos; poner el lomo sin pujar, bajarse los pantalones y sonreír; conformistas con bajos salarios, callados mientras las compañías extranjeras se roban los recursos del Estado y los del gobierno se enriquecen. Encerrado todo en una categoría filosófica patriarcal: se pendejo.
Y principalmente, se busca poner quietos a los ciudadanos con medidas disuasorias gubernamentales, como las siguientes: persecución policial, aplicación del término traición al Estado, encarcelamiento, asesinato e inhabilitación política de opositores, censuras a medios de comunicación, denigración moral de los opositores y otras injusticias más.
Sin embargo; cuando se ha caminado tanto en la construcción de la historia emancipada de la nación e individualmente se ha forjado uno entre la calle y el trabajo, entre el estudio y la jodarria, entre el ir y el venir; esperando el estar. Creo que esas disuasiones y menosprecios, no va con los venezolanos del pueblo y de las revoluciones políticas, ni con los verdaderos chavistas.
Porque no se puede estar callado mientras se ve sin mucha complicación la inutilidad o incompatibilidad del gobierno por continuar con el proyecto de construcción de una nación socialista.
Ni tampoco cuando, vemos el incumplimiento del gobierno con los compromisos financieros contraídos con inversionistas y acreedores; que dan lugar a que los buitres financieros internacionales, levanten vuelo para tener una vista panorámica del país y dirigir su pico y garras al recurso que más les apetece: gas natural, petróleo, coltán, oro, tierras raras, recursos financieros, reservas de oro estatales y mano de obra barata.
Y todo se va.
El gobierno habla de socialismo, de chavismo y está adherido a esa red pegajosa capitalista que se llama explotación y dinero; pero, como se dijo anteriormente, el gobierno está amarrado a esa lógica por inutilidad y discrepancia con la continuidad del socialismo.
Como a estas alturas, las inmensas cantidades de dinero de la renta, del IVA, de la venta casi regalada de los recursos naturales y financieros del Estado y las transacciones ocultas por "seguridad del Estado;" están ahogando en dinero a los administradores del Estado y de PDVSA.
De ahí que, les resulta más fácil y conveniente, esconder esa red pegajosa capitalista, de la cual ya no se pueden escapar; y atribuir a las sanciones imperialistas, las causas de la aguda desigualdad que se ha generado entre ricos y pobres, entre trabajadores y patronos; entre el campo y la ciudad. Entre el barrio y las zonas residenciales, entre lo privado y lo estatal y se justifica la migración.
Y lo que piden los gobernantes y sus ideólogos al pueblo, a los que escriben críticamente y a los que luchan políticamente por cambiar las cosas es, que miren y acepten la realidad; fundamentada en el principio pragmático y positivista que sostiene la ética del progreso gubernamental y es la brújula, con sus medidas disuasorias ya anunciadas, por donde hoy, se quiere hacer caminar a la ciudadanía y ese es: EL QUE NO TRANZA NO AVANZA.