Para el momento en que escribimos estas líneas, restan 14 días para las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela. Es decir, dentro de dos domingos, las venezolanas y los venezolanos tendremos una cita con la historia.

También escribo esto en el marco de los 235 años de la Revolución Francesa, la que pregonó la libertad, la igualdad y la fraternidad y que a casi dos siglos y siete lustros de ocurrida, vuelve la Francia Revolucionaria, derrotando a la ultraderecha de la mano de un amigo de Venezuela como lo es Jean Luc Melenchón.

Aunque provoque, no es de eso que quiero escribir hoy sino sobre un tema al cual pienso no se ha estudiado lo suficiente, y que en estos momentos tiene una importancia capital de cara a los comicios que ocurrirán dentro de dos domingos como ya lo señalé. Así como los denominados "Ni Ni" van a incidir en la balanza en torno a las diferentes opciones que se presentaron para la contienda en Venezuela para el próximo 28 de julio. Los migrantes también son un factor que incidirá y, de hecho, son objeto de todo un conjunto de tramoyas de cara a lo que ocurrirá el próximo 28 de julio.

Hace varias semanas, inspirado en aportes e inquietudes de mi colaborador cuyo nombre por su seguridad no puedo revelar, me comentaba que paso algunas semanas viajando y, le llamó poderosamente la atención los resultados de estudios y de encuestas, pero nadie había evaluado lo de los votos de la "diáspora" venezolana.

Incluso el "patriota cooperante" señalaba y validaba como ciertas las cifras de la Oficina Internacional de las Migraciones (OIM) que ubica esa "diáspora" en 7 millones de connacionales. Esas cifras las cuestiono debido a que la OIM las presenta sin rigor científico y obedeciendo a claros intereses de EEUU.

Pero, suponiendo que la cifra fuese cierta, según los números serían los siguientes: 500 mil en EEUU, y 6 millones 500 mil en el resto del mundo. La gran mayoría en Colombia, Perú y Ecuador

Pero, hasta ahora, y para el momento en que esto escribo, 14 de julio de 2024, a las 5:32 minutos de la tarde, nadie ha sistematizado y documentado de manera seria cuantos votos de esos migrantes son chavistas y cuantos les correspondería a esa oposición y como su ausencia incidiría en los resultados que se producirán dentro de dos semanas.

Pero no solamente es eso, sino todas las dificultades y trabas que tanto en lo consular como en lo diplomático, países como EEUU, Argentina, Ecuador y otros colocan para que nuestros connacionales no solo no puedan actualizar sus datos en el Registro Electoral Permanente nuestro y puedan votar desde el país en el que se encuentran, sino que, además les piden una serie de requisitos y trámites que además de costosos, son en su mayoría inviables, lo que les cercena su derecho a la participación política.

Y esos países son tan cínicos y sinvergüenzas que exigen a nuestro país asediado y bloqueado que haga elecciones "justas y creíbles", pero son los primeros que colocan trabas y son parte del problema.

Además de ello, si fuese cierta la cifra de que 7 millones de venezolanos se encuentran fuera del país, solamente cerca de 130 mil apenas tendrían derecho a votar el próximo 28 de julio. Cabría preguntarse entonces: ¿De quién es la culpa de que más de un 90% de nuestros migrantes no puedan sufragar? ¿Del gobierno? ¿De la oposición? ¿De EEUU?

Esto ni hablar que en el marco del Plan "Vuelta a la Patria" los sabotajes que han sufrido nuestros aviones de Conviasa (por cierto sancionada por los gringos) les dificultan el aterrizaje y colocar combustible. Parte de la manipulación y agresiones a las que todavía somos objeto.

Pero, el compañero Alfredo Portillo, con base al Registro Electoral Permanente (REP), nuestro gobierno sería el único que podría saber los connacionales que no se encuentran en el país, a partir de la información que se desprende del censo nacional, los censos de los Consejos Coumunales, el registro de embajadas y consulados y, agregaría yo, los movimientos migratorios que maneja el Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), y estos datos deberían cruzarse. Pero afirmó Portillo que la cifra de electores en el exterior es muy baja, lo cual es parcialmente cierto.

Señalo parcialmente cierto, porque nos estaríamos refiriendo a venezolanos que viven en el extranjero y que lograron registrarse en embajadas y consulados nuestros para poder ejercer el derecho al sufragio desde el país donde residen. En el caso de los migrantes venezolanos de 2015 a 2024, no existe una cuantificación seria, responsable, creíble, ordenada, a fin de ordenar estos datos y poder medir sus impactos incluso al grupo etario y social al cual pertenecen.

Porque esos venezolanos que decidieron de manera inducida establecer su residencia en otros países, y que no han actualizado sus datos del REP, se toman como abstencionistas y no que no han podido actualizar sus datos y, por ende, las cifras de abstención en los procesos electorales que hemos tenido de 2015 en adelante se hayan podido venir incrementando por esa razón. Esto es algo que debería desarrollar líneas de investigación y análisis.

En el año 2018 me correspondió ser ponente en la 14va Edición de la Feria del Libro en Caracas con una exposición que titulé "Derechos Humanos y Migración. Argumentos legitimadores de Injerencia e Intervención de los Pueblos", el cual fue organizado por el Viceministerio de Identidad y Diversidad Cultural donde hable de ese tema.

Apoyados en estudios de la ONG SURES, que han sido hasta ahora los únicos que han hecho un esfuerzo en tratar de medir este fenómeno, me topé con una de las láminas del informe de ellos, y en ese entonces ubicaban a los migrantes venezolanos por los 4 millones, pero, de acuerdo a cifras estimadas de la División de Población de la ONU en el año 2017, la población estimada de ciudadanos venezolanos y ciudadanas venezolanas residentes (condición fundamental para ser considerado migrante) fuera de territorio venezolano no superaba las 657.439 personas.

Además de ello, señalé en aquella ponencia con el apoyo de los cálculos de SURES, y a su vez tomadas de la División de Población de Naciones Unidas, la cifra de emigrantes de nacionalidad venezolana en el año 2017 se ubicaría en 578.247 personas. La de inmigrantes se ubicaría en 1.325.070 personas. El saldo migratorio en Venezuela sería positivo al ubicarse en 746.823, debido a que Venezuela sigue siendo un país receptor de migrantes, antes que de ciudadanos que salen del país (Solo siendo negativas en seis de los dieciséis países evaluados por Naciones Unidas).

Así que, alguien nos explique como si hace 7 años teníamos un saldo migratorio de 746.823, entonces el fenómeno migratorio venezolano aumente 10 veces más en 7 años, y más cuando estamos superando las dificultades económicas sin dejar de reconocer las terribles heridas dejadas en el cuerpo social de la República producto de las agresiones económicas gringas denominadas Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU).

Así que, es evidente que con el tema de la migración venezolana, además de que hay cifras para todos los gustos y colores, no ha habido una sistematización real de sus cifras y que es una tarea pendiente para nosotros y nosotras.

Sin embargo, como ya señalábamos en la primera entrega, y haciendo algunas aproximaciones, podemos asumir que los que estan en los EEUU y los otros en países más lejanos en Europa o más allá serian en su mayoría de oposición, gente joven con educación que se han convertido en migrantes económicos y consideran que el chavismo los obligo a dejar su país y a buscar fuentes de trabajo y por lo tanto no votaran por el presidente Maduro. Queda la tarea pendiente de cuantificar estas cifras.

Sin embargo de los otros casi 6.5 millones que han salido hacia Colombia, Ecuador, Peru y el resto de los países mas vecinos digo yo habrían muchos chavistas que pensando que hay oportunidades más cercanas han salido para ayudar a sus familias, aquí muchos creo yo son chavistas. Entonces cualquier predicción de ganador o perdedores debe considerar estos paisanos que si estuvieran en el país pudieran votar y en estas cantidades impulsar la balanza en contra del chavismos.

Creo que con esto queda mejor explicado el tema de la migración venezolana de cara a los comicios del 28 de julio.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!