Huyó el dictadorcito en una Vaca Sagrada que mandaron los gachupins.. Como lo habíamos vaticinado, Edmundo terminó cogiendo las de Villadiego, echándole un gran pajón a María Corina. Ahora dirán que vendrá el 10 de enero a recoger su banda presidencial. Qué desastre Dios mío, con esta oposición. Qué derrota grande para los gringos. Y el tipo ya tenía cinco días en la embajada española, huyendo como un verdadero pataruco y para completar vienen Pedro Sánchez y declara que es un héroe. Mandaron el sábado un avión de las fuerzas aéreas de Fernando VII para que lo recogieran.

Ahora que dirán Manuel Rosales, Capriles, Delsa, el Guanipa, esos cientos de malandros que contrataron en los Comanditos y a los cuales les pagaron apenas cien dólares a cada uno para que incendiaran centros electorales, escuelas, universidades y hospitales… Los que murieron horriblemente sólo por ser chavistas. Ahora vendrá la extinción de todos esos partidos que no cumplieron con las leyes electorales y el TSJ. A la catástrofe total a la que los llevó esa loca, inmadura e irresponsable…

De la batalla de Los Puentes al Puente de Plata. Cuando Iván Duque se topó con Juan Guaidó, aquella memorable fecha de la BATALLA DE LOS PUENTES (23 de febrero de 2019), algunos periodistas llegaron a equiparar ese encuentro como la histórica y famosa ENTREVISTA DE GUAYAQUIL (entre Simón Bolívar y José de San Martín). Entonces, agencias como Reuter, EFE, DW, ABC, BBC, New York Times, The Washington Post, Time, Bloomberg… todos a una, llamaron aquel encuentro "LA TOPADA DE DOS PROMONENCIAS". Fue allí, cuando Iván Duque, con fuerte y clarísima voz dijo: "Juan Guaidó es un titán". Para ludibrio de todos los presentes, para guasa y chanza de cuantos gigantes y portentos en ese momento se encontraban rodeando a don Juan Guaidó, el comentario general era: "Qué bolas, Iván Duque la cagó, dijo que Guaidó es un Tin Tan". ¡Verídico!

Y ahora Edmundo viene y deja la peluca… Ahora viene Pedro Sánchez y también la embarra. Todos los días recuerdo aquella expresión del Libertador: "Si alguna vez llegamos a ver grandes a los españoles fue porque lo hicimos de rodillas". Desde que la monarquía española inició su regreso a la "democracia", allí no hemos visto sino a puros genuflexos de los gringos. De hecho, la fulana TRANSICIÓN se logró gracias a la presión de los gringos, y es así como desde que murió Franco uno tras otro de los mandatarios de ese deprimente reino han sido unos verdaderos Manueles Godoy. Chulos y amanuenses de los reyes en servicio: lo fueron Felipe González, José María Aznar, Mariano Rajoy, el propio José Rodríguez Zapatero y ahora el muermo Pedro Sánchez.

Pero Pedro Sánchez, en su momento, junto a Isabel Díaz Ayuso, apoyaron a muerte a Juan Guaidó. Le entregaron altas condecoraciones sacadas de los esperpénticos armarios del reino degenerado de Fernando VII. Pedro Sánchez ya había comparado a Guaidó con don Rodrigo Díaz de Vivar El Campeador, y le llegó a pedir a Joaquín Sabina y a Joan Manuel Serrat le compusieran una especie de Cantar Mio Cid.

56 países recibieron a Guaidó como Presidente de Venezuela, incluyendo la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos (en pleno se puso de pie para aplaudirle). Guaidó llegó a abrazar sin compasión a Macró, a Macri, a Jail Bolsonaro, a Boris Johnson, a Piñera, a Álvaro Uribe Vélez, Lenin Moreno, a Jeanine Áñez, a toda una docena de cretinos presidentes (en el lapso de un año) de Perú.

Es así como ahora vemos al estulto presidente de la monarquía española decir: "Líderes como Edmundo González… un héroe a quien España no va a abandonar", reivindicándolo como el ganador de las recientes elecciones en Venezuela frente al actual presidente Nicolás Maduro…. Nosotros, pues, diremos como Don Quijote: "Si los perros ladran es porque vamos bien". Por lo que adelante, Presidente Maduro, sigamos cabalgando, sigamos a paso de vencedores, sin reparar en lo que digan esa sarta de pendejos como el Iván Duque y Pedro Sánchez que de hecho bien secos ya están…. Aquí no se rinde nadie.