El magnate electo Trump entrará en su accionar como presidente de su país: a partir del 20 de enero a como sea, y ese como sea, no parece imaginario porque, como todo un revoltoso ultramoderno a pie firme, no se detendrá en ejercer el conjunto de funciones que habrá que hacer que, lo acerque más y más a los Estados Unidos por su "intrínseco" bienestar como un honor nada simbólico a todas las estrellas de su robusta bandera que atrapó a Puerto Rico.
¿Trump piensa cómo hombre de ideas? O, acaso por Trump razonan muchos otros, pero hay que entender que no todo ser humano -aún con cerebro gringo- pueda pensar por él, lo que sería una enojosa locura de consejeros -que hasta Maduro le asomó una idea que no atrapó- como también lo es decir que, todo el pueblo gringo de ese país está empeñado hasta que deje de respirar y de eso él no ha dicho nada nadita. Algo como pagaré la inmensa deuda que año tras año crece y se acumula, pero ellos tienen el dólar que como moneda domina a muchos países del mundo y, que se necesitarían toneladas y toneladas de ellos para ponerse al día, pero de eso, lo dirá China algún día que no cobra, pero suma y suelta recordatorios.
Lo que sí dijo Trump es que en lo adelante para ser ciudadano gringo no es necesario que haya nacido en ese país, por lo que en lo adelante tanto venezolanos y mexicanos entre otros viviendo allá deben estar saltando la cuerda de la alegría de estrujar al fin en su pensamiento que serán americanos soñando el propio sueño americano, mientras otros estarán penetrando la frontera de México a los Estados Unidos aplaudiendo a Trump y a su frialdad de luchador vivencial de ahora sí, ¡la bola se va, se va!, esperemos, que una cosa es decir y otra cumplir sin pensar en tramoyas que adormezcan a ilusos con tremendo ángel de la guarda que los espera por su futura acción ejecutiva. Amén.
Pero lo malo y muy malo es que Trump cuando ejerza su cargo de presidente de los Estados Unidos, tendrá que deportar a todos los inmigrantes indocumentados en ese país, tengan perro o tengan gatos o ambos, no lo dijo, pero quedó implícito. Y que les queda a ellos, les queda ponerse al día, y yo acá pienso, de la qué me salvé que miro para otro lado.
Otro estornudo que soltó Trump de su ánimo de envalentonado a los guerreristas de Europa con soplete de irreverencia fue que, "Considerará que los EEUU abandone la OTAN y además, advierte que podría reducir la ayuda a Ucrania". Aunque un pequeño pujo de sin embargo que posiblemente reconsidere su pujanza de valentía cuando dijo, "si pagan sus cuentas", su país, los Estados Unidos permanecería en la alianza militar. Frase por la que el presidente Emmanuel Macron en Francia suspiró profundo y acertó a decir, ese es mi pupilo y, a cambio en Ucrania posiblemente, el ucraniano Volodimir Zelenski arrugó la cara y apretó su silencio con apenas, será que nos mandará a uno de sus superhéroes y, calló como lo hizo Borrell en España con olé. Entonces, bendito sea, que queda a los países de la OTAN, pagar. Y así debe ser que, el que paga no debe.
Sobre Trump lo que nos queda es desearle unas felices pascuas y un próspero año nuevo allá, sin hallacas ni pan de jamón, sino con su estirado delirium de ejercer su función presidencial de esa potencia con voluntad y prudencia y la moral al carajo que, para eso son las medidas económicas que aplican a otros pueblos que, lo cortés no quita lo valiente, y él bien sabe que quien manda en ese país es el presidente y las transnacionales que engullen a naciones enteras y, como una alerta de complicidad de amistad, no juzguéis a los que solo hablamos pendejadas sin revirarle los ojos a quienes luchamos por sobrevivir de tanta soberbia que no cabe en un cajón ni en la conciencia humana y la paz pedimos y la paz os dois Y, Venezuela se merece el respeto del mundo, país pacífico con penurias que tiene que superar en lo adelante.
Y como una posdata de consuelo a Trump que a lo mejor no empeora su afán de ser otro y, es que, Marco Rubio no nos escupa mucho, porque tenemos mucha agua bendita en Venezuela.